-Cariño... necesito que te quedes conmigo... no me dejes...
Un par de voces alejadas estaban instadas en mi mente.
Las escuchaba, pero como si fueran un pequeño susurro.
-Desii, te extraño loca... necesito hablar contigo... tengo tanto que contarte...
Los susurros se espaciaban, no eran constantes.
-Ya son 5 meses Esii, los doctores dicen que es poco probable que despiertes, pero yo sé que lo harás, ¿lo harás verdad, mi niña?
No entendía que pasaba, mi mente estaba nublada, tenía un montón de nubes que se arrebolaban ahí adentro.
Abrí los ojos.
Cegada por el impacto de una luz fulgurante parpadee.
Retome mi inspección y vi que estaba en... ¿un hospital?
¿Qué paso?
Miles de preguntas se formularon adentro de mi cabeza...
Me levante tomando un respiro, me dolía el cuerpo, lo sentía entumido.
Me estire y me gire para salir.
No esperaba ver eso.
En una camilla tendida estaba... yo...
Tenía un montón de tubos y cables en mí.
No entendía.
Me lleve las manos a la cara y cerré los ojos, esperando que al abrirlos nada de esto estuviera.
Pero como siempre en la vida, nada es lo que esperamos. Ahí en la camilla seguía yo.
Me acerque un poco más.
Lo suficiente para poder verme de cerca.
Estaba pálida, los huesos en mi cara y cuerpo se distinguían más de lo usual, mi cabello que antes se veía "vivo", se veía horrible. Todo era un desastre.
Tome un respiro profundo que se vio interrumpido por una puerta abrirse.
Voltee a ver quien acababa de entrar y lo vi.
Aaron.
-Aaron! –Camine lo más rápido que pude hasta donde él estaba. –Aaron? –Y en ese momento me percate de algo.
Él me había pasado de largo y se había situado junto a mi camilla, donde unos instantes antes había estado yo.
-Cariño... hoy seria nuestro aniversario... te extraño con locura...
Y en esa milésima de segundo pude comprender algo...
¿Alguna vez soñaron con poder ver las acciones de los demás, sin que ellos notaran tu presencia?
Pues exactamente eso estaba sucediendo.
Sabía que no estaba muerta. El holter que estaba conectado en mí, marcaba mi ritmo cardiaco indicando que continuaba con vida.
Pero seguía sin comprender la situación.
¿Qué es lo que había pasado?
Sentí un cosquilleo en mi mano derecha y alce la vista.
Los largos y finos dedos de Aaron tenían enlazada mi mano.
No pude evitar sonreír.
-Cariño... extraño tu vocecita diciéndome lo que hago mal y lo que hago bien... -sus labios se posaron en mis nudillos, depositando un ligero beso.
-extraño nuestro desastre, Aaron...
-somos un desastre, y cariño nosotros somos mi desastre favorito... necesito tenerte junto a mí de nuevo... necesito molestarte con el humo de mis cigarros para ver como cierras tus ojos, necesito escuchar que me digas que amas mi aroma, necesito hablar de música, libros y películas contigo; quiero hablar contigo hasta altas horas de la mañana... te necesito...
Los sollozos de Aaron rápidamente inundaron la habitación y sus lágrimas mojaron mi mano.
Yo también extrañaba (tal vez solo desde hace un par de minutos) sus acciones, su aroma que era una mezcla de cigarros, con menta y su perfume de J. Del Pozo, nuestras discusiones de si Dumas padre era mejor que Dumas hijo; escuchar música a través de su celular y a veces solo estar en silencio, escuchando nuestras respiraciones.
Pude notar una pequeña pizca de culpabilidad en sus palabras, pero no le di la importancia, ¡vamos! Cualquiera se sentiría así de ver a la persona que quieres en ese estado.
Me acerque un poco más hasta donde él estaba y toque con suavidad su cabello negro.
Su cabeza, que hasta ese momento había estado apoyada en mis manos, la alzo y me vio fijamente como si tratara de descifrar algo.
Bajo sus ojos ámbar tenia ojeras, solía decirle que eran ideas acumuladas bajo sus ojos, pero esta vez no solo sus ojeras demostraban su cansancio, todo en el mostraba signos de estar demacrado.
Baje mi vista y note que el tenia puesta la misma ropa con la que nos conocimos.
Respire.
O al menos trate. Podía sentir como el aire se quedaba atascado en mi garganta. Lleve mis manos a mi garganta, me ardía y dolía... estaba entubada, podía sentir incomodidad.
-Cariño, debo irme, el trabajo me espera –soltó una pequeña risita, aunque no se reflejó en sus ojos, como otras veces. –Te amo, Cariño. –se inclinó sobre mí y me dio un casto beso en los labios.
Pero no lo sentí igual que otras veces, tal vez solo se trataba por que no estaba viva, bueno si estaba viva, pero no sentía, bueno si siento... el caso es que ustedes me entienden.
Lo vi levantarse y salir de la habitación.
¿Qué es lo que paso?
ESTÁS LEYENDO
A La Sombra Del Viento
Teen Fiction"Encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor asesinado por un amante." -CHARLES BUKOWSKI