▶𝟶𝟸

785 62 18
                                    

Una luz empezó a molestarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una luz empezó a molestarme. Estaba despierta pero no quería abrir los ojos. Sabía dónde estaba. Pero poco a poco comencé a plantearme que aquello no fuera lo que estaba imaginando. Por lo que me aventuré a abrir los ojos...

Lo primero que descubrí fue un techo de tablas de madera. Aquello me resultó muy extraño, lo sentía todo como si estuviese viva, pero acababa de morir, no podía ser... Me incorporé lentamente y miré a mí alrededor; ahora era más extraño aún. Estaba dentro de una caja de madera, con varios agujeros circulares que quedaban casi a mi altura.

Todo era extraño, lo veía todo real, pero a la vez, sobrenatural. Fue en ese momento cuando decidí levantarme y quedé horrorizada. No tenía manos, mi cuerpo no era el mismo, ni tenía ropa. Mis manos eran ahora aletas negras, tenía pies de pájaro naranjas y era blanca y negra... Me atreví a tocar mi rostro y comprobé con nervios como me había cambiado, ahora ya no era humana. Tenía pico.

Aquello solo tenía una explicación. Estaba soñando. Pero si estaba soñando, no podía haber muerto... Era todo muy extraño.

Seguí contemplando mi cuerpo, con gran asombro y entonces empecé a pensar con detenimiento. No estaba soñando, era algo mejor. No solo había muerto y ahí se acabó todo, sino que me había reencarnado. Me había reencarnado en un pingüino. Toqué por encima de mi frente un montón de plumas que se juntaban haciendo el flequillo que tenía cuando era humana, echado hacia un lado, lo cual me sorprendió, era muy surrealista. Era una pingüina. En ese momento empecé a preguntarme por qué si me podía reencarnar, Dios no eligió otro animal, pero después entendí que debía conformarme con la segunda oportunidad de vivir que me había dado.

Decidí entonces asomarme por uno de los agujeros de la caja y vi atónita, que me encontraba en un ferry que se dirigía hacia un lugar que desconocía. Me sentí bien y mal al mismo tiempo. Me sentía bien por haber tenido la oportunidad de la reencarnación, pero si yo lo había conseguido, ¿dónde estaban mis padres? No tenía respuesta para eso. Quería ir en su busca, quería saber si habían tenido mi misma suerte, pero no podía porque no sabía adónde me llevaban ni cómo saldría de allí.

Me quedé mirando el mar y el horizonte con mis nuevos ojos, sin saber en qué pensar ni qué sería lo primero que haría cuando llegara a tierra firme. Lentamente me fui sintiendo cada vez más y más cansada, hasta que caí sobre las tablas y me quedé profundamente dormida.

 Lentamente me fui sintiendo cada vez más y más cansada, hasta que caí sobre las tablas y me quedé profundamente dormida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Uɴᴀ ꜱᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ᴘᴀʀᴀ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ 1 「Los pingüinos de Madagascar」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora