Capítulo 8

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Charlie.

Estaba acostado en el sillón de mi casa pensando en la charla que había tenido con mi mejor amiga; Elizabeth. Me había contado de unos mensajes que le había mandado Christian y su reacción;

《Hola》

Un número desconocido me mandó aquel mensaje. No sabía reconocer el número así que le contesté:

《¿Quién eres?》

《Christian》

Abrí los ojos al ver el mensaje de la sorpresa. Era Christian. Me sorprendí mucho al ver su nombre en el mensaje. ¿Era broma? Luego de todo lo que me había dicho, creí que nunca más íbamos a hablar porque para él fui un polvo. No sabía de qué manera había conseguido mi número, pero eso fue lo que menos me importó y menos pensé en el momento. Me sentí poderosa al ver que él volvía a insistir conmigo. Tal vez era una idiota al pensar algo más. Le contesté :

《¿Cómo estas?》

《¿Podemos vernos?》

Miré el mensaje de Christian. ¿Acaso no podía esperar tres mensajes para hacerme saber que quería sexo? ¿No podía mentir? Suspire y contesté:

《No puedo.》

El mensaje fue visto pero nunca respondido. Me mantuve en la conversación con Christian pareciendo una adolescente de quince años. Christian aparecía en línea pero no contestaba. Dejé el celular en la mesa y fue al sillón para terminar de ver la película de antes. Aunque quise prestarle atención, no pude. Mi atención estaba en el mensaje. Christian se mantenía en su cabeza. Me levanté del sillón y agarré mi celular para entrar a la conversación y escribir:

《¿Tu propuesta sigue en pie?》

《No, ya encontré a alguien más.》

《Con un 'no' estaría todo mejor》

《Si te mando un mensaje es solo para tener sexo, no para saber si estás bien o mal. Agradece que te digo hola, nena.》

Tiré el celular enojada por ese mensaje. Odiaba que sea así porque, aunque no éramos nada y yo no sabía nada, me gustaba que me valoren y me traten bien como a toda mujer le gusta y merece y como todo hombre debe tratar a una mujer. El celular volvió a sonar y lo agarré, era un mensaje de Christian:

《Te enoja pero es la verdad, un lugar donde no te gusta vivir.》

《Tú no me conoces.》

《Podría decir que sí, aunque más conozco tu vagina》

《DEJA DE HABLARME ASÍ, IDIOTA》

《Esas mayúsculas dan miedo》

《Eres un misógino de mierda》

《Cierra tu maldita boca, inmadura de mierda. Si a ti no se te puede follar y dejarte, no es mi problema. Fuiste una vagina más que conocí.》

Volví a dejar el celular en la mesa. Esa vez no fui a ver la película, fui al baño para darme una ducha. Estaba realmente enojada por ese mensaje. Nadie me había hablado así en mi vida. Mis padres me enseñaron a respetar a los demás y a hacer que yo sea respetada por los demás. Y a Daniel le enseñaron a que a la mujer siempre se la respeta. Mi papá nunca me había elevado el tono de voz, ni a mí ni a mi mamá. Eso era lo que tenía que pasar siempre. Pero de pronto y de la nada, llegó Christian y no cumplía con nada de lo que yo conocía. La manera de ser de Christian, no la conocí nunca, con nadie. Él era un hombre especial, según todos los hombres que había conocido los cuales fueron pocos.

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