Regreso a Seul

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Pov: jin ho:

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Pov: jin ho:

Vi a la señorita Evangelin a lo lejos me fue imposible no sonreír al ver como intentaba llamar mi atención moviendo ambas manos y dando pequeños saltos. Cuando me fui acercando poco a poco sentí que una voz que decía "park jin jo ¡qué bueno verle de nuevo! Rápido volví la mirada a esa persona era la señorita chois, La hija única del dueño de las corporaciones chois, Yo pertenecía a su gafete de abogados y su padre es un gran amigo mío, ella fue mi novia, pero cando shin nació terminamos, y no en buenos términos debo decir, por eso decidimos que lo que algunas vez tuvimos, quedara en secreto. Me incline mostrando mis respetos mientras decía- ha pasado mucho tiempo señorita chois-

-señor park sigue siendo muy formal. No ha cambiado en nada- dijo mientras tocaba mi hombro. Muy sutilmente retrocedí rechazando cualquier intento de coqueteo de su parte.

-Con su permiso tengo algo importante que hacer así que me retiro primero- me incline nuevamente, Pero cuando levante la mirada ya estaba la señorita Evangelin  en frente de mí.

-hola jin ho – dijo con la alegría con la que normalmente habla. Pero rápido se ganó una mirada de pocos amigo de parte de la señorita chois- ¿todo bien?- dijo de manera picara mientras pestañeaba exageradamente.

-Evangelin ¿Cómo te fue en parís? – dije siguiéndole el juego.

La señorita chois aclaro su garganta haciendo que ambos pusiéramos atención en ella.

-¿es su nueva dama de servicio digo secretaria sr park? ¿qué paso con lee hi yin? ¿Por fin la despediste? – dijo la señorita mientras levantaba una ceja. Vi como esta vez era Evangelin la que le dedicaba una mirada de pocos amigos.

-no-dije molesto- hi yin sigue trabajando para mí de manera tan diligente como siempre lo ha hecho- le pedí al cielo que me diera paciencia- y le pediré que por favor no se dirija de esa manera de nuevo ni a hi yin ni a la señorita Evangelin, Ambas son damas a las cuales le tengo muy alta estima y gran aprecio, Con permiso nos vamos, Primero- me incline y después tome a la señorita Evangelin por la mano y la lleve a la zona donde estaba la cinta giro métrica que traía los equipajes, Cuando llegamos hay la señorita Evangelin no dejaba de reír.

-¿Qué es tan gracioso?- pregunte mientras soltaba su mano-

-Dios ¿viste su cara? –Dijo entre risas- fue tan gracioso. Jin ho ahora me parece mucho más genial que hace 5 minutos atrás. ¡Qué manera más elegante de mandarla a pasear! – la señorita Evangelin se reía muy fuerte tanto que llamaba la atención de las personas. Pero por alguna razón no puedo evitar reírme tampoco. Ese ánimo de Evangelin era realmente contagioso. Seguía riendo aun cuando ya estábamos en el auto.

-¿tan divertido fue?- pregunte sin mirarle ya que estaba concentrado en el camino.

-no fue divertido. Fue épico- dijo con mucho énfasis-

Mi Otra vida en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora