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El ambiente se puso mejor, estaba tomando mi quinta copa de vino
- Ya deja de beber Danna te arrepentirás el día de mañana
- No, dejame - arrastraba las palabras
- Vamos ya terminó mi turno
- Espera
- ¿ Que?
- Debo ir al baño - le dije
- Rápido
Como pude fui al baño, había llegado pero me sentía observada, como si alguien me siguiera, abrí un baño y enseguida devolví lo que no traía en el estomago, después de vaciar mi vacío estómago me sentí mejor, me levanté e hice del baño.
Me fui hasta el espejo, abrí la llave, me lave ma cara intentando volver a mis cinco sentidos, pero me era inútil
- Hola linda - escuche una voz masculina que aparte de todo era desconocida para mi, sus manos se posicionaron en mi cintura, no era el, mi cuerpo lo sabia, no me producía esa deliciosa sensación de gusto, su boca descendía lentamente por mi cuello
- Sueltame- traté de quitarlo de encima
- Eres muy dura
- Dejame - pero en lugar de eso me pegó a la pared, me tocaba de una forma muy lasciva, estaba asustada.
Parecía ser que la borrachera se me  había bajado con ese susto.
- Suelteme - me seguía moviendo, mil recuerdos se agolparon en mi cabeza, estaba a punto de llorar, grité con ganas, como si  la vida se me fuese de las manos.
El tipo me golpeó - Callate estúpida
- Déjeme, por favor
Era mi fin, de nuevo pasaría algo malo en mi  vida.
-Que la dejes en paz ¿ acaso no oíste?
Escuchar su voz nunca me gusto tanto - ¿ Te vas a pelear por una perra como ella?
- No le insultes
- No diga nada que no sea verdad
El se abalanzó sobre el sujeto, haciendo me caer al suelo y tras aquel golpe todo se tornó negro...
De ahí la historia por la cual me encontraba en el hospital, me dolía la cabeza y con trabajos abría los ojos
- ¿ Damián?
- Que- su voz era distinta, sonaba molesto
- ¿ Estas enojado?
- No, no estoy molesto
-¿ Entonces?
- Estoy que me lleva, te pusiste en riesgo, casi te violan
- Pero llegaste
-¿ Que hubiese pasado  si no llego?
- Pues....yo
- Dilo, te hubiesen hecho daño
- Pero no paso
- Estoy molesto
Me quedo en silencio, me muerdo en labio superior -¿ puedo llamar a mi tía?
- Llamala - busco mi móvil, marco el numero de mi tía
- Danna ¿ Que pasa?
- ¿ Podrías ir al club por tu auto?
- ¿ Porque?
- Estoy con Damián y ...
- Claro - me interrumpe
- Vale tía, te quiero
Cuelgo y de nuevo lo veo, esta molesto, lo mejor sera que me valla a casa como pueda y dejar que se le baje el enojo - ¿ Ya me puedo ir a casa?
-  No se
- Gracias - me levanto de la camilla, mis piernas amenazan con hacerme caer, corre a detenerme- Dejame, me voy a casa, nos vemos
- ¿ En que piensas irte?
- No lo se en taxi o caminado
.- Estas muy lejos de casa
- No importa, nos vemos
Me detiene - No te vas a ir, no te voy a dejar, esta noche duermes en mi casa
- Pero estas molesto conmigo
- Pero no te voy a dejar a tu suerte
- Me lo merezco ¿no?
- No mientras seas mi....- lo piensan un momento
- No mientras sea tu amiga sexual
- No lo eres
- Lo soy Damián
Me toma  en brazos- A una amiga sexual no se le lleva  al hospital cuando se rompe la cabeza
- ¿ Entonces que soy?
- No tengo un concepto para decírtelo
Me quedo callada, me limito a sonreírle .
Me lleva hasta su auto, me deposita con mucho cuidad en el asiento del copiloto- Duerme un poco, en lo que llegamos a mi apartamento
Pronto nos encontramos de camino a su casa, ese hombre me ve con ternura o puede que sea lástima, como muchas personas lo hicieron aquel día en el que mis padres fueron enterrados.
- Hemos llegado - me dice al oído, asiento y abro la puerta - No te dije que salieras del auto
- Lo lamento- cierro la puerta, sale del auto y de pronto lo tengo a mi lado tomandome para llevarme en brazos hasta su apartamento.
Llama al ascensor, entra, me concentro en la musiquita del ascensor. Sale del interior camina unos pasos y ya estamos frente a su apartamento.
Entra, no decimos nada sólo me deja en el sofá.
Entra y sale de aquí y aya, después de unos minutos se encuentra frente a mi - Te voy a dar un baño - me da la mano y voy con el
Entramos a su habitación, me desabrocha el vestido, enseguida cae al suelo, me desabrocha el sujetador, el cual resbala por mis brazos hasta quedar en el suelo, seguido de ello me quita las bragas - Vamos - me lleva hasta el cuarto de baño, me lleva hasta una tina inmensa, detrás de una puerta de vidrio.
Entro al agua enseguida mis músculos se relajan.
El se desnuda y se mete conmigo, lo tengo detrás de mi - Quiero sentir tu piel - pone las manos en mis hombros y comienza a masajearlos, sus manos son tan reconfortantes.
Me dejo llevar por su masaje- Estas tensa y muy cansada
- Así es
- Nena te quiero para mi
Muerde mi hombro, recargo la cabeza en su hombro y me dejo llevar por en bello momento.

El MasajistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora