El viernes a las seis de la tarde Elo estaba en mi casa y estuvimos un largo rato hablando de varias cosas y en ese momento veo como suena el móvil, al mirarlo veo que es un mensaje de Adán:
*Espero que no hayas olvidado nuestra cita*
Yo no podía parar de pensar en esa cita ¿cómo se me iba a olvidar?, entonces le contesté:
*Creo que no, aunque no recuerdos muy bien la hora * le dije para que no supiera que en realidad tenia muchas ganas.
Mientras hablábamos veía a Elo que no para de sacarme modelistas del armario.
*Bueno, te la vuelvo a decir sin problema, a las ocho estaré en tu puerta *
Yo aún seguía pensando cómo iba a venir a recogerme si no tenía el carnet y él vivía en el centro mientras que yo vivía un poco alejada del centro, pero en fin, tendré que esperar a mañana para saberlos.
*¿Y dónde me vas a llevar? * le dije para poder aclararme y saber que ponerme; mientras tanto veía como Elo cogia los modelitos que había sacado y me los estaba probando a ojo de lejos.
*Es una sorpresa, sólo te recordaré que te arregles * fue lo último que me dijo.
- Me ha dicho que me arregle Elo, y yo tengo pocas cosas de arreglar - le dije desesperada, pero en ese momento sin decirme nada veo cómo Elo saca un vestido de mi armario que no me acordaba que lo tenía, este era largo con mangas francesas y azul marino.
- Oh! Gracias no me acordaba de que lo tenía- le dije entusiasmada.
- Lo sé si es que soy tu hada madrina - me dijo sonriendo mientras cogia un lápiz para hacer de barita.
- Si es que eres la mejor, y ahora me faltan los zapatos, y tengo por aquí unos que le vendrían que ni pintado.- le dije levantándome de la cama en dirección al armario.
Buscando entre las cajas de zapatos los vi, eran muy simples pero me encantaban, eran unos zapatos se salón beige y junto a un bolso de mano beige ya tenía el modelito perfecto.
- Se me olvidaba, ¿que le voy a decir a mi madre?
- Pues que te vienes a mi casa a dormir, mis padres no se darán cuenta de que sales y entras- me dijo confiada, pareciendo que lo tenía planeado.
- ¿De verdad que no se van a dar cuenta?¿ y si se dan cuenta que?- le dije un tanto asustada.
- Tu confía en mí, ahora me tengo que ir, mañana a las sietes en mí casa y luego te vienes a tu puerta - me dijo mientras se iba.
Gracias a que era mi vecina podíamos hacerlo sin ningún problema.
El sábado por la mañana, mientras ayudaba a mi madre ha preparar la comida se lo dije:
- Mamá está noche me voy a casa de Elo ¿Vale?
-Vale, pero tened cuidado- me dijo
A las siete de la tarde ya estaba en casa de Elo y empecé a arreglarme, no se como lo hice pero se me pasó la hora volando, mientras me maquille, peiné y me vestí no me di cuenta de la hora y a las ocho en punto recibí un mensaje de Adán:
*Estoy en tu puerta, sal*
Entonces en en ese momento abrace a Elo y salí, cuando lo vi no me lo podía creer, estaba tan guapo con esa camisa blanca, esos pantalones claros y una americana beige.
-Parece que estamos hecho el uno para el otro- me dijo mientras me abría la puerta del coche - Señorita - me dijo con la mano para que entrara en el coche.
-Gracias- le dije mientras entraba en el coche, cuándo él subió le pregunte - ¿Es que tienes chofer?- dirigiendo mi mirada al conductor un tanto estrañada.
- Bueno en realidad es de mi padre, me esta haciendo un favor - me dijo avergonzado.
Cuando llegamos, al bajarme de coche veo que me ha traído al restaurante italiano más elegante de la ciudad, cuando entramos veo que hay una mesa con un centro con tres rosas, cosa que no tenía las demás mesas, me coge de de la mano y me guía en dirección a esa mesa, me retira la silla, me siento y me acerca a la mesa y acto seguido se sienta.
- ¿Te gusta la sorpresa?- me preguntó con esa sonrisa tan bonita.
- Realmente me encanta- le digo alucinada.
Estuvimos cenándome, él pidió tallarines a la boloñesa y yo unos raviolis; la velada fue increíble, estuvimos hablándo durante toda la cena el me estuvo contando sobre cómo era y como me veía y en ese momento me estaba dando cuenta de que estaba sintiendo algo por el, algo realmente fuerte; y le estuve comentando también como era yo, como le veía, fue muy amena la conversación, mientras nos tomábamos los postres me dijo:
- Ana - me llama serio y me dijo - la verdad es que me gusta mucho, desde el primer día que te vi entrar por la puerta del instituto me llamaste la atención y aquel día que te vi tiritando vi la oportunidad perfecta para hacercarme a ti.
Yo me quedé pálida no me esperaba tanta sinceridad, o al menos en esta cita, creía que iba ha tardar en decírmelo, pero ya que él se ha soltado yo también lo haré.
- Bueno la verdad es que yo no sentía nada por ti, si es cierto que me llamabas la atención, porque sinceramente eres muy guapo, pero no ha sido hasta hoy cuando me he dado cuenta de que siento algo- ahí lo dejé tampoco quiero ir muy rápido.
Terminamos de cenar y la última parada antes de llevarme a casa es a un mirador increíble donde se podía ver toda la ciudad iluminada y mientras estábamos sentados noté como poco a poco se acercaba a mí y me puso la mano sobre el hombro, me relajé y me eche en el, pero me tenía que ir Elo me estaba esperando.
Cuando llegamos a la casa de Elo, me baje del coche y vi cómo Adán ya estaba justo a lado de la puerta del coche y me dijo:
-Gracias por esta noche, ha sido increíble.
- Gracias a ti - le dije mientras le daba un beso en la mejilla y me alejé mientras le sonreía colorada, no quiero ir muy rápida, quiero ver si realmente siente algo por mí.
Avisé a Elo, me abrió la puerta, entre y antes de cerrar la puerta y de que el entrara al coche, le lance un beso.
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Esa maldita sonrisa.
RomanceLo conocí cuando menos me lo esperaba y me enamoré cuando ni sabía lo que era el amor. Romance y pasión juvenil. Inicio de una bonita historia.