Crazy ➸Steve Rogers (PAUSADA)

|13|Dare Devil

CAPITULO 13

“Estado mental suicida, violento y trágico”

|Doble actualización|
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Ellionor soltó un fuerte resoplido —Esto es aburridoo — alargó la O echando la cabeza un poco hacia atrás. —¿Seguirán mirándose las caras de idiotas?, ¿O actuarán de una vez? Encerio, porque aunque verse sus caras de idiotas es entretenido, que empezarán a golpearse lo sería aún más. — alzó una mano y la movió como si estuviera balanceado algo —Es como un 50 sobre 50.

Steve decidió que ya era suficiente de charlas y desde su posición junto a Tony se giro hacia ella. —No tienes porque meterte en peleas que no son tuyas —habló atrayendo la atención de la rubia hacia él —Pero no olvides que después de esto, iremos por tí.

Los ojos de Ellionor brillaron debido a aquellas palabras, y muy lejos de intimidar o tomarse aquello enserio, miro a aquel hombre a unos metros de ella con auténtica diversión.

—Eres tan lindo —sonrió torciendo un poco la cabeza —Eso solo ocurrirá si existe para ustedes un "después" —su sonrisa creció hasta darles a todo el grupo de héroes una dónde les mostraba todos sus dientes y dejando a la vista dos pequeños colmillos —Ya me fastidiaron.

Y dicho aquello en un rápido movimiento ya estaba de pie sobre las barandas de hierro y girando su cuerpo hacia Ultrón, a quién con un movimiento de su mano hizo caer sobre el suelo para luego arrastrarlo sobre este y estamparle contra la pared tras él. Después de eso las sombras que había utilizado para controlarle regresaron a ella como un látigo que se enrollo en su mano derecha.

—Y que empiece el baile.

Y así fue como empezó la lucha, y no le fue una sorpresa que el Maximoff varón fuera directo a ella. Aquella mueca de resentimiento lucía bastante permanente en su dirección.

En un parpadeo Ellionor sintió como le tiraban del brazo lanzando su anatomía contra el frío suelo de metal del buque. Rodó cuatro veces hasta detenerse al chocar contra las barandillas del otro extremo de aquella plataforma. Por poco y salía despedida hacia el piso de abajo.

Apretó con fuerza la barandilla metálica de la que se había aguantado y echo la cabeza hacia atrás con brusquedad quitándose el cabello de la cara. Dirigió la más fulminante mirada hacia Pietro —Oye, pero que maldito imbécil eres... — soltó con fastidio enderezando su cuerpo hasta estar nuevamente de pie
—Antes quería solo darte una patada, ahora solo quiero estampar tu cabeza repetidas veces contra alguna pared. — se sacudió la ropa de mala gana  —Prometo que solo dolerá un segundo... Aunque sea difícil noquear a alguien con un pequeñisimo cerebro como el tuyo.

Pietro, que desde un principio se dejó llevar por la furia que sentía hacia aquella mujer, no dejo su postura defensiva ni por un momento. Que tratara de marearle con tanta palabrería como quisiera, eso no funcionaría con él. Le miro con una de sus cejas alzadas.

—¿Ya no te agrado? — preguntó divertido, remarcando ese acento que poseía —Dolorosa realidad — colocó una mano en su pecho. Una sonrisa petulande se adueño de sus labios —Lo soportaré.

Se las ingenia para ser tan irritante, pensó la rubia. Ella era la experta en ser una persona irritante, pero cuando Pietro se lo proponía podía igualar su nivel. O hasta superarlo.