Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♥
Lucy entró a Juvia llevándola a la habitación una vez que Natsu le contó que Gray se había ido. No imaginaba el nivel destructivo en Juvia. Si ese idiota se fue, no valía la pena, existen otros chicos más de buen corazón.
Natsu mantuvo el silencio dentro de las cuatro paredes, observando a su novia contener a Juvia. Gray fue un idiota, tenía una confusión de entenderlo y la vez no. Él tenía buen corazón, sabía que le gustaba mucho Juvia, entonces no le cabía en la cabeza las razones que tuvo para irse así como así, abandonándola.
Ningún mensaje contestaba, sólo vistos y ya.
¿Qué demonios tenía su amigo en la cabeza?
―Tranquila Juvia, Gray no sabe lo que vales, eras demasiado para él ―la consolaba Lucy, ambas sentadas en la cama mientras Natsu yacía de pie apoyado en la puerta―. Necesitas descansar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―Juvia...no quiere descansar..., quiero a Gray-sama ―sus azules ojos no paraban de brotar lágrimas, no tenía idea cuánto aguantaría―... Él y yo...anoche...
― ¿Anoche?, ¿Gray y tú qué? ―preguntó media asustada tomando distancia para observarla con cuidado sin detener sus caricias por el cabello. Natsu prestó atención.
La pareja esperaba que no fuera lo que imaginaban.
― ¿Ustedes dos lo hicieron? ―hasta que él se apresuró a preguntar.
Juvia asintió con la cabeza explotando en más llantos, abalanzándose sobre la rubia. Ahora Lucy entendía el terrible sentimiento de su amiga.
Natsu quería golpear a Gray y esas ganas no se las sacaría nadie. Era su amigo, lo apoyaba en todo y lo seguiría haciendo, pero la patada en el trasero se lo ganaría. No sólo la patada, un puñetazo en el rostro y un modo de quemarle el trasero también. ¡Maldita sea exhibicionista! ¡¿Dónde demonios tenía la cabeza?!
―Juvia ―acaparó Dragneel―, ¿quieres que venga Gajeel o prefieres seguir hablando con Lucy?
―Con Lucy-san está bien ―su voz apenas y sonaba, le costaba regular la respiración―... Gajeel-kun se molestará...no quiero verlo enojado...me alterará más...
