Hoy era la final del mundialito.
Paula y Victoria se vinieron a casa a ver el partido conmigo.
Me siento tan sola teniendo a Lucas tan lejos estos días...
Vamos perdiendo 2-1 y le acaban de hacer un penalti a Lucas.
Al verlo me levanto del sofá y me llevo las manos a la cara.
- Mi niño -digo.
Cuando "veo" que está bien y puedo seguir me siento.
- Tranquila, ¿vale? -me dice Paula.
- ¿Ves? Está bien, no le ha pasado nada -dice Victoria.
El encargado de lanzar el penalti es Cristiano, que pone el 2-2 en el marcador.
Finalmente ganamos por 4-2.
Cuando acaba la entrega del trofeo, apagamos la tele y yo cojo el móvil.
- No le llames aún, que seguro que siguen en el campo -me dice Paula.
- Si, porque le he mandado un whatsapp a Isco y ni le ha llegado. Seguro que cuando puedan se pondrán en contacto con nosotras.
Pienso que tienen razón y poso el móvil.
Varios minutos después, este suena y veo en la pantalla el nombre de Lucas.
Lo cojo rápidamente.
- Mi amor!! Enhorabuena!! Estaba deseando hablar contigo. ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño?
- Hola princesa!! Yo también tenía ganas de escuchar tu voz. Estoy bien, tranquila. No me han hecho daño. ¿Y tu qué tal?
- ¿Cómo voy a estar? Pues echandote de menos.
- En menos de un día estaremos juntos, y nos iremos de vacaciones. Ya lo tengo todo planeado.
- ¿Qué? ¿Enserio? ¿Y dónde vamos a ir?
- Ahhh eso no te lo voy a decir aún.
- Oh vamos, no seas asi.
Suelta una carcajada.
- Bueno mi vida, tengo que colgar ya. Nos vamos todos a cenar al hotel. Te amo ¿vale?
- Yo también te amo. Descansa, nos vemos mañana.
