Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
Era la semana, el viernes estarían de aniversario, pero lo celebrarían el sábado, ya que ayer cenó en casa de su novio. Con el tema de Gray y Juvia, se despojaron de ellos, por lo menos se hablan con normalidad, claro que Lucy sigue reacia a Gray, después de todo la noche que vino a conversar con Natsu no se llevó algo bueno de ella.
Natsu pasó a recogerla a las cuatro de la tarde, le fue difícil escapar de casa, Wendy no quería soltarlo, ¡quería seguir jugando a fiesta del té! Zeref le hizo el favor de entretenerla y que se fuera a la cita, no querrá ver a Lucy molesta por el retraso, mucho menos en su primer aniversario de pareja.
Sus padres le desearon buena suerte y corrió. Corrió tanto que en el camino le dio hambre, comprándose un hotdog.
En las afueras de las puertas de la casa de Lucy, ella salió con una bonita sonrisa. Ella tiene una bonita sonrisa, la sonrisa más hermosa del mundo.
―Hola, Natsu.
―Hola, Luce, estás muy linda.
―Gracias, tú también.
― ¿Estoy linda?
―Tonto ―sabía que bromeaba, tomándole la mano―. ¿Dónde iremos?
―Tengo mucha entretención en mi agenda.
―Pero Natsu, ¿cómo iremos? Puedo pedirle a mi chofer personal que nos vaya a dejar.
―Luce...yo me mareo...
―Lo sé..., caminando nos demoraremos más en bajar al centro de la cuidad.
―De acuerdo... ―entristeció, sabía lo que se venía, ¡debió trae las pastillas para dormir! No importa, todo por su novia, por pasar el mejor día del primer aniversario juntos.
Entonces, el chofer de Lucy, Capricornio, los llevó al centro de la cuidad con un Natsu en un estado deplorable. El pobre sólo quería bajarse de la limosina.
Se sintió feliz cuando lo hizo, ¡se sentía como nuevo!
―Capricornio, te llamaré para que nos vayas a recoger, puedes retirarte.
―Por supuesto, señorita Lucy. ―obediente, se marchó con el vehículo.
― ¿Adónde tienes pensado llevarme, Natsu? ―al preguntar, él le dio de sus grandes sonrisas.
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― ¿Una pista de carreras? ―Heartfilia veía la pista de carreras pequeña, había carritos en miniaturas y había una oferta de 2x1.
― ¿Quieres una carrera?
―Bueno, parece divertido ―se entusiasmó, eligiendo su pequeño fórmula uno, subiendo en él. Giró hacia Natsu―. Un momento, Natsu, tú no puedes...
