Fabián.
—En algún momento vas a tener que dejarme salir de la cama.
—No creo que eso pase en mucho tiempo.
—¿Hablas enserio? —pregunto sonriendo.
—Muy enserio cariño.
Leonardo y yo estamos en nuestra habitación. La mañana es fresca, la luz y el calor del sol entran por las puertas que dan al balcón. Afuera, todo el mundo parece disfrutar de un agradable desayuno en los primeros días de primavera. Quiero bajar y estar con ellos, mi estómago comienza a gruñir, pero creo que Leonardo tiene otra idea en mente para los dos. Desde que desperté hace ya casi cinco meses, no me ha dejado salir de la habitación demasiado. No porque tenga miedo de que algo pueda pasarme, sino porque prácticamente hemos estado encerrados haciendo el amor como enfermos.
No que me queje por eso. En todo este tiempo he descubierto varias cosas que desconocía sobre mi propio cuerpo. Por ejemplo los puntos que al ser presionados me vuelven loco, también he realizado muchas de mis más secretas fantasías y otras más que tarde o temprano haré realidad. He descubierto, también, cosas de Leonardo que no imaginé posible. Como que, aun cuando lo niegue, disfruta que yo tome el control en momentos. Digamos que ha sido un viaje de autodescubrimiento que nos ha llevado a los dos a conocernos de una manera mucho más profunda de lo que creí posible.
Resulta imposible de creer, pero hemos descubierto que nuestro amor no ha ido más que aumentando con el paso del tiempo. Hemos llegado a ese punto, que en lo personal me da ternura, en el que prácticamente podemos terminar las frases del otro. Al principio para Leonardo era frustrante, pero después se convirtió en un chiste privado entre los dos. Ahora lo hacemos sin darnos cuenta, ante la sorpresa de los que nos rodean. Terminamos riéndonos como idiotas, cuando los demás nos miran con el cejo fruncido y la boca abierta.
Es increíble como pasé del coma a esto en tan poco tiempo.
Doce meses. Sigo sin poder creer que duré más de un año entero en coma. Al inicio me resultó una noticia difícil de asimilar, pero con el tiempo me hice a la idea. Debió de ser muy duro para todos a mí alrededor tener que soportarlo sobre sus hombros. Aunque nunca les voy a poder pagar todo lo que hicieron por mí, por no haberse rendido jamás, por creer que finalmente llegaría el día en el que despertaría. Aprendí que Dios y la vida me estaban dando una segunda oportunidad, una oportunidad que planeo aprovechar de ahora en adelante. Soy un hombre nuevo, un Fabián completamente renovado y agradecido por todo lo que tiene.
Como no estarlo con todas las cosas que han pasado últimamente.
¡Soy tío! No podía creerlo, pero cuando vi por primera vez el vientre abultado de mi hermana, por poco me desmayo de la emoción. ¡Es la mejor noticia que he recibido en mucho tiempo! Saber que mi hermana tiene la dicha de ser madre, de un pequeño... ¿niño? ¿Cachorro? A quien le importa, lo importante es que es un bebé hermoso y lleno de vida. Tiene los ojos de su papá y el cabello de su mamá. Patricia es una estupenda mujer, alguien que merece todo lo que le está pasando en la vida. Siempre termino llorando cuando pienso en su felicidad.
¿Qué más ha pasado en todo este tiempo?
¡Ah sí! Leonardo por fin me reconoció como su pareja frente a toda la manada. Hubo algunos a los que no les agradó la noticia, pero la gran mayoría me recibió con los brazos abiertos. No puedo negar que aún hay días en los que me cuesta trabajo asimilar que ellos son hombre lobos, pero voy acostumbrándome poco a poco, más sabiendo que tengo siempre a Leonardo a mi lado para apoyarme en todo. Cada vez que veo el amor brillando en sus ojos, me siento el hombre más afortunado del mundo por haber encontrado a alguien como él. Planeo disfrutarlo todos los días por el resto de nuestras vidas.
