Capítulo 16

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Elizabeth.

Eran las nueve de la noche y estaba caminando junto a Charlie cuando salimos del restaurante. Su auto estaba en la puerta del restaurante y el mío estaba a unos metros. Cenar con Charlie luego de pasar un día completo con él era muy lindo ya que con él nunca terminaba de divertirme.

-Dile gracias al señor Pene Grande de mi parte porque no interrumpió la cena.

-Se llama Liam.

-¿Se van a ver mañana?

-Sí. -sonreí.

-¿Y Christian? -me preguntó.

-Fue sexo y nada más.

-Te felicito. -me sonrió . -Me gusta que aprendas rápido.

-Gracias, supongo. -le di una sonrisa.

-Me voy así me pongo a ordenar mi departamento. Esto de las vacaciones me tiene como una vaga.

-Me imagino tus dos remeras en el piso y un zapato mal acomodado, qué vergüenza. -dijo con sarcasmo.

Negué con la cabeza riendo y me acerqué a darle un abrazo como despedida. Me dio un beso en el cachete y me pegó en el trasero cuando empecé a caminar a la esquina en busca de mi auto. Vi a alguien apoyado en mi auto y me dio un poco de miedo. Me acerqué con intenciones de pedirle por favor que se vaya pero al ver de quién se trataba, me quedé parada sin saber qué hacer.

Christian tenía su cabeza agachada, casi escondida en sus rodillas. Tenía una campera de jeans y un pantalón negro. Me acerqué con cuidado y le toqué la cabeza para que él me miró. Me miró, noté que sus ojos estaban hinchado y parecía haber estado consumiendo drogas lo cual no me sorprendía. Me agache a su altura y él parecía hipnotizado porque no sacaba la mirada de mí.

-Lo siento.

-¿Por qué? -pregunté.

-Es mi cumpleaños. -dijo él, evadiendo mi pregunta.

-¿En serio? Feliz cumpleaños. -sonreí y me acerque a él para darle un beso en la mejilla. -¿No la pasas con tu familia?

-¿Quién es mi familia?

Estaba tan ido de la realidad. En otras palabras, estaba drogado pero sentí tanto sus palabras que me dio pena por él. Creo que lo peor de todos es tener que pasar tu cumpleaños solo.

-Lo siento.

No dijo nada. Parecía pensante, como si estuviera pensando en algo nada importante. Me dije que eran las drogas que tenía en su cuerpo que lo hacían de esa manera tan extraña y aunque no sabía qué droga había consumido, sabía que era algo que lo hacía decaer. Se sentó en la vereda y del bolsillo de su pantalón sacó un porro y un encendedor. Prendió el porro y lo empezó a fumar con tranquilidad.

Me atreví a sentarme con él, podía pasar la policia y vernos y si eso pasaba lo más probable es que nos lleven detenidos y si eso pasaba, podría morir. Lo miré y sus ojos estaban rojos e incluso hinchados. Agarre mi celular y busque algo de señal para buscar en internet algunos efectos de la marihuana. Con Charlie habíamos hablado sobre las drogas por un amigo de él que había caído en las drogas y estaba en rehabilitación pero no me acordaba nada. Busqué los efectos de la marihuana.

Christian me arrebató el celular y agarró mis mejillas para darme un beso en los labios que me sacó el aire por completo. Me acercó un poco más a él, pasé mi brazo por su nuca y acaricie esa parte de su cuerpo. Tenía un olor asqueroso en la boca y me desagrado pero sus labios eran una delicia y me gustaba ser besada por él. Aleje todos los miedos que tenía y me dediqué a corresponder su beso y todo lo que él quería y necesitaba en ese momento.

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