El Masajista

2

Había llegado a casa con bien, me había dado una buena ducha, estaba apuntó de irme a dormir. Pero mi tía me habló.

- Danna

-¿ Si?

- Te busca una chica pelirroja

- No se quién sea

- Le dejo subir, ahí va

Mi puerta fue abierta por Amber, traía un vestido negro muy corto y escotado.

- Vamos Danna ¿ que haces? Es tarde para salir

- ¿ A dónde?

- Al antro, dijiste que si

- Solo para que te callaras

- Vamos entraste hoy, Peter no te dirá nada.

- Estas loca es jueves y mañana trabajamos

- Andale

- No, Amber solo quiero dormir, hoy fue un día muy pesado

- Danna ve - dijo mi tía recargada en el marco de la puerta, todos se habían puesto en mi contra- Es una orden

- Esta bien - dije resignada

- Si!!- dijo Amber con emoción- Gracias señora.

- De nada niña- mi tía se fue

- Ahora ponte  un vestido

- No uso

- Si claro

Fue hasta el closet y lo revisó, si no estuviese tan cansada le diría algo pero, la verdad me da igual, después de todo no encontraría nada.

. - Bingo- sacó un vestido color rojo- Aquí hay uno Danna

Pensé que me había desecho de todos mis vestidos.

-No me voy a poner eso

- Por favor Danna

- Esta bien

Era tan persistente y molesta que me cansaba y terminaba accediendo a lo que ella me pedía.
Con muy pocos ánimos me levante de mi cama y fui al baño a vestirme, me miré al espejo era lo de siempre, una chica de cabello rubio, blanca y con ojos demasiado verdes. Y muy buenas medidas según muchos chicos, pero para mi eso era un problema ya que eso era lo único que le interesaba a los hombres. Y yo no deseaba ser solo un objeto sexual o una buena amante de ocasión , no al menos  los últimos cincuenta próximos años de mi vida. Salí del baño- Hermosa eso es todo Danna, vamos ponte estos - me puso en frente unas zapatillas de al menos quince centímetros de alto.

-¿ En donde los encontraste? - los había escondido en lo mas recóndito de mi closet.

- Te veras muy bien

Solo lo hice porque quería terminar con todo eso, me calce con aquellas zapatillas que hacia tanto que no utilizaba. Me veía como en mis tiempos de secundaria, en donde salia a divertirme y beber sin control, el estar en ambiente eso lo había dejado y no quería volver a ello.

,- Ya es tarde vámonos

- Solo deja tomo un poco de dinero y ya

Busqué una bolsa, coloqué mi teléfono un par de dólares. Saque una sudadera por su me daba frío y salimos del apartamento.

- Tienes prohibido llegar antes de las tres de la mañana - gritó mi tía antes de que cerrara la puerta

-Pero tía....

- Pero nada, es más llevate el auto

- No

- Vamos querrás dormirte  en algún lado

- Esta bien- tomé las llaves y cerré la puerta, era hora de progresar, de salir y dejar de temer, o al menos es fue lo que dijo la psicóloga.

En unos minutos llegamos a un lugar ruidoso lleno de luces, estacioné el auto en un lugar cercano y bajamos. Amber parecía conocer muy bien al chico del antro ya que nos dejó pasar sin ningún problema y sin preguntar la edad. Pronto nos encontramos en la barra pidiendo un tequila - Gracias-dije. Casi no bebía y no porque fuera malo era solo que beber me traía malos recuerdos. Aun no terminaba mi trago cúa do Amber ya llevaba una botella un mesero se acercó a mi.

-  Cortesía de un caballero

- Gracias - lo acepté, era una botella de vino blanco y una nota.

“ no siempre se encuentran bellezas como tú ” «D»

Guardé el papelito y deje ahí la botella, me levante y fui al baño,  estaba cansada y no quería seguir ahí, solo deseaba dormir y las zapatillas me mataban. Me mire al espejo, exhale, Amber me tenia que disculpar pero el amor al  sueño era mas grande que cualquier cosa en esta tierra. Salí del baño, fui a buscarla, pero no quise interrumpirla ya que hablaba con un tipo, así que me fui de ese lugar, busqué el  auto, mi tía había sido muy especifica no podía llegar antes de las tres de la mañana. Entre al auto, lo cerré bien y en la parte trasera del auto me dispuse a dormir, agradecí el hecho de que a  mi tía le gustara llevar una manga en el auto, me cubrí con ella y me entregué por completo al dulce sueño....