CAPITULO 7

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-¿Por dónde quieres comenzar? -Me preguntó Legna.

-No lo sé... ¿Mi casa?

Legna pareció meditarlo por un par de minutos.

-Me parece buena idea, ¿Recuerdas dónde vivías?

-Si... Creo...

Y traté de rebuscar en mi mente alguna referencia, algo...

-¿Cómo te llamas?

-Désiree, Désirée Gaarder. -Le contesté pensativa.

-Entonces, vamos a buscar en una guía telefónica...

-En ese caso sólo conseguiras mi número telefónico y queremos saber mi dirección, Legna... -Y en ese momento una ola de arrepentimiento me estaba invadiendo.

¿Cómo le podía confiar el poco tiempo de vida que me quedaba a una chica que no sabía lo qué hacia?

-Podría llamar y pedir la dirección con la excusa de que soy una amiga tuya. -Me contraatacó ella.

Rodé los ojos y continuamos caminando.

Después de un rato ubicamos un café y entramos en el.

-Hola, disculpe, necesito una guía telefónica -Le mencionó Legna al señor que no atendía, el cual solo se limitó a señalar un rincón del local, en el cual había un teléfono.                           

Caminamos hasta esa parte y vi como Legna tomaba la guía mientras tanto yo miré a otro lado.

El lugar se me hacia conocido, probablemente hubiera estado antes ahí.

El lugar estaba un tanto sólo, había unas pocas personas cenando y no era para extrañarse, era de madrugada.

-¡Aquí está! -Vi como Legna alzó en el aire la guía telefónica, para poco después comenzar a marcar en el teléfono.

-Legna, espera... -Le dije antes de que pudiera terminar de marcar el número. -No puedes llamar ahora, es de madrugada...

-Entonces?

-Creo que sé que haremos, ven... -Salí con Legna del café.

Y comenzamos de nuevo a recorrer las vacías calles nocturnas.

Después de unos minutos, frente a nosotros se alzaba, imponente un edificio de varios pisos que justo arriba de la puerta rezaba el nombre de la escuela.

-¿Una escuela? -Preguntó dudosamente Legna, y lo comprendía.

No era normal que una chica viva y otra media muerta fueran a una escuela en medio de la noche.

Pero en estos momentos nada era normal.

-¿Quieres comenzar a saber porque vas a morir, en una... Escuela? -Me cuestionó Legna con su voz impregnada de duda y burla.

La volteé a ver seria. -Cállate. Algo debe de indicarnos qué pasó, ¿no?

-Sí, lo entiendo, pero tan siquiera... ¿Eras conocida?

-¡Insisto, cállate! -Y le puse una mano en la boca silenciando cualquier otro tipo de comentario que estuviera por hacer. -¿Me vas a ayudar o no? -Asintió con mi mano aún sobre su boca. -Entonces vamos. -Y quité mi mano.

Caminamos hasta el frente de la puerta y nos detuvimos.

Legna me tomó de la mano y trató de enlazar sus dedos con los míos.

-¡Hey, hey, hey! -Le dije a Legna mientras alejaba mi mano y la volteaba a ver frunciendo el ceño.

-Lo siento. -Contesto mientras sonreía.

La mire detenidamente por un par de segundos para después volver mi vista a la escuela.

Obviamente estaba cerrado.

-¿Cómo vamos a entrar? -Le pregunté a Legna aunque suponiendo que ella tendría una idea menos que la mía.

-No lo sé. -Idea confirmada.

Comencé a recorrer el edificio completo con mi mirada hasta que en el segundo piso vi una ventana abierta, el problema era como subir hasta ahí.

-Oh, oh, oh! Mira, mira -Habló una entusiasta Legna, señalando una escalera que estaba junto a varios otros útiles que se ocupaban para la limpieza.

Legna caminó hasta ahí y cargo la escalera consigo, trayéndola hasta la ventana.

Lo dude un poco antes de subir y cuando mi pie estuvo fijo continúe.

Mis piernas temblaban.

-¡Rápido, Desiree! -Gritó Legna unos cuantos peldaños más abajo.

Pasé mis piernas por encima de la ventana y en el momento exacto cuando mis pies tocaron el suelo del salón un recuerdo llego a mi mente.

faded
















P.D: mañana regreso a la escuela...

A La Sombra Del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora