Capítulo 6: Amor del pasado

354 41 16
                                    

Jaehyun continuaba caminando sin rumbo alguno, desconcertado y distraído. Yo simplemente permanecía atrás de él como si fuera su sombra, esperando a que el chofer llegará al parque.

Recibí un mensaje del chofer, sonreí y alcancé a Jaehyun para poder tomar su mano y prácticamente arrastrarlo contra su voluntad hacia el auto.

- Suéltame Johnny, necesito caminar, necesito estar solo - dijo un Jaehyun desganado y cabizbajo.

- Olvídalo, vienes conmigo, tengo que hacer un mandado... - le sonreí - si quieres que prometa que no te haré preguntas... Yo lo prometo, prometo no preguntar nada... pero si tú quieres contarme me sentiría muy feliz. Jae ¿sabes que te quiero... Cierto? - le sonreí juguetonamente.

- Ok, te acompañaré... Pero por favor, basta de cursilerías - comenzó a reírse.

Subimos al auto y le dije a James, el chofer, que me llevará a donde siempre.

Por un largo tiempo, un silencio incómodo se apoderó del lugar. Era como si Jaehyun comenzará a hacer invisible, no... Peor que eso, era como si Jae comenzará a desmoronarse en silencio... por alguna extraña razón estaba conectado a Jaehyun, podía sentir su dolor... Sabía que quería llorar, pero él no lo haría, era demasiado orgulloso para hacer eso.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por mi teléfono celular; era el presidente Lee quien estaba marcando:

- ¿bueno? - dije tratando de disimular el fastidio que me producía que hablará cuando se le daba su regalada gana.

- Seo, necesito que me hagas un favor. Manda a James al parque que está en el centro, mi chofer no podrá ir y necesito a alguien de confianza para que vaya por mi hijo - aunque dijo la palabra "favor" era súper obvio que había sido una orden.

- ok señor, yo le mando a James - fingí estar de acuerdo

- Muchas gracias, te debo un favor - fueron sus palabras antes de colgar.

- James detente, necesito que hagas lo que el señor Lee te pida. Ajusté las coordenadas en el GPS para que vayas por el hijo de papi - reí y James sólo sonrió.

- Pero señor, puedo llevarlo a su destino y des... -

- No, déjanos aquí - lo interrumpí y baje del auto. Jae estaba paralizado inmerso en su propio mundo.

- ¿No piensas bajarte?, o acaso ¿quieres conocer al hijo de mi jefe? - mascullé divertido, Jae sólo negó con la cabeza y salió del auto. Me despedí del chofer y cerré la puerta.

- ¿Qué fue eso? - dijo un Jaehyun sumamente desconcertado

- Eso amigo mío fue la lección número uno de porque no debes decir al jefe que cuidarás a "el hijo de papi" - comencé a reír falsamente, era obvio que estaba enojado. Todo esto del hijo del jefe me provocaba dolor de cabeza pero no podía dejarme llevar, tenía que disfrutar mi última semana de libertad antes de comenzar a cuidar de él de verdad.

- ¿seguro que estás bien? - dijo Jaehyun algo preocupado.

- Sí, yo estoy bien. Tú eres el que no está bien, y con esas piernas temblorosas no creo que aguantes ni dar tres pasos, así que... - sonreí y me puse de cuclillas para que Jae subiera a mi espalda - ¡vamos! Sube.

- No, yo puedo caminar... - fue lo último que dijo antes de que por la fuerza lo subiera a mi espalda, enredó sus brazos en mi cuello y se acomodó - siempre haces lo que quieres - dijo riendo.

- Por supuesto Jae, siempre consigo lo que quiero, que no se te olvide - dije sonriendo mientras comenzaba a caminar.

Una vez más el silencio melancólico volvió, sólo podía seguir caminando porque Jaehyun no diría nada, aunque éramos cercanos el jamás diría nada. Pero inesperadamente Jaehyun rompió el silencio:

Amar es... estar locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora