Hoy Paula y yo hemos salido antes de la uni y vamos a ir al entrenamiento de los chicos para darles una sorpresa.
Estos días no hace mucho frío en Madrid, así que llevo puesto un vestido.
Cuando me fui a vivir con Lucas, decidí que el coche que teníamos Paula y yo se lo quedara ella, así que ahora tengo coche nuevo, un bonito Mini azul turquesa.
Aparco justo a su lado en el parking y entramos.
Vamos hablando de las clases que hemos tenido hoy hasta que llegamos al campo donde entrenan los chicos.
Nos encontramos a Isco y Morata hablando en la entrada del vestuario.
- ¿Así entrenáis? -les pregunto riéndome mientras Paula va a darle un pico a su novio.
- Oye, que aquí se entrena seriamente eh, lo que pasa es que hemos acabado antes -responde mi mejo tras darme un abrazo.
- ¿Dónde está mi niño? -les pregunto.
- No se, yo le perdí de vista cuando acabamos de entrenar -dice Morata- y en el vestuario no está porque acabamos de salir este y yo.
- Eh, que este tiene nombre, majo -dice Isco.
Paula y yo soltamos una carcajada.
- Bueno, pues iré a buscarle -digo y voy hacia las gradas.
Voy mirando al suelo hasta que llego a las gradas y levanto la vista, para encontrarme una escena un poco incomoda.
Veo a Lucas hablando animadamente con su ex, pasandole un brazo por los hombros.
Y me quedo ahí quieta, sin saber como reaccionar. No se si gritar, llorar, quedarme callada, ir hacia ellos y montarles el numerito del siglo o irme antes de que me vean.
Opto por la última opción.
Con un cabreo tremendo, doy media vuelta para salir del recinto.
- ¿No estaba allí? -pregunta Paula cuando paso por delante de ellos.
No digo nada. Me limito a señalar hacia las gradas con la cabeza.
Me apresuro a salir de allí.
Cuando estoy dentro de mi coche, tiro el bolso en el asiento del copiloto y le doy un golpe al volante. Me paso las manos por la cabeza.
- Joder -digo en un tono no muy alto.
Pongo el coche en marcha y salgo del parking. Pongo Los 40 para desconectar un poco.
Suena Todas las promesas de Dasoul.
Voy tan concentrada en la carretera, que cuando me quise dar cuenta ya había llegado a casa.
No, no. Yo mejor me voy de aquí. No tengo ganas de hablar con Lucas.
Vuelvo a poner el coche en marcha y voy hasta casa de Paula y Álvaro.
Cuando estoy de camino me suena el móvil. Es Lucas, pero no se lo pienso coger.
Al rato vuelve a sonar. Esta vez es Paula. Pongo el manos libres para contestar.
- Estela, ¿dónde estás? Cuando salimos todos al parking ya no estabas y Lucas se ha ido a casa super preocupado -dice cuando contesto.
- No parecía muy preocupado cuando le vi con la otra. Parecía contento y todo -digo seria.
- ¿Dónde estás ahora?
- Pues de camino a vuestra casa. Es que sin darme cuenta llegué hasta casa y no quería entrar, aunque Lucas no había llegado.
- Venga vale, en un rato te vemos entonces.
10 minutos después llego.
- ¿Pero qué ha pasado? -pregunta Morata al abrir la puerta.
- Mira, no me hables de ese tema porque no respondo de mis actos -digo mientras voy hacia el salón.
Me suena el móvil. Es Lucas de nuevo. No lo cojo.
-DEJA DE LLAMARME -le grito al móvil que está encima del sofá.
- Estela, vais a tener que hablarlo tarde o temprano -dice Paula sentándose a mi lado.
- Supongo que si, pero hoy será mejor que no -apago el móvil para que no vuelva a sonar.
Me dejan quedarme a dormir con la condición de que mañana vaya a casa y Lucas y yo hablemos.
Este día a sido muy largo.