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- Tenemos que hablar - dijo el dueño de aquellos ojos color miel, solo que ahora estos se veían obscuros ¿ Estaba molesto? - Tenemos que hablar - dijo en un tono para nada amable
- Yo no tengo nada que hablar contigo
- ¿ A caso erea bisexual?
- No, no lo soy
- No cabe duda que necesitas una botella de vino para abrir bien las piernas - estaba alterado, pero lo que había dicho me  enfureció, casi lo golpeaba pero detuvo mi mano. Trate de soltarme de su agarre pero solo conseguí que apretara mas mi mano.
-,Sueltame - grite pero seguía tomando mi mano de esa forma tan violenta- sueltame......sueltame me lastimas - dije con un tono de voz mas suave y así me soltó.
-¿ Porqué le has dicho eso?
- Danna tenemos que hablar
- Esta bien habla
- Aquí no, ven vamos- me tomó del cuello y me condujo hasta un Audi 07 color negro. Me abrió la puerta, dudé un poco en entrar, masajeó mi cuello, lo que hizo que me relajara y entré, entró el al auto - Bueno Danna antes que nada quiero volver a recordarte mi propuesta
- No me interesa Damián
- Es que le gustas y mucho, he tratado de sacarte de mi cabeza pero no puedo
- Yo- me puse nerviosa ya no tenia pretextos - tengo que pensarlo
-¿ Cuanto tiempo?
- No lo se
- Te daré el tiempo necesario sólo dímelo
Me quedé en silencio, no sabía que decirle, ni sabía como decirle que si quería pero al mismo tiempo tenia miedo de lo que pudiese pasa, que temía a enamorarme de el. 
- Esta bien tu me dirás - dijo ante mi silencio, encendió el auto y arrancó, condujo y ambos estábamos en absoluto silencio, eso no podía ser mas incómodo pero sobre todo no sabia hacia donde iba con tanta prisa, a pesar de todo una parte de mi estaba confiada en el, era extraño debería haberme causado desconfianza o al menos miedo, pero no era así. Por fin llegamos hasta un edificio enorme, estacionó el auto, bajamos del auto, caminamos por el estacionamiento hasta llegar al elevador, apretó un botón y esperamos hasta que se abrieran las puertas del mismo, entramos, pulso el botón número 30. Lo miraba por el rabillo del ojo, no tenía expresión alguna en la cara, el elevador se paró y abrió las puertas.
- Es el último piso, es el único apartamento aquí- me especificó, asenti abrió la puerta. Me tomó por la cintura invitándome a entrar, di unos pocos pasos, miré ese lugar, era tan.....ordenado y bello los colores del apartamento eran agradables, escuche como cerró la puerta, ahora si debíamos hablar, tenía que aclararme muchas cosas
- Bien ya estamos aquí habla, no tengo todo el tiempo
- Esta bien, pinte cómoda, voy por un trago ¿ Quieres algo de beber?
- No, no quiero nada gracia
- ¿ Agua por lo menos?
- Esta bien gracias
Me fui a sentar a uno de los sillones de piel, seguía embobada viendo aquel sitio tenía un buen gusto. Mire a la mesa algunas revistas y una librerita, estuve tentada a tomarla y leer su contenido pero el llegó, traía un baso con whisky y mi vaso con agua. Lo dejo en la mesa y se sentó frente a mi. - Ahí esta el agua
- Gracias
- No tienes que darlas
-¿ Porqué?
- ¿ Perdón?
- Porqué me mentiste?
- Eso......bueno.....yo.....om
- Dímelo sin rodeos.
-¿ Que debía hacer? Dime Damián, si de pronto un tipo me dice que quiere que sea su diversión sexual que solo nos vamos a conocer en una cama y que solo sera por que quiere saciar sus ganas ¿ Que debía con contestarle?
- Que si
- Estas loco
- No, no lo estoy, ¿ A caso eres virgen? - dijo con ironía.
Volví a quedarme en silencio, ¿ Que se creía? ¿ Porqué me preguntaba cosas de las cuales no me acordaba?. Su risa interrumpió mis pensamientos.
- No, no lo soy 
-¿ Como fue?
- Como fue que?
- Tu primera vez ¿ cuanto tiene de eso?
- No lo recuerdo y tenía 16 años
- Entonces, llevas una vida sexual muy activa
- No
-¿ Hace cuatro años que no lo haces? - dijo asombrado
- Aja - era mas o menos así, no le iba a decir que un año mas tarde me habían secuestrado y violado
- Ya veo
- Si creo que iré a casa- tomé un poco de agua
- Terminate el agua
- Esta bien
Me termine el agua , me levanté del sillón.
- Ya vete a casa, ve con mucho ciudado, ya que es tarde después hablamos - Me dijo con una sonrisa de poker en la cara. Casi daba un paso pero todo se tormo borroso y al final negro....
( Damián)
Por fin la tenía a mi merced en realidad pensaba que ella tenía una vida sexual muy activa, pero no...
Por otra parte pensé que recordaba su primera vez por que yo si recordaba todo. Aun la recuerdo a ella gimiendo para mi, besandome como si no hubiese mañana. Si yo fui quien la desvirgó yo la hice mía aquella noche el en aquel bar. Lo disfruté, lástima que ella estaba hebria. La tomé en mis brazos, pesaba poco, la  lleve hasta mi cama ¿ Que debía hace?¿ Tomarla ?
¿ Someterla? para así poder sentir su piel, sus besos, ¿ Debía rogarle? a ninguna mujer le había rogado, Damián Siller no rogaba ellas me rogaba a mi. Le quité los tenis y la acomode bajo mis sábanas, se veía hermosa tan laxa y tan confiada. Me alejé de ella y me fui a bañar, no era de invitar a mujeres a casa pero ella era especial en cierta forma me gustaba tenerla cerca y hablar con ella, era la primera mujer que dormía en mi cama. No es que no haya tenido a alguna mujer en mi cama es solo que no era precisamente para dormir. Salí del baño, busqué un bóxer y me lo coloqué. No se porque pero empezaba a pensar que  era mejor que no insistiera más, que la dejara por la paz y siguiera con mi vida y dejar que ella siguiera con la suya, me metí bajo  las sabanas, mañana seria un día difícil....

El MasajistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora