Capitulo 2
Claramente la opción 1.
LLego a Pamper's Company, un edificio, por lo que parece enorme, muy lujoso y moderno. Ya entiendo por qué la gente tiene la ilusión de trabajar acá. Es que es un lujo.
Estoy sentada en una de las sillas de la sala de espera (si se podría decir así) hace menos de media hora y un poco mas de diez minutos. La chica de recepción me pareció poco amable y ni siquiera se dignó a mirarme para decirme que esperara hasta que el jefe llegara. Está retrasado y por lo visto no parece tener apuro en llegar. Aprovecho para levantarme e ir al baño, llevo tiempo esperando y recién ahora me interesé en mi apariencia. Tengo que estar presentable y con lo que me pasó dudo estarlo.
-Señorita, ¿Dónde está el baño?-Le pregunto a la Doña Gertrudis de recepción... No hay respuesta. Una de dos: O se está haciendo la boluda, o tiene mal día y pocas ganas de hablar. Le vuelvo a preguntar y solo me dedica un "Piso dos a la derecha" y sigue tipeando. A veces me sorprende la buena onda que tiene la gente.
El baño es hermoso y la verdad no se podía esperar menos de este lujoso lugar. Me peino como puedo, me maquillo un poco y me arreglo. Listo, ahora está un poco mejor. Vamos Maite, no vaya a ser cosa que llegues tarde a la reunión con el jefe de Pamper's Company estando en el mismo edificio. Me detengo un segundo. ¿Esos son urinarios? ¿Pero que hacen urinarios de hombres en el baño de mujeres? NO. NO PUEDE SEEEEEEEEEEEEEER...
A veeeeer.... Mucha modernidad, mucha modernidad pero ¿¿cómo se abren estas puertas?? No puede ser que me haya metido en el baño de hombres. ¿Tan tarada soy? DIOS MIO, estas puertas no abren. ¡Estoy encerrada en el baño de hombres de la empresa en donde probablemente trabaje y no puedo salir! Esto sí debe ser joda, lo habrán organizado los de la misma empresa como bienvenida. Seguro que si. Primero Doña Gertrudis, segundo equivocarme, tercero quedarme encerrada. ¿Dónde está la cámara? Se deben estar divirtiendo mucho, ahora saquenmeeeeeeeeeeeeeee....
-¡Auxiliooooooooo, saquenme de acá, por favoooooor! ¡Puerta de mierda!-Grito sin darme cuenta.
Pará un segundo... ¿Esto es así...?
Sí. Efectivamente es así. Es girar toda la palanquita de la cerradura de la puerta y no apretar el botoncito de adorno ubicado en la parte superior como lo estaba haciendo. Estupida, estupida, estupida y mil veces más estupida. Dos papelones en un solo día. Debería ser ilegal.
Salgo y parece ser que todos estan muy concentrados en su trabajo, porque nadie se gira para verme, es más apostaría a que nadie me escuchó gritar. Por suerte.
Suerte. Eso voy a necesitar.
***
Voy bajando las escaleras y aparece Doña Gertrudis gritándome:
-¡Señorita Maite! Apurese, ¿quiere? El señor la esta esperando hace cinco minutos, y no es de tener mucha paciencia con los empleados. Suba, está en el cuarto piso a la derecha.
Viejo histérico. Lo estoy esperando desde hace un montón y nada que aparece. Y porque me tiene que esperar unos minutitos se pone histerico... Hombres.
Cuarto piso a la derecha, cuarto piso a la derecha, cuarto p... ACÁ. Debe ser esta. Y si no es esta y me meto en una oficina equivocada, me declaro la mas idiotas de las idiotas. Pero dudo que pase, Doña Gertrudis me indicó muy bien cómo llegar y dijo "piso cuarto a la derecha" o ¿dijo izquierda? No, no. Dijo derecha. Bien, basta de dudas que el viejo me esta esperando. Toco la puerta y un "pase" me responde.
Ahí esta el viejo, sentado, haciendo de cuenta que me está esperando hace mucho. Bien, ahora se viene el glosario de puteadas. Porque seguro me va a putear y después me va a despedir en mi primer dìa.
Un hombre de unos treinta años masomenos, bien vestido, por supuesto como todos los que trabajan acá. Me mira y me invita a sentarme. Me toma los datos, una breve entrevista y me confirma lo tan esperado:
-Muy bien señorita... Maite Minares. Bienvenida a Pamper's Company.-Me dice mientras me tiende la mano.Continúa- Mateo González, a su disposición. Su oficina esta justo aquí al lado y...
Sigue hablando y sigo reflexionando en por qué no dijo nada de mi llegada tarde y sigo repreguntándome dónde esta ese famoso "viejo" jefe de esta empresa que tanto me había imaginado que era. Reconozco que este jefe me caerá mejor que un viejo.
Sigue hablando. Habla más que Lud y yo juntas, es increible que un hombre hable tant...
-¡Mateo querido! Disculpame la demora, tuve un par de desperfectos antes de llegar y...
Un hombre entra en la oficina sin mirarme, me pasa por al lado y empieza a ordenar unos papeles en el escritorio. Le sigue hablando a mi jefe Mateo y yo estoy parada ahí como pintada. Ese hombre dándome la espalda ni siquiera un "hola" me dedicó. Que mal educada está la gente ultimamente. ¿O es que en esta oficina son todos asi? Bueno supongo debo irme, El Gamberro sigue de espaldas mio y ese Mateo ya ni me mira... Vamos, dijo que mi oficina estaba acá al lado, asique si me necesita supongo me llamará.
-¿Señorita Maite Minares?-El Gamberro me habla, detengo mi salida.
-¿Si?-Le respondo mientras giro sobre mis propios pies.
Es... Increible. ¡El hombre que me rompió el taco! ¿¿Y trabaja acá mismo?? Sí, evidentemente trabaja. Uff, hoy si que salieron todos para joderme.
-¿Usted?- Me dice como decepcionado y revoleando los ojos. ¡Que idiota!
Seguro notó mi cara de "No te banco flaco" porque pareciera que trata de hacerme competencia porque esa cara de "Yo tampoco te banco" que sacó, la puedo distinguir desde lejos.
-Si, yo. ¿Necesitas algo?-Le digo sacándole importancia. Sinceramente no me interesa si necesita algo o no. Solo por ser cortés. En fin, espero que diga que no así me voy cuanto antes a mi oficina, cuanto menos lo vea mejor.
-Sí. Que empiece a laburar secretaria. Luciano Castillo, su jefe, un gusto.
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