A María también la vida parece sonreírle. Conoció a alguien en México y cree que es el indicado. Me da un poco de lastima por Bruno, saber que tu otra mitad está en los brazos de alguien más debe ser difícil, pero tiene que recordar que es un hombre casado y con un cachorro a su lado. Intentó separarse de su esposa, pero María como la mujer que es, no lo recibió cuando este fue a México para hablar con ella. No sé lo que el destino tenga para los dos, pero espero que sean cosas buenas. Siempre y cuando María sea feliz, yo la apoyaré en todo.
—¿Es que acaso no te cansas?
—¿Cansarme? —Se sienta en la cama— ¿del sexo? ¿Acaso estás bromeando? Que pregunta tan tonta, ¡Jamás me cansaría de hacerte el amor!
—Amor es que quiero desayunar, pero no me dejas hacerlo.
—Y no pienso hacerlo en un par de horas más.
Entierra su cabeza entre la línea de mis hombros y el cuello. Da pequeñas mordidas, chupando con fuerza la marca que tengo junto a la clavícula. Cierro mis ojos, aprieto mis manos y muerdo mi labio inferior, conteniendo los gemidos. Aun cuando ya tengo tiempo de tener su marca, me sigue excitando con locura cada vez que hace eso. Es un punto muy sensible, que me hace estar caliente en cuestión de segundos. Echo la cabeza atrás, dejando que pueda explorar más con la punta de su lengua.
—Leonardo... —jadeo.
—¿Sí cariño?
No puedo creer lo que estoy a punto de decir, pero aun así lo digo.
—Fóllame —lo veo a los ojos.
—¿Cómo dices?
—Fóllame.
—¿Así que el desayuno puede esperar después de todo, eh? —sonríe.
Sí, creo que sí. Ahora en lo único que puedo pensar es en el cuerpo desnudo de Leonardo tendido sobre el mío, en la enorme polla que palpita entre mis muslos y su boca que deja un camino de besos por todo mi cuerpo. Creo que el desayuno puede esperar para después, no tengo mucha hambre en realidad. Tengo todo el tiempo del mundo para bajar y comer después.
Sonrío y me entrego de nuevo a los brazos de Leonardo.
Definitivamente el desayuno puede esperar para después.
Fin.
Nota de la autora:
La verdad es que cuando comencé con esta historia, nunca imaginé que llegaría tan rápido a un final. Sí, es verdad que yo quería que esta historia fuera mucho más corta que la otra, pero no pensé que sería tanto. Se fue muy rápido, como agua por entre los dedos. Chicos y chicas, quiero agradecerles a todos ustedes por haberme acompañado en esta nueva travesía, fue un viaje lleno de muchas aventuras. Pasé por mucho cuando escribí esta historia, demasiadas cosas que me enseñaron a ser una mejor persona.
No puedo prometerles que regresaré pronto con otras historias, tengo muchas más en mi cabeza, pero no sé cuando pueda seguir publicando. Lo que si sé, y me queda muy seguro, es las enormes GRACIAS que tengo para todos ustedes. Me dieron mucho y yo no pude regresarles suficiente. Muchas, muchas gracias por sus maravillosos comentarios y votos. Los disfruté mucho.
Chicos, hoy es el último jueves, espero de corazón que les guste el final.
P.D A las personas que decían que escribía muchos párrafos y pocos diálogos... #losientobitches pero seguiré así. ¡Yo jamás cambiaré! Bromeo, gracias prometo seguir mejorando.
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Prohibido amarme.
Manusia SerigalaLeonardo Balzaretti está acostumbrado a salirse siempre con la suya. Desde que era pequeño siempre hizo lo que quiso. A sus 31 años de edad no ha encontrado a su pareja con la que sentar cabeza, aunque eso no le preocupa en lo más mínimo. Como Alfa...