Capítulo Dos: Advertencias Frías

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Gemma y yo nos habíamos tomado muchísimo tiempo en remodelar la habitación. Después de un mes entero con Gemma gastando todas sus energías creando máquinas, aparatos y mecanismos telequinéticamente, había terminado la parte técnica. La decoración la hicimos las dos semanas después de esa, con ayuda de Angelique (mi compañera mágica, que era una más de nuestro grupo ahora). Uno de los cambios fue que, en la pared de mi habitación, creamos una "pared de fotos", donde colgaba todas las fotos que sacaba. Algunas hasta tenían movimientos como las de Tara (cortesía de una tarde entera con mi tía explicándome cómo hacer el hechizo), pero la gran mayoría era parte de mi álbum. Y claro, otras las había agregado en mis últimos cinco meses y medio en la Academia. Fotos con Angie, con Gemma, con Carter, con Regina y algunas con mi familia.

Miré una en particular; una foto en la que estábamos Angie y yo haciendo muecas en la feria de la Academia. Carter siguió mi mirada y llegó a la foto.

— ¿Angie? Me parece buena idea. Es muy divertida y bondadosa —dijo Carter.

— Hey, ¿qué es de Nick? —pregunté.

— Oh, ya sabes. Intentando superar que lo mandaste a la FriendZone sin motivo. ¿Por qué lo hiciste? —preguntó.

— Siéndote honesta, estoy muy confundida. Me paso mis días, noches, tardes y mañanas pensando en Jackson; tanto que Nick se esfumó de mis pensamientos. Si yo no estoy interesada en él, lo correcto es dejarlo que busque a otras personas que sí lo estén —le expliqué.

— De todos modos, el otro día miraba a Angie bastante interesado... —dijo Carter.

— Oh por Dios. Nickelique es mi nuevo OTP. Claro, después de Cartemma. ¿Cómo van las cosas con Gemma? —pregunté. Él puso cara de enamorado y miró una foto de él y Gemma que estaba pegada en la pared.

— Increíble. Mejor que nunca. Es tan linda —dijo Carter entrando en estado "bobo enamorado".

Mi mirada se dirigió sin darme cuenta a una antigua foto. Tenía bastantes años, pero la recordaba muy bien. Era un día de lluvia y mis padres peleaban. Había salido corriendo de casa y sentado debajo de un árbol. Aquel chico me había dado su campera y me había hecho reír cuando lo necesitaba. Nunca supe quién era, pero me parecía un gran momento para averiguarlo.

— Carter, tenemos un caso. Operación foto, vámonos. Hace mucho que no hacemos una investigación —le dije, despegando la foto de la pared y arrastrando a Carter hasta la "sala de estrategias" o "centro de control".

— ¿A quién buscamos, Agente Alette? —preguntó mi amigo.

— Al chico de esta foto, Agente Carter —le respondí, apoyando la evidencia en la mesa central.

— ¿Hechizo localizador? —preguntó. Asentí y saqué a Xander de mi mochila.

— ¿A quién buscamos esta vez? —preguntó.

— Al chico de esta foto —respondí.

— ¿Hechizo localizador? Te apuesto lo que quieras a que está en el Reino, la campera que te dio... es una campera mágica. Como sabrás, necesitamos un elemento que te conecte con esa persona... y la campera es lo único que tenemos.

A regañadientes, me saqué la campera.

— ¿Siempre llevas puesta la campera que te dio ese chico unos años atrás? —preguntó Carter sorprendido.

— ¿Problema con eso, Carter? —le respondí a la defensiva.

— Ninguno, Courtois. ¿Qué te traigo? —Xander se abrió y la tinta apareció en una de sus páginas, dejándome leer el hechizo.

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