Doble la chaqueta y la guardé en la mochila y en ese momento escuche que me llegó un mensaje de Eloisa que decía "sal estoy en tu puerta" entonces baje y salí de casa y cuando salude a Elo me sentía un poco mal, aunque no sé porque , no tenían nada especial, pero aun así y conociendo a Elo sabía que se molestaría y preferí no decirle nada, total era una tontería si lo pienso.
Montadas en el bus lo volvimos a ver pero esa mañana Elo estaba repasando biología y no se dió cuenta, yo lo vi y como una tonta sonreí, ni que fuera a tener un romance con el pero yo, a veces, soy muy inocente aunque con esto no me quería emocionar.
Al llegar al instituto, en la puerta, me encontré con Fani, María y Lucia, eran mis tres amigas del instituto desde que teníamos seis años, y aunque no tengo la amistad que tenía con Elo, las quiero; en ese momento vi como entraba Adán por la puerta y me acerqué a él disimuladamente.
- Hola! Toma, tu chaqueta - le dije mientras la sacaba de la mochila - gracias por dejármela.
- Vaya jaja no hay de qué pero quédatela no me importa que la tengas sé que está en buenas manos - me dijo- además ya tengo otra puesta- continuó.
- Bueno es que no hace falta, de verdad, toma - le dije un poco nerviosa, a ver, la chaqueta era preciosa pero no quería tenerla, además a él le queda mejor que a mí.
- Venga Ana guárdatela, te queda muy bien y además me gusta verte con ella puesta -me respondió cogiendo su mochila para ir a su clase ya que había tocado el timbre.
Cuando llegue a clase guarde la chaqueta en la mochila y fue en ese momento cuando la curiosa de Fani me preguntó:
- ¿ Y esa chaqueta? No recuerdo haberte visto con ella, además de que parece de chico.
- Si bueno, me la dejó mi hermano - le dije lo primero que se me ocurrió, y aunque no suelo usar ropa de mi hermano, ella no tiene porque saberlo.
-Ah! Bueno... Si tú lo dices - me dijo con una sonrisa muy forzada, sabia que le estaba mintiendo.
En ese momento volvieron María y Lucia del baño y Fani y yo dejamos de hablar. Durante las clases no me pude centrar mucho solo pensaba en lo que había sucedido esa mañana; cuando llegó la hora del recreo, yo estaba sentada en unas escaleras con Fani, María y Lucia y de repente lo vi pasar por delante nuestra y me miró y me guiñó mientras sonreía, ellas no se habían dado cuenta ya que estaban hablando de tonterías.
Al terminar la mañana, cuando salí del instituto y mientras esperaba que saliera Elo, sentí que me hacían cosquillas en los costados, y yo asombrada me giré creyendo que era Elo, pero para mi sorpresa era Adán.
- Hola! Jaja - me dijo Adan.
Al verlo se me puso cara de asombro, no pude evitarlo.
- por tu cara, no era quién esperabas.
- jeje es que creía que era una amiga.
- Ah entonces, ¿no te ha gustado que fuera yo?
- A ver no, me ha gustado la verdad - le respondí un tanto tímida.
- Bueno me tengo que ir, nos vemos - me dijo mientras me daba un beso en la mejilla - por cierto dame tu número y hablamos.
- Claro -le dije con una sonrisa tonta mientras me recogía el pelo detrás de la oreja.
- Toma apuntaló - me dijo dándome su móvil - ¿sabías que tienes unas manos preciosas?- me dijo mientras le apuntaba mi numero.
- Gracias - le respondí sonrojada dándole el móvil.
- Bueno ya sí que me tengo que ir - me dijo, dándome nuevamente un beso en la mejilla
- Adiós - le dije tímidamente - pero espera, ¡tú chaqueta!
- Te he dicho que te la quedes que a ti te sienta mejor además ya te dije que no me importa que la tengas tu - me dijo mientras se marchaba andando hacia atrás
- Pero que no me la puedo llevar a mi casa, por favor llévatela - le dije tímidamente.
- Mañana nos vemos - me dijo de lejos, dándose la vuelta.
Justo un momento después apareció Elo y fuimos hasta la parada del bus, yo estaba un poco tonta por lo ocurrido y Elo no paraba de contarme cómo le había salido el examen y de repente dejó de hablar, me miró y me dijo:
- ¿Te pasa algo? Estas rara.
- No, no me pasa nada, solo estaba escuchando lo del examen.
- ¿Seguro? Yo te noto muy rara pero bueno.
- Tranquila jaja no es nada - le dije mientras me echaba en su hombro a esperar el bus.
La verdad es que yo no siento nada por Adán, pero hace cosas que me sacan una sonrisa y eso hace que confunda pero sinceramente nunca me había fijado en él y además era más pequeña que él, no sabía porque hacía eso sí era para jugar conmigo y hacerme daño o porque realmente lo siente, no sé pero no puedo dejar de darle vueltas.
ESTÁS LEYENDO
Esa maldita sonrisa.
RomanceLo conocí cuando menos me lo esperaba y me enamoré cuando ni sabía lo que era el amor. Romance y pasión juvenil. Inicio de una bonita historia.