Ella Era Como Su Guitarra.

No te vayas.

Ya en el colegio fui con Jorge y sus amigos, no quería estar solo y Jorge dijo que no le molestaba que este con ellos.
-Ooh... El niño genio. -habló Martín, si es el chico de mi curso, ya lo había mencionado el de los pelos parados.
-Si, es muy inteligente. -presumió Jorge en mi lugar.
Ellos siguieron hablando y me excluían, o mas bien yo me alejaba aunque Jorge me seguía metiendo en la charla.
Tenía muchos amigos, chicos y chicas. Sasha:Chica alta, blanca, ojos marrones y pelo como el mío. Me di cuenta que molestaban a Jorge con ella.
Hernán: Unos de los populares, el típico chico guapo y presumido.
Felipe:Mejor amigo de Hernán, presumido a simple vista, pero cuando lo conoces parece simpático. Hablé un poco de musica con el, toca el violonchelo.
Ludmila: Morocha, linda y simpática. También hablamos, pero por educación.

Hablé un rato con ellos pero me sentía sobra en su grupo.

-¿Por qué te comportas así? -me preguntó Jorge, parecía decepcionado.
-Es como soy. -se lo dije de mala gana para que no siguiera.
-Son mis amigos y me gustaría que se llevaran bien.
-Me llevé bien con Ludmila y Felipe.
-Hablaron 5 segundos. -si un bostezo enorme.
-No va a funcionar, yo tengo mis amigos y tu los tuyos, mi grupo es pequeño pero verdadero. -no me hablo mas de regreso a casa. ¿Qué espera? Yo no soy así.

Lily, era hora de ir a verla.
Hola recepcionista, hola enfermero, hola enfermo, hola gente que no conozco.

-Hola Lily. -hoy le hablaré me habían dicho ya varias veces  que ella puede escucharme, espero que sí, por qué sino parezco un idiota. -Te extraño ¿sabes?, ya extraño tu sonrisa, tus gestos, tu personalidad, ya te extraño... ¿Quieres despertar? He oído decir por ahí que tu eres la que decide. Tu decides si quedarte o irte, si, lo saque de un libro. -Lo saque del libro que me prestó Mar. -También dicen que no es cosa tuya que solo si tu aguantas y tienes fuerza de voluntad. No me importa, pero si es que tu decides o tu tienes que ver, yo te pide, ¡Te exijo que vuelvas! - y empezaron a caer mis lágrimas. -vuelve por favor, no te mueras, me dijieron también, que estás entre la vida y la muerte. Vive... Te necesito, necesito escucharte, no podré vivir... ¿sabes? Nunca he amado a alguien solo a ti, tu trajiste un nuevo color a mi mundo, un color que faltaba pero no me había dado cuenta, era un color muy necesario pero yo no lo sabía, me enseñaste a vivir, a vivir de otra manera, llenaste mi mundo de ese color y ahora, ¡ahora quieres marcharte! Ahora que no puedo vivir sin el... ¡No te atrevas a abandonarme! ¡No ahora! No ahora que te necesito más que nunca... Te extraño Lily, te amo Lily... Vuelve Lily... No te vayas Lily. Si te vas, yo... Yo no te lo perdonaré...

Fue mi intento de charla, por lo menos lo hice y como todo inútil, empece a llorar.

-Lo estas haciendo bien. -levante mi mirada y era Sccay.
-Soy un fracaso.
-Si, lo eres, pero no te preocupes. -era tan sincera, que aunque quisiera enojartr lo que dice, no puedes. Pues sabes que es verdad.

-Ya vengo. -se fue caminando en el piso frio con sus pies desnudos.
Yo solo opte por secarme las lagrimas y sentarme en el suelo.

