Prefacio

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La vida seria fácil si todos la viéramos artísticamente: Los colores mas brillantes, dan un toque de sentimiento agresivo a una pintura. Los colores más cálidos, le dan un toque tranquilo y apagado. Con la combinación correcta de colores, y el contraste entre luz y sombra, el paisaje se convierte en una herramienta de trasfondo, pero la obra ya no giraría respecto a él. Los colores, sin importar como sean, se convierten en lo mas importante de la obra si el autor les da un apropiado uso.

Así veía yo a las personas hace tiempo. Sus rostros, sus cuerpos y sus vidas no eran más que una minúscula parte de ellos, siendo los sentimientos los que lo conformaban en su totalidad; y él contraste de estos, eran los que formaban a una persona.

Así veía la vida. Siendo nuestra vida una maraña de cosas y acciones sin sentido; siendo nuestros sentimientos los que hablaban por nosotros.

Perdona si te confundo, no sabia que otro incipit poner para llamar tu atención. Así que supuse que una lección artística podría llamar tu atención.
Él dijo que comenzara así, tan sencillo como pudiera, siendo sincero en todo momento y no forzándome a mi mismo a escribir algo empalagoso (Ni a ti a leerlo),  que "ahí te tendría"; y si él tenia razón, entonces debo de tener toda tu atención centrada en mi.

Disculpa, veo que he sido grosero al no presentarme adecuadamente: Mi nombre es Pablo Jiménez Vázquez. Acabo de terminar mis estudios superiores y me siento bien respecto a eso.
Mi abuelo paterno era Sebastian Jiménez Hernandez, y es a quien citaba en la parte de arriba al poner una clase de arte pictórico.
¿Lo conoces, verdad? En la escuela te debieron de haber hablado de él. "La maravilla del siglo XX" le llamaron entonces; gano un premio Nobel por su libro "Las palomas me hablaron de ti" (Cuando descubrió Twitter se echo una carcajada al ver la ironía) que hablaba sobre la juventud de su época y daba una critica social hacia nuestros padres, la generación que se aproximaba a ellos tan peligrosa y cínicamente.

Su hijo, quien es mi padre era un pintor fracasado en aquella época; se dedico a la pintura y vendió un par de cuadros, pero nunca nada importante. Admiro a mi padre, todo el mundo le decía que era un fracasado pero él jamas abandono su empresa por nada ni por nadie. Ni por mi. Así que fui criado por mi madre, ella era un ángel. Me temo que murió de un aneurisma cerebral cuando yo era muy pequeño, tenia casi siete años; desearía decirte que la recuerdo claramente, pero todo lo que tengo de ella es una vieja foto en mi cuarto, y cosas que no puedo recordar pero que tengo claro que pasaron.

Mi abuelo, un escritor olvidado, y mi padre, un pintor fracasado, fueron los que se encargaron de mi. Podría apostar a que es por ellos que soy como soy: un romántico poeta chapado a la antigua. Ellos me criaron a su manera, a su imagen y semejanza. Ellos me mostraron lo que los demás no conocen: arte. El verdadero, el único.

Crecí con mi abuelo escuchando a Billie Holyday, Frank Sinatra (Adoro a ese tipo) y a la perfecta y hermosa Nancy Sinatra (Mi amor platónico).  Mi abuelo leía cosas asombrosas: Heart of darkness de Joseph Conrad, Tales of Cthulu de Lovecraft, la biblia.
Mi padre era un poco mas modesto en cuanto a gustos, con él escuchaba a Pixies, a Bob Dylan en sus épocas de oro, a Nat King Cole (Inolvidable) y a Serge Gainsbourg. Creo que es por ellos que odio la música actual, que no hallo simpatía o arte en un conjunto de ruidos que se me antojan chocantes y fanfarrones. Él y yo leíamos cosas fantásticas juntos, el adoraba a Douglas Adams y su Mostly Harmless, a Nabokov y su Lolita, le fascinaba Moby Dick (Sinceramente, jamas termine de leerlo), también le gustaba leer a Shakespeare en La Tempestad, Romeo y Julieta, y Hamlet. Mi padre era un adicto a la literatura clásica, mi abuelo también; y si desprecio la literatura actual no tengo a nadie mas para echarle culpas que no sean ellos dos. Gracias, los quiero por demostrarme lo que era el arte verdadero.

Eramos tres hombres viviendo en la misma casa, hasta que papá y yo decidimos irnos al extranjero, y mi abuelo se fue al rancho en el paraíso terrenal de Tabasco. En la casa de mi abuela, en la orilla junto a la playa, perfecta para una puesta de sol, rodeada de aves y arboles repletos de dulces frutos.

Cuando tenia nueve me dio la polio. No recuerdo mucho de eso, solo que tengo un problema en la pierna derecha que me impide caminar correctamente. En otras palabras, soy cojo y uso un bastón para poder caminar.

Creo que te he dicho casi todo lo que necesitas saber, y él tenia razón, después de todo. Empezar siendo sincero y sencillo es la manera en que puedo captar tu atención para llegar hasta este punto.
Solo espero que perdones mi inexperiencia, es lo primero que he escrito de este tipo en mi vida. Pero te prometo que te contare lo mejor de mi vida a continuación.

El lineamiento de las emocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora