Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
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― ¿Segura que será la última vez?
―Es definitivo, Gajeel-kun ―Juvia tomó de la fuente unas patatas fritas sobre la cama, en la habitación de Gajeel, apoyando la espalda en la pared. Su amigo dudaba que ella haya decidido en serio―. No más Bora-san.
―Eso espero de ti.
―Lo es. Juvia se cansó de perdonarlo siempre ―incluso ella perdió la cuenta de todas las veces que lo perdonó, y Gajeel estaba cansado de aconsejarle sin hacerle caso―. Tú tienes razón, es hora de que Juvia piense en su propia felicidad. No más chicos.
―Hey, así se habla, gihi. ―Gajeel surcó una gran sonrisa por su amiga, extendiendo la mano a la fuente. Comió de una gran cantidad de patatas fritas pensando en el tema, apostaba que el idiota del exnovio de Juvia volvería mañana a su casa con ramos de flores, rogando el perdón. Pero Juvia decidió, puede perdonarlo sin volver, la relación se acabó y no habrá más. Estaba cansada de perdonarlo tantas veces y siempre era lo mismo, infidelidades y mentiras. Necesitaba relajarse en estas vacaciones de verano.
Hablando de eso, Redfox recordó la nueva de Natsu. Les invitó a vacacionar en este un mes y medio que va quedando a una playa privada con cabaña en Akane Resort.
― ¿Natsu-san nos invitó?
―Sí, es para la próxima semana, pero Lucy es la adinerada. Ella correrá con los gastos.
―Suena bien, ¿quiénes más irán?
―Aparte de esos dos, Erza, Mirajane, Levy, tú, yo...y me falta alguien ―ladeó la cabeza hacia un lado, recordando quien faltaba en la lista―. Ah, Salamander dijo que invitaría a un amigo de la infancia, un tal Gray o algo así. ¿Qué dices, irás o te quedarás sola y deprimida en casa?
―Por supuesto que no. Juvia irá, me encanta la playa. Sólo tengo que pedir permiso.
―Déjamelo a mí, tus padres confían en el gran Gajeel. ―sonrió satisfecho, tenía mucho don de la palabra con los padres de su mejor amiga.
―Por cierto, si Levy-san va, ¿te declararas? ―logró sonrojarlo.
―Lo intentaré.
―Vamos, Gajeel-kun, si Juvia terminó para siempre con Bora-san, es tú turno de declararte a Levy-san. ¿Prometes que lo harás? Y Juvia prometerá no volver con Bora-san.
Su amigo frunció los labios ante la oferta, sonaba bien, parecía acorde. La aceptó cerrando el trato uniendo los meñiques. Luego siguieron hablando sobre las vacaciones, cómo era el lugar, qué llevarían de comida y quién manejaría. En esto de seguro sería Erza, es la única que tiene licencia.
La tarde pasó, Juvia regresó a casa e inmediatamente habló con sus padres acerca de fugarse de la cuidad con sus amigos. Ellos lo pensaron, si Gajeel venía mañana a convencerlos, sería un logro.
