Ayna bajó al comedor después de haber deshecho la maleta y se encontró con que todos estaban ya a punto de comenzar a servir la cena.
-Íbamos a llamarte ahora mismo para que bajaras –dijo Oliver –espero que os guste la comida aunque no cocinemos tan bien como nos gustaría –rió.
Habían parado la gran mesa del comedor para que pudieran caber todos sin ningún problema aunque les dijo Nathan, que normalmente solían comer en la mesa de la cocina.
-Apuesto a que no sabéis quien acaba de llamarme –fue lo primero que escribió Ayna dirigiéndose a Peter y Andrew –los dos movieron la cabeza negativamente –Liz, acaba de volver del intercambio –los dos chicos se devolvieron una mirada entre ellos y Peter no pudo contener un gesto de exasperación.
-¿En serio? ¿Tan pronto? –dijo –no se calla nunca ¡Ayna dile que se vuelva a Europa! ¡Qué no la quiero cerca de mi para que me amargue la vida! ¡Esa chica está loca!
-Peter tiene razón, suerte que estamos en Los Ángeles y podemos disfrutar de unos días mas sin tener que soportar sus tonterías –corroboró Andrew.
-¿Tonterías? ¡Cuando era pequeño me tiraba de los pantalones y me pegaba los cordones de los zapatos con pegamento! –continuó Peter. Estaba exagerando, solamente le caía mal Lizzie porque solía meterse mucho con él desde que era pequeño –suerte que no llegó antes de que nos marcháramos… ¡tres semanas de tranquilidad antes de volver a casa!
-No estés tan seguro –Escribió Ayna y les tendió su móvil para que pudieran leer la conversación que había tenido con ella unos minutos atrás.
-¡Fantástico! –dijo Peter sarcásticamente –esa tía hace lo que quiere y cuando quiere, es como si el mundo normal no fuera para ella –y aquello era lo que la hacía especial, pensó Ayna, era la única que había conseguido hacerla cambiar a buen humor en los peores momentos y aun teniendo esa forma de ser tan inusual siempre se había mantenido a su lado y la había ayudado en todo, tenía un gran corazón.
-¿Quién es Liz? –preguntó Nath sentándose a la mesa con los demás mientras Oliver acababa de dejar la cena lista.
-Es la mejor amiga de Ayna –dijo Andrew –es un poco peculiar
-Huye –le dijo Peter –aun no te conoce, puedes escapar –Ayna hizo girar los ojos pensó que se estaba comportando de una manera demasiado dramática.
-Si de verdad aparece mañana aquí puede dormir conmigo en el desván –dijo –es capaz de dormir hasta en el jardín con tal de no perderse el espectáculo.
La discusión se alargó durante la cena y los Ross se mostraron más que desconcertados por la reacción de los chicos debido a que no conocían de nada a Lizzie, pero no pusieron ningún problema a que se quedase en su casa. La cena estaba buenísima, Oliver, sin lugar a dudas era más buen cocinero de lo que el mismo se creía. Mientras acababan de cenar y recogían la mesa empezó a llover fuera, primero lentamente y luego con fuerza, golpeando despiadadamente los cristales de los ventanales.
Después de cenar decidieron poner una película y se sentaron todos apretujados en el gran sofá de la sala de estar mientras el constante repiqueteo de la lluvia en los cristales les hacía de banda sonora. Estaban tan incómodos compartiendo el sofá que a media película Andrew y Nathan tuvieron que coger dos cojines y sentarse en el suelo. Peter se quedó dormido profundamente y entre todos acordaron parar la película y ponerle pasta de dientes en la nariz mientras roncaba sin cesar. Mientras Oliver daba a cabo la operación hubo un momento de máxima tensión en que pensaron que Peter iba a despertar pero este respiró hondo y continuó durmiendo sin importarle nada lo que sucedía en el mundo a su alrededor.
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A Través de la Música
Teen Fiction¿Como puede una persona sin voz llegar tan lejos en el mundo de la música? En este loco mundo en el que todo es posible aunque a simple vista nada lo parece. Ayna es una de esas personas que lo ven todo imposible hasta que se dan cuenta que pueden c...