El criminal |h.s|

Capítulo 7: Decisión importante.

Mis facciones endurecieron, era increíble lo que acababa de escuchar de sus labios, no lo podía creer. Me trató mal, me humilló, me abandonó, y después de todo viene y me dice esas cosas. ¿Quién se cree qué es?

—¿Me estás jodiendo? ¿Cómo tan siquiera te atreves a decir eso? —Lo miré atónita y de mal humor—

—Porque es lo que siento. —Habló rápidamente—

—No te creo, me trataste de lo pe... —Me interrumpió—

—Sé que hice mal, pero simplemente me vuelve loco la idea de verte junto a Brayan o cualquier otro.

—No te creo. —Dije decidida, y la mirada de Harry se tornó en tristeza—

—Lo sé, cómo también sé que soy un idiota...

—Lo eres. —Afirmé— Hace unas horas te vi junto a tu novia, riendo con ella... besándola.

—No estamos hablando de Sheyla. —Su voz se tornó brusca—

—¿Entonces de quién?

—¡De nosotros! —levantó un poco su voz—

—Lo miré detenidamente— No hay un nosotros, Harry.

Me dolía decirlo pero es la verdad  no había un nosotros y creo que nunca lo hubo. Harry levantó la mirada y sus ojos por unos segundos me miraron; mostraba asombro y decepción.

—¿Hablas en serio? —Dijo y pasó una mano por su cabello desesperadamente—

—Hasta que tomes en serio las cosas y dejes de utilizar a tu novia, búscame. —

—¿De qué estás hablando Sandra? Deja de decir estupideces ¿quieres? —Habló exaltado—

—¡No! ¿Qué es lo que pretendes? ¿Estar con ella y conmigo a la misma vez? —Grité— Sólo... Deja de hacerme daño, por favor.

—Sandy, no es lo que tú crees. Dame tiempo para arreglar las cosas con ella, y sobretodo contigo.

—¿Qué quieres arreglar? ¿Ahora piensas abandonar a Sheyla? Déjalo estar, las cosas ya están demasiado claras.

Sólo dábamos círculos a la conversación, Harry no me decía con certeza qué es lo que quería, y sinceramente el tema comenzaba a desesperarme.

El rizado trataba de evitar mis preguntas, dentro de todo él sabía que yo tenía la razón, y de alguna u otra manera eso lo enfadaba.

—¡Basta con ese maldito tema! Superalo.

Auch, eso me había dolido. Lo había dicho de una manera fría, sin escrúpulos y él sabía como lastimarme.

—Eso trato, pero es difícil. —susurré— Pero descuida, eres un experto en dejar marcas en la vida de otros, es como sí hubieses nacido para eso, sólo para lastimar a las demás personas.

—Aún sigues siendo esa chiquilla tonta —Sus ojos me miraban fijamente— Siempre tan inocente.

—Y a pesar de todo soy una idiota. Por creer que algún día ibas a volver, entrarías por mi ventana y me abrazarías , diciendo que todo saldría bien y estaríamos juntos. Que no importa nada, siempre estarías conmigo... Pero llegas y no lo haces solo, y lo que más me duele es que te comportes de una manera indiferente conmigo.

—Sandra, y-yo... — trata de hablar pero sus palabras no salen—

—Sólo quiero pensar que hubo una razón por la cual lo hayas hecho, sólo una es lo que pido. —Mi voz se empieza a entre cortar—

—Y la hay. Es sólo qué...

—Entonces te pido que me la digas, y te juro que te creeré, en verdad lo haré. — lo miré suplicante—

—No puedo Sandra, es complicado. — sus ojos dejaron de mirarme y entonces evitaron mi mirada— Te lo diré, pero no hoy, todo a su tiempo.

—Eso creí. —Sonreí de lado— Me tengo que ir.

—Yo... Lamento haberte dicho lo de hace un rato.

—No, no es así, no te creo.

—De verdad que lo hago Sandra.

—Entonces si lo lamentas demuéstralo, demuéstrame que en verdad me quieres y lucha por mí, porque me estoy cansando de esperar Harry... Y no quiero perderte otra vez.

No sabía si hacía bien al decirle esas palabras a Harry, pero lo único que quiero es estar feliz a su lado. Y una vez más quería correr el riesgo y no arrepentirme otra vez.

—Y eso haré Sandy. Te quiero de vuelta conmigo, a mi lado, junto a mí es donde perteneces. —Me miró y se acercó lentamente a mí, pasando una mano sobre mi cintura y acercándome a él, me abrazó fuertemente y depositó un beso en mi frente—

Extrañaba esa sensación que sólo podía sentir junto a Harry. Mi Harry.

(...)

—¿Por qué te mudaste? —Preguntó el rizado—

—No podía seguir viviendo en casa de mis padres. —Sonreí mirándolo—

—Valla, ¿y cómo están ellos?

—Bien, ellos ahora están de viaje de negocios. Papá me compró este departamento a escondidas de mi madre, pero ella se enteró a los pocos días así que no le quedó de otra más que aceptar.

—Ya veo. Debe ser difícil para ti no tenerlos cerca.

—No, estoy bien. —Sonreí— Me debo ir.

Desabroche mi cinturón de seguridad, estaba apunto de abrir la puerta pero la voz de Harry me interrumpió.

—Espera... ¿Puedo darte un beso? —Me miró tiernamente—

—Pensé que tú eras de los que no pedía permiso, simplemente lo hacía.

—Es verdad, pero contigo quiero hacer las cosas bien.

Harry desabrochó su cinturón de seguridad y se acercó a mí, tomó mi cara entre sus manos y depositó un beso en mis labios; se tornó lento pero era uno de los mejores besos que podía darme, sentí su aliento mentolado mezclarse con el mío, y eso era lo mejor de la vida. Después de unos segundos nos separamos lentamente, abrí mis ojos y sentí mis mejillas tomar un color rojizo.

—Ahora si debo irme. Adiós Harry.

—Adios nena. Entra antes de que se haga más noche.

Nena, era maravilloso escucharlo nuevamente de los labios de Harry.

Bajé de su auto y tomé camino a mi departamento, tomé la llave y abrí la puerta rápidamente para así entrar y cerrar la puerta detrás de mí.

Corrí hacía mi habitación y al entrar me aventé a en mi cama; abracé una de mis almohadas y recordé mi beso con Harry, había tomado una decisión demasiado rápida, sólo esperaba no arrepentirme de ello.