▶𝟷𝟷

173 29 1
                                    

>>Una semana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

>>Una semana... Kowalski cada vez se sentía más vacío. No quería volver al laboratorio porque sabía que eso le traería recuerdos. Casi la misma angustia que sentía por Doris, la sentía ahora, solo que mayor aún. Si tan solo hubiera dicho el nombre de la poseedora de la segunda mitad... Si tan solo hubiera sido capaz de hacerlo... Pero es que ni siquiera él había sido capaz de asimilar que estuviera enamorado de dos chicas y que ahora tuviera que escoger entre ellas.

Sin embargo... él creía haber escogido ya.

No podía quedarse quieto, él quería salir del zoo e ir en mi busca, pero estaban los demás pingüinos, que no lo dejaban escapar de allí... y su hábitat se había acabado convirtiendo en su prisión. Cada vez que salía al exterior iba acompañado de alguno de ellos tres, por precaución.

Aunque le habían hecho ver que yo acabaría volviendo, él se negaba a quedarse de brazos cruzados. Quería salir de allí. Pensaba que yo ya no volvería, debido a la conversación que tuvo con Skipper... Si tan solo hubiese dicho un nombre... solo un nombre...

Aquel día había tratado de escapar de nuevo y había estado a punto de lograrlo, sino hubiese sido por Skipper. Había sido de madrugada, y Kowalski se había despertado de pronto. Reflexionó un momento, y cuando vio que estaban todos durmiendo, se levantó en silencio y trató de abrir la entrada de la guarida. Sin embargo, cuando lo había conseguido, Skipper ya estaba detrás de él, y Kowalski se preguntó cómo diantres se había despertado y cómo se había levantado sin que él lo percibiera.

Sin otra forma de apaciguar las ganas de Kowalski por escapar otra vez, se enzarzaron en otra pelea a base de golpes de kárate que, naturalmente, acabó ganando Skipper.

Noqueado, Kowalski volvió a la cama, pensativo, triste e incluso, avergonzado. Quería salir de allí y no sabía cómo hacerlo.

Kowalski se giró hacia la pared, para que ninguno de ellos viera que sus ojos se estaban llenando de lágrimas. Ya no sabía qué hacer, y no sabía si debía darse por vencido o debía seguir luchando...

Kowalski.- Sarah... ¿Qué he hecho...? —dijo para sí mismo.

Aunque había tratado de decirlo en voz baja, no se dio cuenta de que Skipper había podido oírlo...

... Y se sintió culpable por lo que estaba haciendo. Aunque tendría que mantener su posición. No podía dejarlo irse, se arriesgaba a perderlo para siempre, debido al estado en el que se encontraba.

Entonces Kowalski rompió a llorar en silencio. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Uɴᴀ ꜱᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ᴘᴀʀᴀ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ 1 「Los pingüinos de Madagascar」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora