Isaac Palacios está consciente de que sus enemigos aprovecharán cualquier oportunidad que tengan para eliminarlo, sin embargo, está resuelto a qué, si lo logran, no les sea una tarea sencilla.
Haciéndose valer de su envidiable audacia, logrará esca...
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Saqué el látigo y entré en uno de los vagones que estaba vacío, si había alguien, fácil lo vería...
- ven aquí puta, solo haces más larga mi espera, y con ello tu sufrimiento...
sentí algo muy pesado en mis hombros y después salí volando hasta estrellarme en uno de los bordes del vagón...
- ¿me buscabas?
Virginia Ventura se plantó frente a mi, fruncí los labios y agité el látigo...
- de tantas que Alonso tuvo a su merced eligió a la más fea...
- lo dudo, en ese caso te hubiera elegido a ti...
- solo somos un par de mil con las que estuvo uno de los más asediados personajes de la dinastía de los Palacios, lástima que Irving haya sido más cabrón que él en algún momento y lo haya dejado inservible...
- lo triste es que Irving tal vez fue más ágil que Alonso, pero no más que Isaac...
- otro cabrón que le encantaba conocer las vaginas de todas...
- menos la tuya, no te hagas, nunca te hizo el favor y eso te duele...
- bueno, aquí no está Victoria como para hacerla enojar, pero estás tú, y yo si me acosté con Alonso...
- como dijiste, fuiste una de tantas...
iba a disparar cuando le tiré el arma con el látigo...
estaba por aproximarme a ella cuando un par de chicas más entraron a nuestro vagón, una encima de la otra...
Aída encima de Karen...
Aimée tomó impulso y saltó encima de Karen cuando ésta quiso levantarse, volví a la carga por Virginia y comenzamos a pelear...
- pero que injusto, son 3 contra 2...
- ya vine querida...
Karen, pero la Porcayo, apareció en escena... y como decimos en ésta, mi tierra, cada oveja con su pareja...
me perfilé frente a Ventura y comenzamos a pelear, le di con el látigo...
- dicen mi pequeño es medio pervertido, quiero que sepas que él me enseñó a golpear con el látigo ¿te gusta como se siente, puta?
le di un rodillazo en la cara y la levanté de los cabellos...
- Vicky, Vicky, Vicky... ¿por qué te ensañas en hablar de mi pequeño? Alonso es mi marido, mío, no me gusta que hables mal de él, mucho menos que me recuerdes sus errores, así lo amo, aunque sé que es hijo de la chingada mujeriego y que mientras pueda mirará a otras putas, pero mientras sea yo la que duerma con él, me siento bien... me enfurece - dije mientras la pateaba - que le insulten, es bueno en lo que hace, es bueno en la cama, no como antes pero no me deja deseosa de nada, pero eso es algo que solo yo puedo decir, porque ya se casó conmigo... aunque te duela el culo, querida...
