Capítulo 14

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Elizabeth.

Empecé a buscar a Christian debido a que no lo encontraba por ningún lado y no quería que se vaya hasta que yo me vaya. Vinimos juntos, nos tenemos que ir juntos. Recorrí todo el salón pero no lo encontraba por ningún lado. Vi a Ashley sonreír junto a Cameron lo que me hizo sonreír a mí. Me fui a mi mesa donde estaba mi cartera, busqué mi celular y empecé a llamar a Christian. De las tres veces que lo llame, no me atendió en ningún momento.

Empecé a caminar nuevamente por el salón para seguir buscando a Christian. Me metí en la cocina pero tampoco estaba ahí. Cuando estaba pasando por los baños, lo veo salir a Christian de un cuarto que no sabía qué era acomodando su saco, detrás de él salió una joven que si no me confundía era una prima lejana de Ashley. Ni siquiera se dijeron algo y ella se fue. Miré a Christian hasta que él me vio.

Se acercó a mí con una sonrisa. No podía entender cómo era tan cínico. Sentí tantas ganas de hacerle una escena pero lo único que haría era el ridículo y él me diría palabras tan hirientes que era mejor dejarlo así. Me agarró la mano pero no lo dejé ni por dos segundos sostenerla.

-¿Por qué hiciste eso? -la pregunta salió tan rápido de mi boca que no llegue a pensarla.

-¿Qué hice?

-Tú sabes lo que hiciste.

-Iluminame. -sonrió con picardía.

-Follaste con alguien, acá. -lo miré con detenimiento y juro que nada pasó por sus ojos ni su cuerpo se movió.

Era como si no le importaba nada a él y sabía que no le importaba pero a mí sí me importaba porque me molestaba mucho que él haga eso. E incluso me molestaba que a él no le importe. Estaba tan confundida con todo, con él. Me di cuenta que había sido un error invitarlo a la boda, no sé en qué estaba pensando en ese momento pero lo hice y estoy pagando las consecuencias de ser tan idiota y de que él me guste un poco.

Me había convertido en esas chicas que nunca me agradaron. De esas que están medio encaprichadas con un idiota que las usa y ellas saben que son idiotas, las usan y están con otra cuando ellas no pueden. Para mí era algo tan denigrante pero al parecer siempre nos llega algo que nosotros odiamos o simplemente nos convertimos en algo que odiamos.

-No te engañe ni nada, deja de joder. No estoy acá como si fuera tu novio, soy tu amigo. La gente piensa que somos algo más pero no lo somos. -me miró tan fríamente que sentí quemarme. -No creas esta estúpida mentira, nena. Recuerda; no somos nada. Estoy acá porque me voy a cobrar el favor.

-No eres más que un idiota.

-Dime algo que no sepa, nena.

-Deja de decirme nena. No pretendo ser como las que follas y no recuerdas su nombre y le dices nena.

-Te sorprenderías...

-Contigo tengo muchas sorpresas ya, no quiero ninguna más.

-Sería tu peor sorpresa.

-Tú eres lo peor.

-Pero no puedes negar en la manera en la que te tocó...

-Eres tan horrible como persona que me desagrada todo...

Christian agarró mi mano y me metió en el mismo cuarto del que salió con la chica y me dio un beso mientras me acorralaba haciendo que mi cuerpo choque con algo en mi espalda lo que me dolió pero no me molesto. Sentí sus manos de mi cintura bajando por mi trasero al que apretó y usó para acercarme a él y pegarme a su erección. Solté un gemido en sus labios haciendo él sonría en el beso apasionado.

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