Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
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Natsu y Lucy se encontraban en el hospital yendo estos días a acompañar a Zeref, quien no se despegaba de Mavis. Ella continuaba inconsciente, su diagnóstico no era de los mejores.
Cuando Natsu y Lucy llegaron a la sala de esperas, Zeref se lanzó a los brazos de su hermano menor. Esta noche tenía planeado declarar sus sentimientos a Mavis, sólo iban caminando tranquilos, ella tomando su brazo y debatiendo acerca de las hadas por la acera. Cruzaron una calle con semáforo dando la luz verde. Miraron para ambos lados llegando al otro lado, pero a Mavis se le cayó un arete regresando antes de que se volviera la luz de color roja. Zeref la esperaba con una sonrisa, le encantaba que fuera media torpe.
De un segundo a otro su sonrisa se transformó en shock.
Un coche venía a alta velocidad doblando por donde estaba Mavis a pesar de que la luz no había cambiado. Ella no reaccionó a tiempo.
―Ma... ¡Mavis! ―corrió hacia a ella.
El coche se dio a la fuga.
El cuerpo de su amiga estaba tirado en el suelo, inconsciente.
La tomó entre sus brazos percatándose de la sangre escapar de la cabeza. Llamó a la ambulancia primero antes de entrar en pánico, entró al llegar y llamar a Natsu.
Mavis quedó con fractura craneal.
―Es mi culpa..., debí haber ido yo por el arete...
―No fue tu culpa.
― ¡Claro que lo es! ―exclamó fuera de sí a lo que Natsu lo contuvo con más fuerza.
―Cálmate, respira.
―No quiero perderla, Natsu...no quiero...
―No la vas a perder, ella estará bien.
Lucy yacía sentada, empuñando las manos sobre las rodillas. ¿Por qué tenía que pasarle esto a Mavis?, justo cuando el hermano de Natsu iba a tener una oportunidad con ella...
Si eso no fuera suficiente, los padres de Mavis se hicieron presente. El señor Vermilion ubicó enseguida a Zeref, yendo a encararlo, diciendo que desde el primer día que su hija lo invitó a casa no le pareció un buen chico, sabía que sería mala influencia, que su pequeña niña era sana, educada, dedicada a sus estudios, a diferencia de él, sólo un chico problemático que ni siquiera provenía de una buena familia.
A Natsu le hirvió la sangre defendiendo no sólo a Zeref, también a su familia. Lucy trató de calmarlo, mas no lo logró. Natsu lo espetaba con miradas y palabras de todo tipo, sin salirse de control y mucho menos faltarle el respeto a aquel señor. No quería perjudicar a su hermano para estar con Mavis, por lo tanto, a pesar de estar enojado, ningún insulto salió de su boca, cerrándole la de él y haciendo que volviera con su esposa.
