❛Sarah, joven científica que mira todo con su lado racional, se designa como una chica diferente. No obstante, algo inesperado pasará que le hará despertar su lado más animal❜
Esta pequeña historia, desde que la escribí, ha sido algo muy espec...
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Estaba a punto de amanecer, y aún no sabía cómo, pero estaba muy próxima a Central Park y me preguntaba cómo había llegado hasta allí con tal velocidad y precisión.
No encontré respuesta a eso. Solo seguí deslizándome y pude empezar a divisar de lejos, el gran Central Park.
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>>Kowalski y Private seguían deslizándose y el joven no sabía a dónde le llevaría el científico. Pero tenía confianza ciega en que no fallaría en su premonición.
Skipper los miraba de lejos, y por alguna razón, no quiso atacarlos, tan solo quiso seguirlos. De alguna extraña forma, sabía que no saldrían de Central Park.
Kowalski volvió a mirar al cielo; cada vez había más claridad y ya era posible ver perfectamente. Pronto amanecería y tenía la sensación de que aquel amanecer sería el de un nuevo y feliz día.
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Ya había entrado en Central Park. Al fin. La hierba me rozaba con suavidad, y me sentí con una gran sensación de paz y serenidad. Por fin había vuelto a casa, después de un mes. A mi nueva casa, con mis nuevos amigos.
No sabía por qué razón, presentía que aquel día sería maravilloso, aunque Kowalski no me estuviese esperando...
Algo interrumpió mis pensamientos. De lejos divisé una figura... No... Dos figuras que se deslizaban y venían hacia mí...
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>>Kowalski empezó a ir más y más deprisa, hasta el punto que ni siquiera Private podía seguir su ritmo. Kowalski estaba viendo algo a lo lejos y su rostro se iluminó como el sol del amanecer, renacido con nueva esperanza.
Kowalski.- ¡Private, creo que no fallé! ¡Creo que no fallé!
Pero antes del que Private pudiera seguirlo, Kowalski aceleró aún más, con una terrible e incontrolable alegría, ebrio de felicidad.
Ya lo lejos, Skipper también había visto lo mismo que Kowalski, y no podía creerlo.
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<<No puede ser...>> Me dije. Pero a la vez, sí podía ser. La segunda figura se había quedado atrás, pero la primera venía hacia mí aún más deprisa. Era...
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