-¿Por dónde quieres comenzar? -Me preguntó Legna.
-No lo sé... ¿Mi casa?
Legna pareció meditarlo por un par de minutos.
-Me parece buena idea, ¿Recuerdas dónde vivías?
-Si... Creo...
Y traté de rebuscar en mi mente alguna referencia, algo...
-¿Cómo te llamas?
-Désiree, Désirée Gaarder. -Le contesté pensativa.
-Entonces, vamos a buscar en una guía telefónica...
-En ese caso sólo conseguiras mi número telefónico y queremos saber mi dirección, Legna... -Y en ese momento una ola de arrepentimiento me estaba invadiendo.
¿Cómo le podía confiar el poco tiempo de vida que me quedaba a una chica que no sabía lo qué hacia?
-Podría llamar y pedir la dirección con la excusa de que soy una amiga tuya. -Me contraatacó ella.
Rodé los ojos y continuamos caminando.
Después de un rato ubicamos un café y entramos en el.
-Hola, disculpe, necesito una guía telefónica -Le mencionó Legna al señor que no atendía, el cual solo se limitó a señalar un rincón del local, en el cual había un teléfono.
Caminamos hasta esa parte y vi como Legna tomaba la guía mientras tanto yo miré a otro lado.
El lugar se me hacia conocido, probablemente hubiera estado antes ahí.
El lugar estaba un tanto sólo, había unas pocas personas cenando y no era para extrañarse, era de madrugada.
-¡Aquí está! -Vi como Legna alzó en el aire la guía telefónica, para poco después comenzar a marcar en el teléfono.
-Legna, espera... -Le dije antes de que pudiera terminar de marcar el número. -No puedes llamar ahora, es de madrugada...
-Entonces?
-Creo que sé que haremos, ven... -Salí con Legna del café.
Y comenzamos de nuevo a recorrer las vacías calles nocturnas.
Después de unos minutos, frente a nosotros se alzaba, imponente un edificio de varios pisos que justo arriba de la puerta rezaba el nombre de la escuela.
-¿Una escuela? -Preguntó dudosamente Legna, y lo comprendía.
No era normal que una chica viva y otra media muerta fueran a una escuela en medio de la noche.
Pero en estos momentos nada era normal.
-¿Quieres comenzar a saber porque vas a morir, en una... Escuela? -Me cuestionó Legna con su voz impregnada de duda y burla.
La volteé a ver seria. -Cállate. Algo debe de indicarnos qué pasó, ¿no?
-Sí, lo entiendo, pero tan siquiera... ¿Eras conocida?
-¡Insisto, cállate! -Y le puse una mano en la boca silenciando cualquier otro tipo de comentario que estuviera por hacer. -¿Me vas a ayudar o no? -Asintió con mi mano aún sobre su boca. -Entonces vamos. -Y quité mi mano.
Caminamos hasta el frente de la puerta y nos detuvimos.
Legna me tomó de la mano y trató de enlazar sus dedos con los míos.
-¡Hey, hey, hey! -Le dije a Legna mientras alejaba mi mano y la volteaba a ver frunciendo el ceño.
-Lo siento. -Contesto mientras sonreía.
La mire detenidamente por un par de segundos para después volver mi vista a la escuela.
Obviamente estaba cerrado.
-¿Cómo vamos a entrar? -Le pregunté a Legna aunque suponiendo que ella tendría una idea menos que la mía.
-No lo sé. -Idea confirmada.
Comencé a recorrer el edificio completo con mi mirada hasta que en el segundo piso vi una ventana abierta, el problema era como subir hasta ahí.
-Oh, oh, oh! Mira, mira -Habló una entusiasta Legna, señalando una escalera que estaba junto a varios otros útiles que se ocupaban para la limpieza.
Legna caminó hasta ahí y cargo la escalera consigo, trayéndola hasta la ventana.
Lo dude un poco antes de subir y cuando mi pie estuvo fijo continúe.
Mis piernas temblaban.
-¡Rápido, Desiree! -Gritó Legna unos cuantos peldaños más abajo.
Pasé mis piernas por encima de la ventana y en el momento exacto cuando mis pies tocaron el suelo del salón un recuerdo llego a mi mente.
faded
P.D: mañana regreso a la escuela...
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A La Sombra Del Viento
Teen Fiction"Encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor asesinado por un amante." -CHARLES BUKOWSKI