Desperté y sentía mi cuerpo pesado, estaba cansado y aunque no me acordase parece que dormí mucho. Mis ojos estaban ardiendo y rojos como si hubiera estado llorando. El día estaba normal, había Sol pero nubes ¿Se entiende no?
Me levanté y fui a la cocina, por alguna razón moría de hambre ¿Cuánto dormí?
Cuando pise el suelo de la cocina con mis pies descalzos sentí lo frío que estaba. Frío, así me sentía hoy. Me sentía mal, triste, no tengo idea de porque. Pero parece que mi alma se siente mal. "Tuve un mal sueño" trataré de pensar que es por eso.
Fui a la cocina y como siempre tan torpemente se calló un vaso de aluminio al suelo que hizo ruido en todo el barrio.
-¿Enzo? -era papá, ¿Y si no soy yo, quién más?
-Ehm... Si.
Apareció, estaba en la sala supongo que haciendo no sé. Yo estaba más dormido que despierto.
Entonces mi padre me abrazo fuerte, parecía un abrazo de consuelo.
-¿Estas bien? -parecía preocupado, parecía triste.
-Eh... Si ¿Por qué? -sinceramente no tenía idea de que estaba pasando.
-Me enorgullece como te lo estás llevando.
-¿De qué hablas? -me estaba desesperando ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Qué ha pasado?
-Lily... -Lily... Ya no hacía falta que siga, lo recuerdo, por eso estaba así. Por eso dormí, por eso estaba preocupado. Lily. Y entonces empecé a llorar.
Me tire al suelo de rodillas pero el me atajó y me abrazó. Yo lloraba y mojaba su hombro. -Lo... ¿Lo olvidaste?
-Era real... -empecé a recordar. Recuerdo que llegue de lo de Jorge y quice ir a mi habitación pero me encontró mi padre en la escalera y al ver mis ojos rojos me preguntó si pasaba algo, recuerdo que lloraba, que solo alcance a decirle "Lily" y supongo que para el esa explicación fue más que suficiente
-¿No se suponía que iba a salir todo bien?.-
El solo me abrazo hasta que yo decidí ir a mi habitación. ¿Por qué lloraba? No es el fin, no todavía. No está definido, ni siquiera se que de supone que va a pasar. Jorge me pidió ir a su casa para decírmelo de frente, no quería que fuera por teléfono. "Lily está en coma" fueron las palabras más confusas. Pedí alguna explicación que no entendía nada. Pero solo dijo eso y tuve que volver a casa a pensar y caí en la cuenta de que ella está entre la vida y la muerte. Y lloré, por miedo a perderla, y ahora ese miedo está más presente que nunca.
No quería salir de mi habitación. No quería comer ni ver televisión, ni ver a nadie ni nada. Quería ahogarme en mi tristeza. El lunes era obvio que tendría que levantarme y salir de mi refugio para ir al colegio, pero ¿Un zombie podía entrar al colegio? Volvía del colegio y me emserraba en mi cuarto, en el colegio ignoraba a cualquier ser humano que quería hablarme incluyendo a mis amigos.
-Hijo... -mi padre golpeó la puerta después de 3 segundos sin ninguna respuesta la abrió. -¿Quiéres salir?
Yo moví mi cabeza en señal de "No"
-¿Quiéres ir a verla? Te puedo llevar.
-No quiero.
-Ya es miércoles desde el sábado que no sales de tu habitación solo para ir al colegio. Por lo menos come. -mi padre sonaba preocupado pero ¿Qué quiere que haga? -No puedes quedar así cuando algo malo pasa... Nunca podrás vivir.
-Déjame aquí a llorar un rato, déjame ser débil. Ya volveré afuera. Solo déjame.
Dicho eso salió, se que no quería pelear, pero yo no queria salir. No quiero ir a verla, no quiero ver su cuerpo en una cama con tubos por todos lados y con aspecto de muerta. Verla sin que esté sonriendo, y lo peor de todo ver como mi promesa no era sierta, ver como le mentí. No podría soportarlo.Ya era viernes yo no salía, mi padre me traía comida pero no comía ni la mitad. No quería saber más nada de la realidad, quería enserrarme y así vivir.
Al regresar del colegio mi padre estaba en casa.
-Hola.
-Hoy vas a salir. -no me lo estaba preguntando, pero yo sí le respondí.
-No.
-Entonces vas a ir con un psicólogo. -¿Por qué tenía que llegar a casos extremos? Yo solo quería estar un tiempo solo.
