Capítulo 8: Presentaciones

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La puerta principal se abrió, el chico de la mirada de pocker entró, cuando vió al chico alto parado a un lado de su tailandés. Un sentimiento de celos invadió su cuerpo al reconocer a aquel chico alto del parque, al que Ten le sonreía dulcemente.

Por el shock y el enojo tiró la bolsa negra que llevaba en su mano, dejando ver el helado de fresa que había comprado.

Ten al ver el bote de helado rodando por el piso se paró corriendo y lo agarró como si fuera un niño pequeño.

- ¡Hyung!, compraste helado de fresa, mi favorito. Sabed que te amo ¿verdad? - dijo el chaparrito dándole un abrazo al mayor.

Taeyong rió divertido y correspondió al abrazo del menor, pero un carraspeo se escuchó de repente, haciendo que Ten se sonrojara separándose de Taeyong.

- Wow, que rápido te olvidas que estoy aquí - expresó el alto con un poco de celos.

Un silencio incómodo llenó el lugar, pero la incomodidad era más de Ten al ver quf los otros dos chicos prácticamente se mataban con la mirada.

- Ah... voy por una cuchara ¿ustedes quieren una? - al no obtener respuesta de ninguno, Ten rio un poco tenso - Bueno, más para mí -  sonrió y se fue directo a la cocina.

Ambos chicos al ver como Ten se iba saltando como un niño pequeño sonrieron, pero luego volvieron a verse con mirada asesina.

- Y bien... ¿Qué haces aquí? - Taeyong fue el primero en romper el silencio.

- ¡Qué te importa! - contesto Johnny en el mismo tono.

- Me importa porque estás en mi casa, me molesta tu presencia así que vete - dijo Taeyong abriendo la puerta.

- Pues si te molesta mi presencia puedes irte, porque yo de aquí no me voy - retó Seo a Lee sentándose en el sillón.

- Pues ya te jodiste, porque yo no pienso irme; y como esta es mi casa, si no te vas, llamaré... -

- ¿A tu papi? Claro, sólo eso me faltaba. El niño me va a acusar con su papá porque lo estoy molestando - interrumpió Johnny a Taeyong con tono burlón.

- Yo no necesito a mi padre para sacarte de aquí - comenzaba a enojarse el Pocker face.

- Y entonces... ¿qué harás? - lo provocó Johnny.

Extrañamente el alto estaba disfrutando la pequeña pelea que tenían, quería hacer enojar a Taeyong, quería gritar y pelear, necesitaba golpear algo, necesitaba desahogarse. Lo que había pasado con Mark lo había dejado realmente mal.

- Mira imbécil, no me provoques, no me quieres ver enojado - se acercó bruscamete a Johnny.

- ¿Por qué?, ¿me pegarás? Tú no puedes hacerme daño - se rió Johnny.

A punto estuvo Taeyong de golpear a Johnny, pero "su plática" fue interrumpida por un tailandés que con descaro se sentó en el sofá de enfrente y comenzó a comer su helado mirándolos atentamente como si de una película se tratara.

- Sigan, que no les moleste mi presencia - dijo haciendo un ademan con su mano. - Bueno, aunque si yo fuera tú no golpearía a mi jefe - se rió un poco.

- ¡¿Jefe?! - Miró Tae confundido a Johnny.

- ¡Ah! Olvidé presentarme Seo Young Ho - saludo el alto con una sonrisa en su boca.

Taeyong estaba confundido, hasta que recordó que ese era el nombre del CEO de la sucursal de LA.

- ¿tú... eres... -

- El CEO, el señor Seo - interrumpió Ten a Taeyong.

- No lo creo, es muy jóven... - dijo Taeyong incrédulo.

Amar es... estar locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora