Llegada a Sur Corea

72 3 0
                                    

Pov Evangelin:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Evangelin:

¡DIOS MIO! ¡DIOS MIO! Stefano, estoy aquí, no puedo creerlo,-Dije apretando la manga de mi querido mejor amigo- ¡ESTOY AQUÍ!-Grite mientras saltaba.-si estás aquí- dijo el sin mucho ánimo- pero eso no te da derecho a arrugar mi camisa y además a romperme los tímpanos-esto último lo dijo mientras masajeaba sus orejas- lo siento, es que estoy tan feliz, nunca pensé que me aceptarían para hacer un posgrado en un instituto aquí en corea- cubrí mi cara con mis manos acto seguido grite fuerte en inglés- ¡PREPÁRATE COREA, PORQUE EVANGELIN ESTA AQUÍ!

De pronto sentí como la mano de Stefano cubría mi boca mientras me susurraba al oído- Eva (Diminutivo del nombre de Evangelin) me estas avergonzando- el me soltó y yo me limite a rodar mis ojos mientras balbuceaba- idiota.

-bueno este idiota fue la única persona que pudo dejar todas las muchas cosas que tenía que hacer para venir a acompañarte, así que lo mínimo que puedes hacer por mí es no avergonzarme, mujer- dijo él mientras apretaba mi nuca con su manota, parecía enojado, pero tengo que decirlo, me divertía mucho ver cómo a pesar de que parecía que le desagradaba estar acompañándome, lo hacía de todos modos.

Llegamos en un taxi seguido por una camioneta que traía el resto de mis cosas hasta mi nuevo departamento- te va a encantar lo que hice con el- dije refiriéndome al apartamento.

-estoy intrigado-dijo Stefano con mucho énfasis- quiero saber si lograste convertir ese basurero en algo decente-

Pov Stefano:

¿Cómo será? Sinceramente me sentía muy intrigado, meses antes cuando viaje por primera vez a corea con ella, este departamento era un asco, pero creo firmemente en que ella lo convirtió en una obra de arte, como todo lo que toca con sus manos mágicas, cuando entre no me decepciono para nada lo que vi, logro convertir ese feo departamento en una casa de muñeca victoriana.

-¡¿qué te parece?!- Pregunto ella tan animada como siempre, a lo que solo cruce mis brazos y conteste fríamente- esta... presentable- sabía que ella odiaba cuando me quería hacer el interesante, pero bueno uno de los grandes deleites de la vida, es poder lograr poner histérica a mi querida mejor amiga.

-¡¿porque eres así?!- grito ella en tono de berrinche mientras me golpeaba en el pecho- ¡sabes que quedó bien!, ¡sabes que es más bonito que cualquier otra cosa que hayas visto antes!- no pude evitar reír, lo que hizo que ella intensificara la fuerza de sus golpes-¿para qué decirte lo que tú ya sabes? – pregunte de manera cínica, lo que hizo que me ganara un verdadero golpe letal que me dejo sin aire e hizo que bajara hasta el suelo, siempre me pregunte como tanta fuerza cabía en una mujer tan pequeña.

-eres una...-pero mi insulto fue interrumpido por su estruendosa risa burlona la cual enserio me hacía salir de mis cabales, me pare como pude y me limite a solo quedarme callado para hacerle sentir mi enojo, ella se seguía riendo, pero después me ofreció un chocolate para así expresar un tratado de paz, tome el chocolate pero aún seguía enojado.

Mi Otra vida en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora