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Me moví hacia adelante y hacia atrás, de un pie a otro, hasta que no pude soportarlo ni un segundo más. Mirando hacia atrás al reloj, viendo la hora, mi pulso se elevó a otro nivel.

—Mamá, ¿ya estás lista? —llamé.

—Cinco minutos más —dijo.

—No quiero perderme nada.

—No lo haremos.

Ella había dicho cinco minutos hace diez minutos, y nosotras estábamos
bastante cerca de lograrlo. El juego comenzaría a las siete en punto. Ya
estábamos a treinta minutos.

—Cielos —dijo mamá, entrando en la habitación, con aspecto fresco como
una rosa—. ¿Por qué tienes tanta prisa?

—Mamá, el estacionamiento va a llenarse rápido. El lugar siempre está
atestado por el campeonato.

—Tendremos un espacio, Sally.

Sí, pensé, probablemente en algún lugar en el siguiente condado. Tomó su tiempo aplicándose lápiz de labios mientras trataba de no dejar que la ansiedad me afectara. Broughton estaba bien este año. Su equipo no iba a entregar el título estatal. Chariot tendría que estar esta noche en su juego.

—Bien, lista —dijo mamá, balanceando su bolso en su hombro.

—Por fin —dije, agarrando las llaves, prácticamente corriendo hacia la
puerta.

Una vez que estábamos en el auto, aceleré el encendido, poniendo los ojos en blanco cuando mamá dijo:

—Cinturón de seguridad. —Por supuesto, me lo puse; siempre usaba el cinturón de seguridad, pero ella estaba cambiando las estaciones de radio como si nosotras tuviéramos siquiera tiempo para escuchar. Tal vez habría tardado sus veinte minutos llegar al estadio, pero no yo. A cinco kilómetros por encima del límite de velocidad no era realmente exceso de velocidad.

—Sally. —El tono severo de mamá me dijo lo contrario.

Me alivié de nuevo sobre las siete. Pero en serio, este era el campeonato.

—Parece que Harry hizo su elección —dijo mamá casualmente—. Creo que nadie esperaba que fuera a la Universidad de Carolina del Norte.

Todos pensaban que se iría fuera del estado.

—Lo sé, hablé sobre ello, sin embargo los Tarheels son el número uno.

—¿Es por eso que los eligió?

—No lo sé, mamá. También está cerca de su familia.

—Cerca de ti también –señaló—. Duke está a qué, ¿cinco kilómetros de
distancia de la UCN?

Le lancé un ¡no vayas allí!

—Estoy segura que eso ni siquiera pasó por su cabeza.

Mamá no daría marcha atrás.

—Y estoy segura que lo hizo.

¿Cómo podría hacerlo?, pensé. Harry ni siquiera sabía que había sido
aceptada. Él había estado evitándome desde aquella escena embarazosa en la biblioteca, lo que estaba bien porque también lo estaba evitando.

Extendiendo la mano, me detuve en una estación con un montón de guitarra y bastantes bajos.

Harry en realidad había hecho el anuncio ayer, y como todos los demás, había sintonizado para verlo. Él no había llamado después. A pesar que había contestado mi teléfono una docena de veces, no lo tenía tampoco.

Adorkable |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora