El Masajista

8

El se acercó a mi, me abrazo por la espalda - Así que te dio calor
- Si y ya duermete
- No, no puedo dormir sabiendote desnuda en mi cama
- Damián.... ¿ Porqué no me buscaste?
- ¿ Debía hacerlo?
- No.....bueno tal vez era una desconocida, puede haber quedado embarazada
- Pero no fue así
- Tu que sabes
-¿ Quieres decir que tengo un hijo?
- No - me coloqué boca abajo para terminar con esa cercanía,sentí  una leve caricia en mi espina dorsal - Cuanto desearía hacerte mía - levante mi mano para darle una caricia- Pasa todo el día de mañana conmigo - me dijo.
-No, no puedo Damián, trabajo todos los días
- El sábado
- No lose tengo que pedir permiso
-¿ Pides permiso para salir?
- Si aun tengo una tutora a la que debo dar cuentas
-¿ Dar cuentas?
- Si aún tengo 20 años tu dirás
- Tengo 22
- A dormir - volví a acomodarme, dándole la espalda, me cubrí hasta el cuello, el se acercó a mi y me abrazó de nuevo. Apoyo su barbilla en mi cabeza y nos dedicamos a dormir....

Era tarde o eso creía, la luz entraba por la puerta puesto que no había ventanas en la habitación, me destape y busque mi ropa pero ya no estaba en el suelo. Iba a levantarme de la cama pero el entró, sólo traía puesto un bóxer color negro.
- Me gustaría bañarme pero no tengo ropa limpia
- Buenos días ,dormí bien a pesar de que te mueves mucho y pateas partes que me duelen mucho a parte de ser muy preciadas, pero claro te puedo prestar  ropa interior o algo así
- Perdón y gracias
Terminé de levantarme, sentí vergüenza al verme desnuda frente a el - No te sonrojes, recuerda que te he visto pero sobre todo te he tocado
- El baño
- Esta por ahí- señalo la puerta que estaba a le izquierda - te llevaré  lo necesario o mas bien ahí tendrás lo que necesitas para bañarte.
- Gracias
Me fui  hasta el baño, casi entraba al baño sentí un poco de ardor en la nalga cuando el me dio una nalgada, indignada lo mire con enojo, estaba tan indignada que casi le soltaba tremendo cachetadon.
Tomó mi muñeca y me atrajo hasta el, me tomó entres sus brazos y me beso, estaba muy “ indignada” que al principio  negué pero su boca era deliciosa que me dejé llevar por aquel beso, dejó de besarme, pego su frente a la mía - Como me gustaría tenerte así todas las mañanas - me encantaban sus ojos - ve a bañarte
Me soltó y entré al baño, el lugar era tan amplio, era todo un cuarto, todo estaba en completo orden, me puse bajo la regadera abrí la llave. El agua cayo sobre mi cuerpo, me relaje un poco, tomé un poco de su shampoo, al igual que un poco de su gel para baño, su aroma era delicioso, de ahí su aroma tan....delicioso y demasiado excitante, nunca jamás había disfrutado tanto un baño. Estaba a nada de tener un delicioso orgasmo mental cuando recordé el trabajo. Me enjuague el cuerpo, cerré la llave, busque una toalla y salí del baño, traté de dejar todo en  orden. Al estar en la habitación, pude ver que en la cama había ropa una playera negra y  un bóxer azul marino.
Me vestí lo mas rápido que pude y salí de la habitación.
Un delicioso aroma invadió mis fosas nasales,  al llegar a la cocina lo pude ver aun  estaba en puro bóxer, estaba en la cocina. Acomodo la barra todo estaba en orden - He llegado
- Come ya es tarde
- Si, lo es y debo ir a trabajar
- Yo también ¿ Su has pensado?
- ¿ Sobre que?
- Lo que te dije pasar el día conmigo, el sábado...
- No se te he dicho que debo pedir permiso
- Si, esta bien
- Bueno
Comencé a comer, eso era delicioso. Terminé de comer me levante de la silla, tomé mi vaso y mi plato los iba a dejar en el fregadero - No dejalo yo lo hago
- No yo lo hago
- Por favor insisto
- Dejame hacerlo
- No dejarlo ahí
- Esta bien tranquilo ya
Había bajado la guardia así que me levanté y fui a dejar el plato y el vado al fregadero.
Al voltear lo vi frente a mi, estaba molesto - Te dije que no lo hicieras no me gusta queme desobedezcan - me iba a ir pero me tomó de la muñeca, me apretaba muy fuerte
- Sueltame - dije al borde de las lágrimas, al soltarme, se volteó decía cosas que no entendía- Sabes que- tome un vaso - Ten tus cosas - le lance el vaso y como de esperarse el vaso se hizo añicos. Salí de la cocina, tome mis cosas y salí del lugar.
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Era tarde, había llegado tarde al trabajo, estaba de malas todo lo hacia Amber ¿ Que haría sin ella? No le había contado nada de lo de Damián, mi tía no había llamado, pero debía darle su espacio, no tenía novio, hijos o un amante, al menos no que yo supiera. En ocasiones se la pasaba en el trabajo. Había mucha gente, me encontraba detrás de la barra pensando en la propuesta de Damián ¿ Debía salir con el? Solo sabia que debía estar lo mas lejos posible de el.
Después de todo no lo conocía y mejor aun no estaba tan implicada con el, aun no corría tanto peligro, mi corazón estaba seguro si me alejaba de el...