Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
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― ¡Maldición, no sé qué ponerme!
―No exageres, Gray, de todos modos terminas por desnudarte. ¡Oye! ―se enfadó cuando Gray le lanzó uno de sus tenis a la cara. Lo único que le pidió de esta bonita amistad, que le ayudara a escoger una tenida acorde para ir a la feria de libros con las chicas, y cerca de ahí, se instaló un nuevo parque de atracciones.
Quería verse bien, impecable, no quería ir todo descuidado. ¿Qué pensarían?
―A Juvia no le importa mucho cómo te vistas.
―No lo hago por ella.
―Sí Gray, como digas.
―No te quedes ahí y ayúdame.
―Ponte unos jeans, una camisa y una bufanda, fin de todo. Así lo hago con Lucy. ―sonrió egocéntrico recibiendo una mirada ingenua de Gray. No quería verse como Natsu.
Mientras Gray proseguía con su dilema peor que el de Erza en una cita en pleno verano y en sus días, las chicas los esperaban para marcharse a la feria de libros. Quedaba lejos y la presencia de Zeref no se encontraba, Erza fue al volante arriesgando sus problemas de infracciones, ¡pero todas las pagó!
Al bajarse del coche ayudando a un Natsu en deplorable estado y esperando a que se recuperara, caminaron por la feria de libros, un paraíso para Levy, Lucy y Erza. Gray desvió la vista a Juvia. Juvia fue arrastrada por Lucy mostrándole las novedades de las novelas de amor.
―Mujeres. ―dijo Gajeel.
―Sí. ―acertaron los otros dos.
―Erza, ¿y ese libro? ―Levy se le asomó escaneando con los ojos la portada y el título. Estaba segura que ese libro es para mayores de edad.
― ¿Eh?, ¿esto?
― ¡Oh! Juvia escuchó sobre ese libro en internet, Lucy-san dijo que lo leyera, pero a Juvia le dio vergüenza. ―dijo sonrojada.
― ¿Pídeme lo que quieras? ―Lucy apareció atrás leyéndole la portada en las manos de Erza, quién sonrió lasciva.
― ¿Leíste eso, Lucy? ―a Levy le nació la curiosidad.
―Eh..., sí ―asintió apenada―. E-Es una novela erótica...
―No sé si Juvia sea capaz de leerlo.
―Es una trilogía, me la recomendó Mira.
― ¡¿Mira?! ―dijeron al unísono. Hablando de ella, ¿dónde andaba?
―Aquí estoy ―apareció detrás de las tres con una linda sonrisa, culpándose de influir a Lucy a las novelas eróticas―. Si a Juvia le da vergüenza, deberías empezar con algo más suave.
