Capítulo Once: ¿Fue mucho la explosión? Me pregunto en el tren

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– Tenemos un problema –dijo Gemma. Ya nos habíamos ido de lo de mi tía (no queríamos los "créditos" por el desastre que ocasionó Jackson) y ahora caminábamos por las calles en dirección al colegio de mi prima, porque Xander informó a última hora que portaba un objeto.

– ¿Qué pasa, Latina? –Me acerqué a ella mientras buscaba unos guantes en mi mochila por el frío. Encontré unos que me dejaron sorprendida: eran los que me había conseguido Xander mi primer día en el reino.

– Tu prima está en clase, hay que sacarla de allí. –La miré como si fuese tonta, porque creí que habíamos dicho eso.

– Está en el colegio, no creí llegar mágicamente en la hora del recreo –contesté, obvia.

– Tracemos un plan, entonces. –Asentí y pedí que frenáramos.

– Carter y Gemma entrarán fingiendo ser nuevos y preguntarán como llegar al aula de física de segundo año. Una vez tengan eso, le pedirán a Autumn que localice el aula y una salida de emergencia. Nos mandan el camino más rápido por mensaje, y ahí será cuando Angie se dirija allí. Entra con el prototipo de los alumnos de ese año. Irás de incógnita, y para eso utilizarás tu equipo de invierno mágico. Te pondré un CamSticker (ya sabes, esas pegatinas con microcámaras incorporadas) para monitorearte y darte consejos sobre qué hacer. Haremos una mezcla explosiva y lanzaré unas llamas extra para completar el incendio. Después de evacuar, Kat usará su hidroquinesis para detener la explosión. Entraremos por la puerta principal y conseguiremos el objeto. ¿Todos listos? –Todos asintieron en acuerdo y empecé a preparar a Angie.

– ¿Para qué sirve la bufanda? –preguntó ella.

– Oh, se convierte en una soga o un lazo que podés usar para aprisionar a tus enemigos. Es divertido –expliqué.

– Divertido si no sos con quien lo probaron –comentó Nick con una mueca.

– Angie, Nick y yo vamos a estar ayudándote, sabemos que física no es tu materia preferida. Por fortuna, conocés a dos frikis que pueden ayudarte en eso.

Nick me chocó el puño y Angie soltó una carcajada. Mi teléfono vibró y lo saqué de mi bolsillo.

– Vaya que son rápidos. Solo seguí este pasillo y en la novena puerta a la izquierda está la clase. –Ella asintió y se puso en marcha.

– No me gusta física, ahora Angie creerá que soy uno de esos científicos locos –se quejó Nick.

– Tenés suerte que no tengo el micrófono prendido, Charpentier. Ahora sos inteligente, úsalo a tu favor. –Le guiñé un ojo y prendí el micrófono. Le pasé a Nick mi celular para que él hiciera de cámara.

– Ya entró –dijo él. Angie se sentó al final de la clase y esperó indicaciones. Le nombramos los elementos, la cantidad y el color y a los cinco minutos su mezcla parecía un volcán. Lancé algunas llamas de manera telepática y la explosión creció. Como supuse, todos salieron de la clase y mi prima Kat se dedicó a apagar las llamas con su poder especial.

No sabía de la magia desde antes, pero mi prima siempre tuvo debilidad por el agua. Era como si estuviera en su elemento y por eso la deducción fue pan comido. Entré junto a mis otros tres acompañantes y le regalé una sonrisa.

– ¿Por qué la vida de civil, Katytastic? –le pregunté. Ella se giró y corrió a abrazarme.

– ¡Alística, cuánto tiempo de no verte! –exclamó.

– Lamento haber tenido que causar una explosión para hablarte, pero necesito un favor.

– El collar, supongo. ¿Se lo doy a Gemma, cierto? –El plan de Xander seguía funcionando, al parecer.

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