Capítulo 20: Primer tornado

73 15 5
                                    

Ten estaba revisando una a una las fotos que tenía en su poder, estaba pensando una forma de destrozar a Taeyong, estaba planeando su venganza. Venganza, esa palabra se había apoderado por completo de él, odiaba a Jaehyun y odiaba mucho más a Taeyong.

Miró por unos cuantos minutos la foto en la que se estaban abrazando, esa calidez que se veía en la foto, ese amor que se percibía en una sola foto, eso fastidiaba a Chittaphon.

—Los destrozaré a ambos, esta es la última vez que me ven la cara de idio...

De pronto un pensamiento vino a su cabeza y sonrió ampliamente, ya sabía como destrozar a Taeyong, ya sabía como dejarlo fuera del juego.

—El contrato— susurró Ten mientras sonreía de una forma que nunca lo había hecho, con satisfacción de poder ver sufrir a alguien. —Usaré esta foto, la publicaré anonimante en los medios y será su fin. Pero primero lo haré querer la empresa y cuando sienta que es suya... se la arrebataré de las manos, será como quitarle un dulce a un niño.

Esa clase de satisfacción le provocó un escalofrío, algo andaba mal, él no era así. Suspiró, guardó las fotos y se tumbó en la cama. Estaba cansado, cansado de todo lo que le pasaba, incluso estaba agotado de tener rencor... quería dejarlo ir, pero no podía, algo de maldad seguía creciendo en su interior y no quería pararlo. Se había hartado de ser la víctima, se había hartado de amar a alguien que jamás lo vería con los ojos de amor inconfundibles que tenía en esa foto. Odiaba sentirse celoso, pero no quería dejar ir ese sentimiento, tal vez porque muy en el fondo sabía que sin ese sentimiento no sería capaz de seguir las instrucciones de aquella voz y su hermanita podía sufrir las consecuencias.

Cerró los ojos y cuando estaba a punto de caer dormido los abrió de golpe al sentir un peso sobre la cama.

-Perdón, no quería despertarte- susurró Taeyong mientras se acosataba a lado de Ten.

-Recordé que tengo que hacer algo- se levantó de golpe de la cama.

-Chittaphon, has estado muy raro últimamente- dijo Tae deteniendo al tailandés -¿Pasa algo amor?

"¿Amor?, hipócrita" Pensaba Ten mientras sonreía.

-No, simplemente recordé algo, ahorita vuelvo- se soltó del agarre y salió del cuarto.

Al salir del cuarto suspiró, no quería seguir en el mismo cuarto que Taeyong, sus ganas de golpearlo y llorar se hacían grandes cada vez que se acercaba. Miró a su alrededor tratando de encontrar algo que hacer y vió una ligera luz salir de la habitación del fondo, era raro que esa luz estuviera prendida, pues generalmente, el dueño de dicha habitación siempre estaba en su estudio trabajando.

Chittaphon sonrió, y dirigió sus pasos hacia allá y tocó la puerta para después abrirla.

-Hola John, yo me preguntaba si...- se calló de golpe al ver a Johnny con sólo una toalla alrededor de su cintura. -Regreso después- se tapó la boca Ten tratando de cubrir su sonrojo.

Johnny sólo sonrió, tomó de la mano a Ten y lo sentó en su cama.

-No, espera... deja me cambio rápido, voltea hacia allá mientras me cambio- dijo volteando la cabeza de Chittaphon para que viera a la ventana, para después comenzar a ponerse una pijama.

-Listo, puedes voltearte, ¿qué querías decirme?- se sentó a lado de Ten.

-Yo... lo olvidé- decía aún sonrojado Ten.

-¿Qué pasó jitomatito?¿Te pongo nervioso?- sonrió Johnny.

-Creo que es mejor que me vaya- se levantó Ten de la cama.

Amar es... estar locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora