Esto es Guerra

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Ya ha pasado un mes, rober Dayan y vincent siguen en mi casa, y sinceramente me están volviendo loca, pero lo soporto no mas porque amo ver a rober tan feliz, incluso ya han dejado de prestar atención cuando jin ho va de visita, kumiko lo hace realmente feliz, el no deja de hablar de ella, y incluso ya conoció a sus padres, los cuales no tuvieron en desacuerdo con su relación, ya que aunque no lo crean rober ha hecho una gran fortuna haciéndole publicidad a grandes marcas deportivas y ahora que iba a las olimpiadas del año entrante lo hacía un partido más atrayente. jin ho ha trabajado para mí todo este tiempo, y tengo que decirlo ha hecho un excelente trabajo, ya que conoce muchas personas influyente en corea, la marca se ha hecho famosa entre la alta sociedad, incluso diseñe un vestido para la esposa de presidente de corea, que ahora es una querida amiga a la cual visito semanalmente para tomar el té, no es lo único que ha logrado, también ha usado sus contactos en el extranjero y me ha conseguido buenos contratos, jin ho y shin también me acompaña a todas parte, ahora los 3 nos hemos vuelto inseparables, vamos a todos lados juntos. Un dia normal en la oficina de jin ho.

-falta un mes- le dije a jin ho que se encontraba absorto en el trabajo, esto lo hizo poner cara de sorpresa.

-¿para qué?- pregunto confundido, yo le mostré mi mano izquierda y señale el anillo, el sonrió.-¿no lo recordabas?

-discúlpame, claro que lo recordaba, solo que estaba pensando en otra cosa.-

-sabes, has trabajado demasiado-dije sentándome sobre su escritorio- ¿Por qué no salimos a algún lugar a divertirnos?- él sonrió-

-¿y si la jefa nos regaña?- dijo en tono de broma, mientras se colocaba cómodamente en su silla y enarcó una ceja.

-después yo me arreglo con ella- dije haciendo un guiño.

-¿A dónde quieres ir?- preguntó con una gran sonrisa.

-sorpréndeme- dije retándolo.

Salimos de la oficina, jin ho le dijo a yi yong. Que estaríamos ausentes, que cualquier cosa llamara por teléfono, pero también le dejó en claro que no quería recibir llamadas innecesarias, el contesto de manera afirmativa, con su usual nerviosismo el cual yo no entendía. Jin ho me llevó hasta el parque donde tuvimos nuestra primera cita, y donde nos dimos nuestro primer beso, yo estaba muy alegre, me encantaba como él recordaba cada pequeño detalle, él me abrió la puerta del auto y yo Salí, ambos empezamos a caminar por el parque tomados de la mano, algunas personas nos miraban extrañados, y algunos con mala cara, lo entendía éramos una pareja poco común.

-hace frío- dije riendo-

-eso es normal, es enero, y aún no ha acabado en invierno- dijo riendo también.

-sabes, cuando una mujer dice "tengo frio" es porque espera que el hombre que tiene al lado la abrace- dije sonriendo, el me miro por unos minutos.

Mi Otra vida en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora