Mira, te voy a ser sincera: no te voy a pedir el cielo, ni la luna, ni una cosa material… porque realmente no me interesa. Me interesa estar contigo, y si te pido algo alguna vez, va a ser tiempo para verte. No, no quiero que dejes de hacer lo que te gusta. Si quieres salir con tus amigos, no tengo ningún problema, confío en ti; lo único que te pido es que te cuides y disfrutes. Puedes tener todas las amigas que quieras, pero no seas cariñoso con ellas, me incomoda; y si a veces desconfío, es porque lo nuestro también se inició con una amistad. Quiero que seas feliz, quiero que seas tú mismo. No quiero que cambies por mí, y espero que tú tampoco trates de cambiarme. TE QUIERO, pero no te aproveches de eso, puse mi fe en ti y espero que no me falles.
Yo me enamoré de ti sabiendo lo que eres, sabiendo que nuestro amor no iba a ser fácil, que te iba a echar de menos, que iba a ser muy difícil verte marchar y esperar que regreses, pero por amor todo se puede y te seguiré esperando cada vez que sea necesario, porque la vida, al igual que el amor, nadie dijo que sería fácil. Solo quiero alguien que me abrace cada noche, que pueda entender mis enfados, que me acepte terca y necia, pero también timida y tierna. Alguien que siempre tenga un “te quiero” para mí, que sin importar los problemas esté dispuesto a luchar a mi lado. Alguien con quien aprenda y que me pueda enseñar, que en la vida existen cosas por las que vale la pena despertar.
Te conocí por casualidad, entraste en mi Friendzone para poner patas arriba mi vida y hacerme saber que gracias a ti soy una persona completamente distinta.
Gracias por ser la más bonita casualidad que ha entrado en mi vida, porque de la amistad al amor solo hay un paso.
Lucas, te quiero con todo mi corazón.¿Continuará?