CAPITULO 13

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El camino hasta el hospital fue tortuoso.

El día se había convertido en algo lamentable y no únicamente para mí.

Cuándo entre con Legna de nuevo, el color y olor del hospital terminó por frustrarme más.

Estaba enojada, triste, feliz y un montón de sentimientos más que estaban ocultos en mi pecho.

Mi vista se posó en la puerta principal.

Afuera el viento corría, causando un revuelo de hojas caídas de los árboles próximos. Sólo era otro día otoñal.

Cuándo mi vista se enfocó mejor pude ver que en la puerta estaban mis padres por entrar y no sólo ellos, más atrás venía Liam, Iselin y Claire; todos ellos tenían un velo de tristeza que empañaban sus rostros.

Voltee mi cabeza en busca de Legna.

Ella estaba sentada más allá, en la sala de espera.

-Legna... -Susurre para que me viera.

Cuando su mirada se enlazó con la mía vi que sus ojos estaban abnegados en lágrimas.

Me puse en cuclillas frente a ella.

-¿Qué pasa? -Le pregunte y tome sus manos entre las mías.

-Tú también me vas a dejar... Todos hacen eso... -Contesto entrecortadamente por las lágrimas y el nudo en su garganta.

-Legna... -Dije sin saber a ciencia cierta que responderle. -Sabes porque te dejaré, hay cosas que yo no puedo frenar, moriré, ya no hay nada por hacer, pero, eres una gran persona Legna, haz hecho tantas cosas por mí en tan solo unas horas. Fuiste mi ángel está noche, Legna. -Ella no toleró más tiempo y se soltó a llorar.

Suspire y fijé mi vista en un reloj que rompía con la decoración insípida del hospital.

Eran las 10 de la mañana.

No quise, ni pude despedirme de Legna.

Regrese a la habitación en dónde estaba mi cuerpo.

Mi cuerpo inerte sobre la cama no mostraba signos de cambio. Solo era yo.

Respire hondamente.

Minutos más tarde adentro de la habitación había un desfile de personas.

Todas con una sola intención.

Despedirse.

Las palabras revoloteaban sin sentido alguno para mí.

En un determinado punto, aún con vida, pero a tan solo minutos de morir, me acerque a mi cuerpo.

-Sé que nada de lo que diga servirá ya... Pero, creo que lo correcto sería que yo también me despida. -Me acomodé cerca de la camilla y tome mis frías manos. -Gracias Desiree... Gracias cuerpo de Desiree... Gracias por brindarme de 18 años de vida; de risas, llanto, enojo; de amor, de miedo... Tal vez en este momento me resulta imposible recordar algo en concreto, sin embargo, no por eso significa menos... Gracias por darme una probadita de lo que significa vivir.
"Tenía planes, como toda joven; planeaba estudiar, crear una vida propia, pero... Lo irónico es que entre más planes creas, más rápido se te va la vida.

No pude continuar hablando porque en ese momento escuché la voz de alguien.

-Por favor... Solo necesito verla por última vez, despedirme de ella... -La voz de Aaron se escuchaba entrecortada, como si tratará de retener las lágrimas.

Me fijé a través de la puerta.

Todos estaban a la expectativa de lo que mi padre dijera.

-Dejelo entrar. -Menciono Legna rompiendo con el silencio.

-¿Tú eres...? -Le pregunto mi madre.

-Conocí a Desiree, ella hubiera querido verlo aunque fuera por última ocasión, no pueden quitarle su derecho a ella o a él. -Finalizó dejando a varios sorprendidos, pero lo que dijo funcionó.

-Pasa. -Le dijo mi padre a Aaron, el cual no lo pensó dos veces y entro.

Se acercó hasta mi cuerpo y sonrió, pero la sonrisa nunca llegó a sus ojos.

-Sabes... La primera vez que me hablaste pensé que eras muy valiente por atreverte a hablarme y aún más por tus reacciones, nunca te quedabas callada.
"Ahora quiero que seas valiente, cariño. Quiero que en estos últimos momentos que te quedan seas valiente y luches por vivir.
"Quiero ver tus ojos, quiero escuchar tus palabras, aunque sean regalos, quiero tu compañía, quiero ver tu sonrisa; te quiero ver de nuevo, cariño.

Sus palabras calaron hasta lo más profundo de mi.

-Debes salir Aaron... El doctor viene para acá. -Le dijo mi padre desde el umbral.

Él tomó mi mano, la apretó y después dejo un vasto beso en mi frente.

Cuándo lo vi caminar hasta la puerta, sus ojos cristalinos derramaron un par de lágrimas.

Me volví y caminé con determinación hasta mi cuerpo.

Miré mis uñas que estaban pintadas de negro, esa acción de seguro fue idea de Claire.

-He vivido. -Susurre rompiendo con el silencio de la habitación. -Ya no tiene sentido que me cuestione el hecho de mi existencia, voy a morir, nada importa ya, ni el ayer ni el mañana, pero si hay algo que puedo asegurar es que he vivido y he vivido bien.
"Mi existencia no se basó en la de Aaron, ni en la de mi familia o amigos, se basó en lo que yo quise, en los impulsos del momento. En lo que yo quería vivir.

Y de pronto, lo sentí.

Sentí como algo me absorbía hasta un lugar desconocido.

Los lugares en los que había vivido.

Lo que no recordaba, había vuelto...


A La Sombra Del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora