Estoy en la habitación leyendo unos apuntes cuando entra Lucas.
- Largate -digo sin levantar la vista de las hojas.
- Pero Estela... -dice en un tono suave.
- Que te largues -digo alzando un poco más el tono de voz.
- ¿Y dónde quieres que me vaya?
- Tu sabrás, pero aquí no duermes.
- Está bien, ya me voy -dice rindiendose y poco después escucho la puerta de la calle cerrarse.
Narra Lucas
Joder, si es que soy gilipollas.
Me subo en el coche.- ¿Qué hago yo ahora?
Pongo el coche en marcha y voy hacia casa de Morata y Paula.
Aparco justo en la puerta y me bajo.
Me abre Paula en pijama.- Hola, necesitaba que me hicierais un favor.
- Pasa y nos lo cuentas.
Pasamos al salón, donde Morata está jugando con el perro que le habíamos regalado a Paula.
- A ver, cuentanos. ¿Cuál es ese favor? -pregunta Álvaro.
- ¿Me podría quedar esta noche a dormir con vosotros?
Se miran.
- Por mi no hay problema -dice mi amigo.
- Hombre, no te vas a quedar a dormir por ahí.
- Gracias, de verdad.
- Pero, ¿qué ha pasado? -pregunta Paula.
- Estela, que me ha echado de casa -digo y suspiro.
Al día siguiente
Estela
Estoy de camino al entrenamiento de los chicos.
No se como he accedido a ir.
Cuando paro el coche, dudo en bajarme o no.
Espero unos minutos y finalmente me bajo.
Voy hacia donde está Paula.
Por lo que me dice, el entrenamiento ya está por terminar.
Cuando acaba, Lucas se acerca a mi y vamos a las gradas.
Como esta vez aparezca su ex de nuevo voy a armar el numerito del siglo.- A ver; respecto a lo del otro día y lo de ayer...
-¿Qué? ¿Qué me vas a decir? ¿Qué no es lo que parece? -digo cruzadome los brazos.
- ¿Qué pasa? ¿Qué no puedo tener amigas que sean chicas?
- ¿Y justamente tiene que ser ella? -digo intentando estar tranquila.
- ¿Y? ¿Hay algún problema en ello?
- Sabes de sobra que me cae mal.
- Uy, pues que pena, ¿no?
- Se que tiene intenciones de volver contigo, ella misma me lo dijo. Una vez coincidí con ella cuando salí a pasear a Coco y me empezó a decir que iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos para que tu y yo nos alejaramos.
- No la metas en esta conversación, ¿entendido?
- ¿LO VES? YA HASTA EMPIEZAS A DEFENDERLA. ABRE LOS OJOS LUCAS. TE ESTÁ COMIENDO LA CABEZA.
- QUE NO LA METAS EN ESTO.
Respiro profundamente.
- ¿Sabes qué? Va a ser mejor que me largue -digo intentando estar tranquila y me pongo de pie.
- Si, mejor -añade Lucas justamente antes de que me vaya.
Camino rápido, por no decir que voy corriendo, hacia el coche.
Ya me he hartado. ¿Esto? Esto ha sido la gota que llenó el vaso.
Llego a casa y empiezo a recoger todas y cada una de mis cosas.
Lo meto todo en el coche y, por último cojo a Coco.
Antes de salir, le quito el llavero a las llaves y lo guardo en el bolsillo de los vaqueros.
Dejo las llaves en el mueble de la entrada y salgo, cerrando la puetra a mis espaldas.
Me subo en el coche y dejo a Coco en el asiento del copilo.- Bueno Coco, pues tu y yo nos vamos unos días a casa de mamá y papá.
Me pongo el cinturón de seguridad y pongo el coche en marcha.
Málaga, allá vamos.