A La Sombra Del Viento

CAPITULO 3

-Entonces... ¿qué sigue?

-Esperaremos 5 días más.

-¿Qué? ¡Es muy poco tiempo!

-Entiéndalo señor... no podemos mantenerla por más tiempo así, llegara un momento en el que ya no podremos mantener a sus órganos así...

-Entonces quiero esperar ese momento. Y esa es mi decisión.

-Señor... la señorita de servicios sociales hablara con usted.

Se pudo escuchar un silencio sepulcral en la habitación.

-Esii, te juro que me estoy dando por vencido... no sé qué hacer... ¿debo luchar para mantenerte con vida o simplemente dejarte ir? Espero que lo que sea que decida, sea la decisión correcta. Te amo, mi niña.

Sentí un beso en mi frente, después una vez más el silencio se apodero de la habitación.

Abrí los ojos y mire a mí alrededor.

Nada había cambiado.

Quise llorar ante esa realidad.

¡¿Qué rayos había pasado, como para que yo terminara en el hospital, entubada y en coma inducido?!

Necesitaba saber qué es lo que había pasado y no sabía de qué manera averiguarlo.

Escuche la puerta abrirse, esperaba ver entrar a Aaron, sin embargo la cabellera larga y de un color rojizo me hizo retractarme ante la idea. Para mi sorpresa no era nadie más que Claire.

Claire, mi mejor amiga, la persona que estaba ahí para ayudarme cuando estaba destrozada.

La vi fijamente esperando que ella si pudiera notar mi presencia.

Pero nada sucedió.

Todo continuo en una relativa calma.

Ella se sentó junto a mí.

Me sonrió, pero el brillo que siempre estaba en sus ojos esta vez había desaparecido.

-Desii, te extraño... hace tanto que no escucho un consejo de tu parte, sabes, hace un par de semanas hable con el innombrable. Tal vez exista un posible regreso. Necesito saber qué hacer, quiero que me guíes. Extraño salir contigo, reír como locas... extraño cada mínimo segundo junto a ti... –pude ver como Claire se rompía un poco más con cada palabra que pronunciaba. –Aaron es un idiota. –esperen... ¿Qué? ¿Por qué decía eso? ¿Ella sabía algo?

-¿Aaron? Claire... ¿a qué te refieres? ¿Qué es lo que paso? Necesito respuestas...

Suplique entre susurros a una Claire que estaba ajena a mi presencia.

-Hoy tu padre me ha dado una de las peores noticias... tienes que despertar en 5 días, si no te desconectaran... no quiero perderte Desii... tienes que vivir... aún tenemos tantos viajes que hacer, tanta ropa que comprar, tienes que ayudarme para mi boda; tenemos tanto que hacer Desii, pero si no despiertas todo eso será tirado por la borda. –no sabía a quién le dolía más. Si a ella por verme en ese estado tan deplorable, o a mí por verla llorar.

Estuvo un par de minutos más llorando apoyada en mi cuerpo inerte, mientras yo pensaba.

Miles de hipótesis se confabularon en mi cabeza, desesperándome y frustrándome.

Cuando lo note Claire se levantó y se restregó los ojos, que estaban hinchados y rojos por las lágrimas derramadas. Tomo su bolsa, me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación.

Respire lo más profundamente que pude.

Y me mire.

En la camilla estaba yo, eso era obvio.

Ya no era Desiree Gaarder. Era lo que quedaba de ella.

Escuche un par de gritos y revoloteo afuera de la habitación.

Salí de ahí y una vez que estuve afuera lo que vi me logro desconcertar un poco más, si era posible.

Seguridad estaba deteniendo a mi padre y Alex, sujetaba a Aaron por los brazos.

-Señor, lo mejor será que se calme, está en un hospital, por respeto al dolor de los demás... -le exhortó el tipo de seguridad a mi padre.

-Me calmare cuando le saquen a él de aquí. –le indico señalando a Aaron. – ¿con que descaro te apareces aquí? Desiree será desconectada en 5 días, ya deja de arruinarnos más y vete por favor. –le contesto mi padre ya un poco más calmado ante la situación.

Aaron entro en shock y se tiro al suelo. Alex abrió desmesuradamente los ojos y se quedó en silencio.

Ver a Aaron, Alex y mi padre en ese estado me destrozo.

Aaron reacciono y se levantó corriendo directo a la salida.

Alex no tardo en seguirle.

Mi padre se sentó en una de las sillas que estaban ahí.

Yo entre corriendo a la habitación en la que me encontraba.

-¡Vamos Desiree! ¡Tienes que despertar! ¿Ves el mundo allá afuera? ¡Lo tenemos que recorrer! ¡Necesito que despiertes! –le gritaba a mi cuerpo inmóvil en la camilla.

Me tire a llorar al suelo ante la incertidumbre de mi destino.