- ¿Adan? ¿Que estás haciendo aquí?-pregunté extrañada.
No me lo creía Adan en el sofá de mi casa junto a mi padre riéndose a carcajadas.
- Bueno quise venir a saludarte pero como no estabas decidí esperarte.- respondió.
- Es un chico muy majo cariño.- añadió mi padre.
Salí corriendo de allí, necesitaba una explicación y me fui a la cocina, supuse que mi madre estaba allí.
- ¿Mamá que está pasando aqui?- le pregunte nerviosa con algo de optimismo.
- Nada tu padre y ese amigo tuyo, ¿Adan? Ha estado hablando prácticamente toda la tarde, papá ha querido conocerlo y bueno la cosa no ha ido mal.- me respondió
Pero vamos a ver ¿ayer no quería que estuviera con él y hoy si? Que está pasando.
-¿ Pero como?- pregunte necesitaba más información.
-Bueno ayer cuando te fuisteis estuve hablando con tu padre y diciéndole que has madurado bastante y que creo que es el momento de darte un voto de confianza, asi que quiso conocerlo, hablé con Elo y me dijo que él cuando le contaste lo que paso quiso venir hablar con nosotros, asi que de tal manera lo organizamos para que pudieran hablar y a ver qué pasaba.- dijo como si nada.
- A ver que me quede claro, ¿habéis hecho que papá y Adan tuvieran una conversación entre tú y Elo?-pregunte intrigada.
- Asi es.- contestó con una sonrisa.
Me fui para mi madre y le abracé. Era el mejor regalo que me podía hacer por navidad.
En ese momento aparecieron mi padre y Adan por la puerta de la cocina.
-¿Hace falta ayuda?- pregunto Adan.
- Esta ya todo preparado, haría falta poner la mesa.- dijo mi madre.
-¿te quedas a cenar?- pregunte extrañada a Adan.
- Si, ¿te parece bien?
- Si claro- afirmé impresionada.
No organizamos y estuvimos poniedo la mesa, Raul estaba con su novia así que aún no conocía a Adan. Antes de cenar le envíe un mensaje a Elo, me había portado un poco mal y ella lo hacía por mí.
*Lo siento plasta, gracias por todo, te quiero!*
Estaba en linea así que contestó prácticamente al instante.
*Ya me ha dicho Adan que la cosa ha ido bien, disfrúta, yo también te quiero*
Era increíble la suerte que tenía de tenerla como amiga y bueno de tener los padres que tenía.
Nos sentamos ha cenar con la televisión de fondo aunque no se le hizo mucho caso estuvimos hablando los cuatro toda la cena, me di cuenta que mi padre y Adan tenían demasiados temas de conversación, además eran los dos igual de charlatanes, nos reímos y disfrutamos. A la hora de irse Adan le acompañe a la puerta.
-Gracias por lo de esta noche, me estoy dando cuenta de lo que soy para ti y me está gustando.- le confesé.
- Creo que te has dado cuenta demasiado tarde, tú has sido importante para mí desde el día que te deje mi chaqueta.- me respondió.
-Te quiero.- un arrebato de emociones me hicieron decírselo.
-Yo también te quiero.- me contestó mientras se acércame para besarme.
- Lo repetiremos en mi casa próximamente.- me dijo mientras se montaba en el coche.
Las cosas iban mejor que bien, quería que conociera a sus padres y me sentí un tanto nerviosa pero a la vez emocionada.
Al entrar a mi casa tenía que agradecérselo a mis padres también.
-Gracias Papa.- le dije mientras le abrazaba.
-Esta bien cariño, perdóname, tendría que haber confiado más en ti, es un chico estupendo, pero aún así ten cuidado ¿vale?- me dijo.
- Lo tendré papá, te quiero.-le dije mientras le daba un beso en la mejilla.
-Bueno,¿ y para tu madre no hay nada?- me pregunto un tanto celosa mi madre.
- ¡Claro que si! gracias Mamá, a ti también te quiero.- le dije mientras entraba mi hermano con su novia a casa.
-¿Que pasa aquí?- pregunto extrañado.
- Papa y mamá han conocido a Adan.- Le dije
Mi hermano sabía algo de que yo tenía algo, pero tampoco se profundizó mucho la cosa, estaba más centrado en su relación.
-¿El chico del que me hablastes?- pregunto.
-¡Si!-exclamé.
- Si la verdad es que parece un buen chico- añadió mi padre.
- Genil ¿entonces lo conoceremos algunos día no?- pregunto mi hermano refiriéndose a él y a Teresa, su novia.
- ¡Por supuesto!- respondí.
Entonces me fui para mi habitación y tenía un mensaje de Adan.
*¿Te parece si mañana te recojo sobre las ocho?*
*Me parece*-conteste.
* Quiero presentarte a mis padres, creo que toca*- me dijo.
A mí me daba algo de vergüenza, aún llevábamos poco y conocer ya de repente a sus padres me daba un poco de pánico pero al ver lo que había hecho el hoy creo que se lo debo.
*Seria genial*-respondí.
*Buenas noches mi niña.*-Finalizo.
*Buenas noches cielo*
Aún le estaba dando vueltas a la cabeza, mañana conoceré a los padres de Adan y me pone nerviosa, ¿que me pongo? Tengo que causarle buena impresión, y por lo que Adan me contó era una familia un tanto pijos, nosotros no es que fuéramos unos hippies pero no vestíamos siempre de marca.
Me puse a mirar todo el armario de arriba-abajo y de derecha a izquierda, a probarme modelitos uno detrás de otro. Más o menos me habían convencido algunos modelitos pero necesitaba la aprobación de Elo.Le escribí.
*Elo necesito que me ayudes, mañana conoceré a sus padres y no tengo muy claro que ponerme, ¡AYUDA!*
No me di cuentan que eran las tres de la mañana, lo había centrado tanto en lo que me pondría mañana que se me había hecho tarde.
Elo no me contestó, estaría dormida, madre mía que cabeza la mía haberle escrito tan tarde, pero bueno es Elo no se extrañaría.
Decidí irme a dormir y mañana ya me contestaría y ya lo veríamos, aún tenía toda la mañana y toda tarde.
Al día siguiente nuevamente Elo se había metido en mi habitación a despertarme.
- Eh tú, despierta, tú te crees que escribirme a las tres de la mañana, ¿en que pensabas?- dijo riéndose.
-¿Esto se va a convertir en costumbre?- le pregunte medio dormida y poniéndome la almohada encima de la cabeza.
-¿El que?- me pregunto estrañada.
-El despertarme de estas formas, podría ser con un poquito más de cariño.- le dije levantando la almohada.
-Ah! No plasta, eso se lo dejo a Adan, venga levántate y nos ponemos manos a la obra.- me dijo.
- Está bien.- dije intentando levantarme.
Nos pusimo a ello, nos tiramos toda la mañana probándonos cosas (si ella también, si no se aburría) y decidiendo que me iba a poner para esta noche.
Ya está decidido a la hora de comer, me pondría un vestido azul marino de mangas largas y por encima de la rodilla, y unas botas de tacón.
-Gracias por tu ayuda, asi la cosa fluye sola.- le agradecí.
-Bueno no ha sido difícil, ahora vamos a bajar a comer, me muero de hambre.- me dijo mientras abría la puerta de mi habitación.
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Esa maldita sonrisa.
RomanceLo conocí cuando menos me lo esperaba y me enamoré cuando ni sabía lo que era el amor. Romance y pasión juvenil. Inicio de una bonita historia.