Acto seguido, Sccay entra con una caja, trae un Órgano.
-Me enteré que tocas el piano.
-¿De dónde lo sacaste? -ella hacia cosas raras.
-Es un regalo de mi padre. Suele darme regalos costosos para comprarme pero yo solo me río.
-Pensé que tu padre estaba muerto. -estoy seguro que había dicho que no tenia padres.
-No dije que murió, solo dije que no tenía. -lo decía tan tranquila mientras sacaba el órgano.
-¿Puedes contarme esa historia? -ella me miró.
-¿Seguro?
-Por favor. -ella respiro profundo y habló.
-Nací, mi madre era una mujer bastante rara ¿Sabes? Mi padre un tipo muy tranquilo. ¿Cómo fueron a enamorarse? De todos modos no duró mucho. -ella no me miraba mientras contaba esa historia, la historia de su vida. -Mis padres terminaron, pero mi madre se enteró que estaba embarazada. Y por obligación volvieron. Un día, cuando yo solo tenia 8 años mi padre tuvo que viajar por negocios. Recuerdo que yo era su princesita, era la mimada. En ese viaje entraron a robar en mi casa, los ladrones sabían que el no estaba. Mi madre solo quizo protegerme, vi como un cuchillo atraveso su estomago. Vi con mis propios ojos como la mataban. -estoy completamente en shok, nunca de los jamás es me habría imaginado algo así. -Recuerdo que me gritaba que huyera, pero yo solo quede como una estatua, los hombres no me hicieron nada. Solo se llevaron las cosas mas caras y se fueron dejandome en una pesadilla de la que aún no e despertado.
Mi padre quería mi custodia, pero mi abuela ganó.
"-¡Tu no sabes como cuidar a una niña! -todavía recuerdo esos gritos desde mi habitacion, venían de parte de mi abuela materna.
-¡Es mi hija! -recuerdo que cada vez que discutian yo lloraba mares.
-¡Cuando sea grande ella decidirá! -yo quería ir con mi padre, pero no podía hacer nada hasta ser mas grande."
Ese fue mi deseo hasta que solo 6 meses después mi padre encontró pareja. Solo hacia meses que mi madre había muerto y ahí empecé a tenerle rencor. Y también desde ese día el trato de robar de nuevo mi corazón pero ya era tarde.

Físicamente era rellenita, y era la burla del colegio, deje de comer y adelgazar con tan solo 10 años. Mi abuela me trajo aquí y desde ahí no me volví a ir.

-No lo sabía, fue tan trágica.
-Seguro. -dijo sin darle importancia, mientras yo ya estaba por llorar. - Cuando me trajo empecé a ver este lugar como un hogar, y se que si salgo tendré que ir con mi abuela o mi padre y no quiero eso.

Para cambiar el ambiente empecé a tocar ese órgano como mi corazon guiaba, dejaba que el moviera mis dedos.
-Esta va para ti también Lily.

Y adivinen que... Triste, salio una tonta melodia triste.
-Toca algo más alegre si se lo vas a dedicar a ella.
-Lo sé, lo siento.

Empecé otra vez, esta vez deje que los recuerdos de Lily toquen. Y ahora si, la musica alegre y divertida salió.

-Se ve feliz. -dijo Sccay con respecto a Lily.

¿Se ve feliz? No encuentro diferencia.
Miro su cuerpo y trato de encontrar algo que sea parecido a feliz.
Su pelo ya esta largo casi llega a los codos, yo me lo corté. Porque ya estaba largo, Mar se lo está dejando largo al igual a Jorge que ya le pasaba las orejas y no se lo cortaba, hasta se hacía una pequeña y graciosa coleta para jugar al fútbol.

-¿Qué te gusta hacer Sccay? -empecé a hablar.
-Bueno, aquí no hay mucho que hacer pero me gusta visitar a los niños.
-¿Te gustan los niños?
-Si, me encantan.

Ella siempre tenía un chupetín. ¿No se le terminaba nunca?
-¿Extrañas la comida?
-No, yo como. Poco, pero lo hago.
-¿Y entonces porque sigues aquí? -me parecía ridículo si es que no tiene nada.
-Porque lo vuelvo a vomitar. No mantengo nada, como para vivir, pero al final lo devuelvo.
-Eso no es vida.
-Yo no sé que es eso