-Pero no sabés, UNA LOBAAAAAA la amiguita de tu secretaría. Si la minita ésta es así, no me quiero imaginar lo que será en la cama la bomba sexual de tu secretaria. La tendría que probar, así me saco la duda... No me mires con esa cara pelotudo, que las histéricas/minitas/pendejas de mis amigos son intocables. En especial esa, ya se que te tiene loco, lo que todavía no entiendo es cómo no...
-Sí, la besé.-Mateo queda duro.-Sí, lo que escuchas. Mientras vos estabas con La Loba, yo estaba con Jessica Rabbit.
-¡Bieeeeeeeeeeen hermano!-Me abraza.
-No, no.. Para, no te ilusiones. No pasó más que ese beso. Después Jessica Rabbit arrugó, no se qué le paso. Salió corriendo y creí que lo mejor era...
-Perdertela como un boludo, ¿no?
-No me la perdí como un boludo. Deje que asumiera lo que estabamos haciendo. Creo que ni siquiera tuve la reacción de salir tras ella, no sé me quedé parado como un boludo. Me...
-Te volvió loco. Ya está amigo, ya esta. Te perdí.
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Idiota. Pero más idiota seré yo que acepté ese beso. ¿O seré más idiota por haberme ido?
NO. No. Si no me iba, no sé dónde ni cómo terminabamos. Fue algo raro, sentí que una fuerza nos arrastraba hacia el pecado.
No puedo explicar qué fue lo que sucedió, todavía no creo que haya pasado lo que pasó con mi propio jefe. No sé con qué cara nos vamos a ver el lunes. Quisiera desaparecer. Le conté lo sucedido a Lud y ella me contó lo de Mateo y el revolcón (tremendo revolcón) que se dieron. Pero ya dejó en claro que no se enganchará y que solo fue para el rato. Uno más del montón. La verdad, mucho no le creo... Nunca la vi tan entusiasmada con un hombre como con Mateo.
-Entonces... El Gamberro resultó ser todo un romántico....-Me dice Lud tirándose en el sillón con cara de "La pasé bien y estoy en una nube"
-Qué romántico ni romántico ¡Lud!... Me besó a la fuerza. Yo... Yo no quería y él se aprovechó de su fuerza, me...
-DALE, DALE NENA!-Me interrumpe sentándose.- A mi no me vengas con que no le tenías ganas a tu jefe. Apuesto a que no te bastó con un solo beso. Ey, no está mal darse el gusto.
-¿Lud, no está mal darse el gusto con mi propio jefe?
-¿Y qué tiene que ver que sea tu jefe? Está bueno igual. Aprovechá que lo tenés.¿Por qué te fuiste?
Mmmm...Lud tiene razón. Hay que admitirlo: El Gamberro se parte solo. Tal vez sí podría usarlo un poquito y disfrutarlo. ¿Por qué no?
-Sí me quedaba, ya te digo: No sé dónde amanecía. Y hay un pequeño detalle, importante, del que nos olvidamos ayer cuando nos besamos: Somos jefe y secretaría.
-Pero se gustan.-Concluye subiendo las escaleras y dirijiendose al cuarto, dejándome con la palabra en la boca.
***
Es lunes y El Gamberro apareció como si nada, pidiéndome que lo acompañara a una reunión. No parece el hombre que besé el otro día, de hecho, no hizo ni mención del tema "beso", lo cual me pareció correcto. Será mejor así. A pesar del revolcón que, está bien reconozco me gustaría haberme dado con él, dudo que eso pase alguna vez. Y creo, de corazón, que es lo mejor.
Terminamos la reunión y estoy tranquila. Por suerte salió todo bien, duró más de la cuenta, pero no importa. Suerte que ya me puedo ir a casa.