Pov Evangelin
Enseguida jin ho dejo la cocina, fui detrás de él, había actuado extraño todo el día, y me preocupaba que tal vez estuviese enfermo, lo seguí hasta su cuarto y vi cómo se lanzó en su cama.
-¿te encuentras bien?- pregunte preocupada, después de verlo durante un minuto entero. Esto hizo que el quitara el brazo de su cara y pude ver como sus ojos estaban rojos.
-¿Qué haces aquí? ¿No te han dicho lo peligroso que es entrar en la habitación de un hombre?
- tengo 5 hermanos mayores, créeme que ya nada de lo que pueda encontrar en el cuarto de un hombre, me sorprendería.- dije riendo forzadamente- ¿te encuentras bien? ¿Estás enfermo?- tal vez tenía algo de fiebre y por eso sus ojos enrojecieron, así que, coloque mi mano sobre su frente para sí poder cerciorarme por mí misma.
-estoy bien- dijo mientras retiraba suavemente mi mano, y me veía a los ojos, ahí entendí que su malestar no era físico, sino que solo estaba triste. Hace tiempo leí en un libro, que la mejor cura para un corazón herido, es la caricia de otro corazón, así que le abrace, al pasar unos minutos, sentí que él correspondió a mi gesto, intente retirarme para poder ver su cara, pero él no lo permitió.
-lo siento, no quiero que me veas así- dijo él con voz quebrada.
-está bien- dije mientras acariciaba su cabello- me podrías contestar ¿hice algo malo?- dije después de unos poco minutos.
-¿Por qué preguntas eso?- dijo eso después de separarse y tomar mi rostro con sus manos y haciendo que me viera a los ojos.
-es que... dime por favor que no estás así, por algo que yo hice ¿o sí?- dije mientras lo tomaba por las muñecas.
-descuida-dijo sonriendo- yo, solo estoy algo deprimido por algo que pasó esta mañana, algo que me recordó a mi hermana.-dijo él soltando mi rostro.
-¿la madre de Shin?
-si... ella y yo éramos muy unidos, ella murió cuando tenía 7 meses de embarazo, tuvo un accidente automovilístico...hoy por alguna razón, he estado pensando mucho en ella, desde esta mañana.- dijo después de un gran suspiro. Esto me conmovió mucho así que le abrace de nuevo.
-¿quieres hablar de eso?- le susurre.
-ahorita... creo que no es el momento-
-descuida, estaré aquí, hasta que creas que sea el momento.
el con delicadeza me retiro y coloco las manos de nuevo sobre mi rostro y se acercó lentamente, mi piel se puso de gallina y mi corazón empezó a latir tan rápido, que por un minuto llegue a pensar que él lo podía escuchar, quería salir corriendo, pero ya había decidido no hacerlo desde la noche antes. Sentía como él se iba acercando, era casi hipnótico, nuestros labios estaban a punto de tocarse.
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Mi Otra vida en Corea
RomanceEvangelin, es una diseñadora de moda, la cual es dueña de una pequeña empresa en París, su sueño es que su marca, llegue a ser tan famosa como Channel. Ella viaja a corea, para poder estudiar publicidad, y si tener las herramientas para darle un alc...