Yo lo ignore y fui a mi habitación. No tenía ganas de estar hablando y de todos modos aunque me lleve a un psicólogo tampoco pienso hablar con él.
Por alguna razón, no siento a Lily; puede que esté viva pero... Yo siento que ella no está. Y eso me hace caer en depresión, capas mi padre tenga razón. Tengo que ir a verla, aunque ella no se entere, tendré que ir a verla. Creo que ya alcanzó una semana de llanto. Dejaré de ser un llorón aunque ya ni me importe ser fuerte.
El fin de semana me la pasé debatiendo si ir, o no ir. Pensando en como sería, haciéndome preguntas, y así. El lunes me decidí, iré a verla después del colegio.
Dentro del colegio me sentaba solo y Mar siempre trataba de hablarme aunque yo la empecé a ignorar por un capricho estúpido. Pero notaba que me miraba de reojo todas las clases o que buscaba una ocasión para "Encontrarnos por accidente" yo notaba todo. Pero no quería, quería estar solo. Capas yo soy el problema, quizás yo atraigo a la mala suerte. Si es que existe, o quizás solo es el destino, pero lástima que no creo en el. Yo digo que nosotros creamos nuestra vida depende a nuestras elecciones, no que todo debería de haber pasado así. Para mi el destino es solo un consuelo para esas personas que cometieron un error "Eso debía pasar" "Todo pasa por algo" ¿Y si en realidad no? ¿Y si en realidad cambiaste algo? Yo no sé en qué creer, sinceramente no sé... Pero ahora sólo creo de que yo soy el error.
Camino a casa me encontré con Jorge el estaba en su bicicleta, me miraba y en sus ojos se podía notar la tristeza.
-Hola... -me saludo sin mirarme, yo no dije nada solo lo miré.
Todo se volvió oscuro, todo sin colores, todo sin ton y son. ¿Me hacía falta la sonrisa de Lily? ¿O el apoyo de mis amigos? No lo sé...
Llegué al hospital y tenía miedo, sentía que estaba temblando; tenías ganas de correr y volver a mi casa. Al llegar en frente de su puerta la golpee pero nada. Vi por la ventana que daba al pasillo y no había rastro de alguien. Ella se fue, nunca se me cruzo por la cabeza eso. Pero no estoy seguro para sacar conclusiones. Fui con la recepcionista.
-Hola... -la saludé sin ganas.
-Hola Enzo. -me dedicó una sonrisa, tenia brackets; recién me había dado cuenta.
-¿Lily? -supongo que entendería.
-Oh... Ella...
-Ya sé. -la interrumpí bruscamente, soné muy duro, no quería eso. -Quiero saber dónde está ahora.
-Oh... Si claro. Esta en la... -reviso su computadora. -En el 4 piso en la habitación n° 109.
Yo salí y me fui al ascensor. Piso 4 n° 109 repetía en mi cabeza.
Busqué, llegue y golpee suavemente la puerta.
-Hola... Enzo... -era su madre, la recordaba. Y ella a mí.
-Hola.
-Pensé que no vendrías más, Lily me había dicho que venías todos los días...
-Si, no pude.
-Claro, pasa. Yo iré afuera.
En cada visita con ella nunca estaba su madre.
Esta nueva habitación era más grande y con más cosas, electrónicos.
Ella estaba acostada "Esta durmiendo" me dije a mi mismo. "Parece muerta" respondió la otra parte de mi. Tenía tubos que salían y entraba de su cuerpo, tenía algo para que respire y para controlar su pulso, eso era lo único que me aseguraba su vida. Toqué su mejilla lentamente, estaba tibia. No, estaba normal, ni fría ni tibia.
No me gusta verla así, sin que sonría, sin siquiera moverse. Cuesta creer que no está durmiendo.
-Lily... -dije mientra tocaba su hombro. -Despierta.
No despertó, no lo va a hacer... Pero tenía una vaga esperanza de que abriera sus ojos.
Me quedé allí solo mirándola sin saber que hacer ¿Qué se supone que haces cuando vas a visitar a alguien en estado de coma? Nadie te prepara para esto... Solo tienes que estar listo.
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Ella Era Como Su Guitarra.
Novela JuvenilEnzo era un pianista. Lily era guitarrista. No podían ser más distintos ¿Cómo llego el amor? Enzo era nuevo en la ciudad, ellos se hicieron amigos, pero el se terminó enamorando. Por alguna extraña razón ella faltaba mucho a clases, pero nunca revel...