- Paula, ¿quieres estarte quieta? -le digo a Paula que no para de dar vueltas.
- ¿Cómo voy a estar tranquila si no llegan?
- Se habrá retrasado el vuelo.
- ¿Y si les ha pasado algo?
- Ay chica, no seas tan pesimista, ¿cómo les va a pasar algo?
- Bueno, puede ser una posibilidad.
- Paula, de verdad.
Un rato después, anuncian por megafonía que el avión procedente de Bruselas acaba de aterrizar. Empieza a salir gente. Paula sale corriendo hacia Morata.
- ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño? -le pregunta.
- Si no ha sido nada.
- ¿Seguro?
- Que si, tranquila -dice y le da un abrazo.
- Aaayyy que monos -pienso y me acerco a ellos- Hola -sonrio y le doy dos besos a Morata.
- Mira, por ahí viene tu romeo -dicé él y empieza a reirse.
Me giro y veo a Lucas. Empiezo a correr hacia él y le abrazo en modo koala. Le doy varios besos en la mejilla.
- Te he hechado de menos -le digo.
- Y yo a ti también preciosa. Creo que tengo al equipo hasta las narices de lo pesado que he sido.
- Ay mi niño -vuelvo a abrazarle.
Me bajo, Lucas pone sus manos en mi cintura y me besa.
- Ey pareja, que tenemos que irnos ya -dice Ramos.
- ¿Os venis con nosotros? -dice Morata, que tiene un brazo en los hombros de Paula.
- Por mi bien -dice Paula.
- Y por mi también.
Empezamos a camirar hacia el autobús. Lucas me coge de la mano.
- ¿Vendrás conmigo a León? -me pregunta.
- ¿Cuándo os vais?
- Mañana por la tarde.
- Bueno, pues voy contigo.
Sonrie.
- No sonrias, que me enamoro.
Después de acompañar a los chicos hasta Las Rozas, Paula y yo nos vamos a casa. Ella también va a ir a León. Me llega un whatsapp.
- Ala, me encanta -le digo.
- No pude evitar hacerosla.
Subo la foto a instagram.
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