Capítulo 13: Avanza o muere

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NARRA JAEHHYUN:

Ya era muy tarde cuando llegamos Yuta y yo a la casa, Johnny seguía trabajando en su oficina como era de costumbre. Desde que lo conocía yo había notado que Johnny trabajaba realmente duro, era algo que al principio no entendía, pero con el paso del tiempo comencé a entenderlo, Johnny trabajaba por algo... un objetivo... un propósito y el decía que todo el tiempo era esencial que ni un segundo se podía desperdiciar. En consecuencia de ese pensamiento Johnny se levantaba muy temprano y dormía a altas horas de la noche. Todo el tiempo persiguiendo su objetivo.

La perseverancia y la dedicación que daba Johnny para casi todo era admirable, algo que a mí me gustaría tener. Y digo "casi todo", porque algo en lo que no pensaba él era en el amor, sí, se había enamorado antes de algunas personas, entre las personas que yo conocí están Taeil y Mark, y con ninguno de los dos funciono, porque aunque él estaba ahí, en realidad no estaba. Aunque a veces pienso que eso sólo fue una excusa para que pudieran alejarse, porque es más fácil alejarse de alguien en vez de buscarlo, es fácil decir que otro tiene la culpa en vez de tratar de enmendarlo. Yo sé que es fácil porque en algún momento de mi vida  tomé el camino fácil.

- ¡Jaehyun! ¿Me estás escuchando? - subió la voz Yuta sacándome por completo de mis pensamientos.

- ¿Eh? - mire confundido, en realidad ni siquiera me había dado cuenta que me estaba hablando.

- Tú eres tan... especial, jamás escuchas lo que digo. Sigo sin acostumbrarme a que no me escuches.

- Calma hombre, es que ando algo perdido.

- Llevamos poco tiempo de conocernos y no me quieres ver enojado, odio que no me hagan caso - frunció el ceño el japonés enojado.

- No volverá a pasar, tranquilo - traté de calmarlo - te lo puedo compensar, ¿Qué quieres?

- Ok, sólo por está vez lo pasaré, quiero un jugo - sonrió

- Voy por él y vuelvo para que me sigas contando...

- Sobre el chico que fue hoy al café - dijo un poco sonrojado Yuta.

- ¡Uh! Un chico... regreso en cinco - fue lo último que dije.

Abrí la puerta y comencé a recorrer el pasillo, comencé a bajar las escaleras notando que la luz de la cocina estaba prendida, algo que llamo mi atención pero seguí mi camino, cuando estaba a punto de bajar los últimos pude escuchar voces, la voz de Johnny y la del tailandés.

Quedé en shock cuando vi que Johnny y Ten se estaban besando. ¿Qué rayos estaba ocurriendo? Un sentimiento de furia corrió por mis venas, odiaba el hecho de que Ten estuviera besando a Johnny, y no precisamente porque estaba besándose con mi mejor amigo, sino porque estaba engañando a Taeyong, mientras él estaba en la casa.

Tenía que calmarme, pensar con claridad, porque estaba tan furioso que si seguía viendo la escena golpearía a alguien. Respiré profundo y comencé a subir las escaleras, simplemente tenía que fingir que no había visto nada, no era de mi incumbencia, Taeyong y yo ya no éramos nada y lo que hiciera Ten no me debería importar.

Cuando estaba a punto de abrir la puerta de mi habitación, la puerta de Taeyong se abrió, dejando ver a un Taeyong algo decaído y arrepentido, a pesar de los años sus gestos seguían siendo iguales para mí, él era un libro abierto para mí, un libro que quería seguir leyendo.

Me vio por un segundo para después ignorarme olímpicamente, iba a bajar las escaleras. Pero lo detuve, no podía dejar que viera la escena que se estaba presentando allá abajo.

- Necesitamos hablar - dije algo desesperado mientras le tomaba la mano para detenerlo.

- Tú y yo no tenemos nada que hablar, y si me permites tengo algo que hacer - se soltó Taeyong.

Amar es... estar locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora