2 de Noviembre.

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Llego el dia, llevamos un par de semanas viéndonos y ese día se decidió, cuando salí del instituto me fui para nuestra calle, él estaba allí esperándome y me abalancé sobre él.

- Ana, tengo que preguntarte algo.- me dijo un tanto nervioso.

Yo asombrada un poco asustada le dije:

- Dime lo que necesites.

- Bueno yo te quería decir que, bueno, que si tú, no sé, qué cómo llevamos ya unas semanas, pues que si, tú quieres salir conmigo, me harías la persona más feliz del mundo. - dijo relajándose un poco.

¿Que yo le haría la persona más feliz del mundo? Pero si es él el que me hace la persona más feliz del mundo, entonces me acerqué poco a poco a él y antes de besarle:

- No veia el momento para que me lo pidieras.- le besé.

Él me abrazo mientras me besaba y me alzo en vuelo. Me sentí increíblemente feliz.

- Me voy o se me escapará el bus.- le dije.

- Me da igual me apetece pasar el día contigo.- me dijo mientras me miraba a los ojos.

Así no me digas las cosas porque así haces lo que quieras conmigo y joder claro que quería pasar la tarde contigo, y sin más les dije a mis padres que me quedaría en el centro con la gente de mi clase, saltándome así las clases del conservatorio también.

Me llevo a comer a un restaurante y nuevamente me sentí fuera de lugar yo no llevaba mucho dinero, mi idea era una hamburguesa o una pizza, esa para lo único que me llegaba así que se lo dije:

- Yo creo que sería mejor ir a una pizzería, ¿te parece?- le dije sin parecer que no tenía un duro.

- Creo que es un día especial y no me apetece celebrarlo en una Pizzería por mucho que me gusten- me dijo convencido.

- Pero no puedo permitírmelo Adan.- le confesé sonrojada.

- ¿Te crees que ibas a pagar tu?- me dijo mientras reía.

- Bueno al menos mi parte si...- respondí un tanto molesta.

- Tranquila hoy invito yo.- me dijo mientras me cogía de la mano y me metía en el restaurante.

Me apetecía mucho comer en ese restaurante con él pero me sentía incómoda haciendo que pagara el solo. La próxima la pongo yo pensé. Y sin más me senté en la mesa.

Pasamos la tarde de aquí para allá, parando cada dos por tres para besarnos, ahí comprendí que él no estaba jugando conmigo, que realmente sentía algo por mi, por cómo me miraba, como me acariciaba, su forma de besarme y con su manera de sonreírme, enmarcaría era puta y perfecta sonrisa.

Estaba anocheciendo y tenía que irme a casa.

- Me tengo que ir ya.- dije.

- Te llevaré con Mario, ¡quédate un rato más!- me suplico.

- Esta bien, un rato más.

Sobre las diez de la noche llegue a mi casa. Mi madre empezaba a sospechar, tiene como un alma de bruja o algo así.

-¿Has cenado?- me pregunto mi madre.

- No, quería cenar aquí con vosotros.

- Bueno ¿y que has hecho?¿donde has estado?¿con quien has ido?- empezó a preguntar.

Aquí estaba el tercer grado de mi madre.

- Ya sabes dando vueltas por el centro con la gente de mi clase.- fabulé.

-Asi que con la gente de tu clase ¿no?- pregunto extrañada.

- Asi es, ¿porque lo dices?- pregunte.

- No sueles salir entre semana con la gente de tu clase saltándote las clases del conservatorio.

Cierto, suelo quedar poco con los de la clase y casi siempre suele ser en el fin de semana, tendría que haberle dicho que estaba con Elo, pero si la veía llegar a casa sería peor.

- Si bueno esque nos apetecía quedar a comer por ahí.

- Bueno anda está bien, ve poniéndola mesa.- me ordenó con risa de "te he pillado" aunque no lo sabe muy bien.

Cuando acabe de cenar me fui a mi habitación, me estaba llamando Adan.

-¿Hola?-conteste como si no supiera quien era.

- Hola señorita, me gustaría hablar con la señorita Ana, ¿sabe usted si está por ahí?- contesto bromeando.

- Bueno creo que está por aquí, ¿que desea de la señorita Ana? Señorito.- me uní a la broma.

-Bueno simplemente quería agradecerle el placer de su compañia en la tarde de hoy y lo agusto que he estado con ella.- contestó.

-Me parece que ella ha estado muy agusto también y lo repetiría sin dudarlo.

- Me parece que se va a repetir muchas veces más, creo yo.

- Me parece que ella opina lo mismo.-emocionada conteste mientras movía las piernas como una loco en la cama.

-Pues dígale que tengo muchas ganas de verle mañana.-continuó diciendo.

- Ella opina igual creo yo.

- Pues dígale que pase una buena noche y mañana nos vemos.

- Será comunicada, y me parece que ella también le desea una buena noche.

- Un placer hablar con usted señorita.- finalizó.

- Igualmente señorito.

Ese día había sido increíble, aún me cuesta creerlo, pero era tan real. En seguida le dejé un mensaje a Elo.

*Adan me ha pedido salir*

Y no me dio tiempo a bloquear el móvil cuando Elo ya me había respondido.

* Que leen mis ojos, Ana te envidio, enserio, te querré mucho pero ahora mismo te mataba, ¡disfrútalo plasta!*

Su amor-odio hacía mí solía ser muy normal, yo hacía ella también.

*Soy feliz tia*

*Como para no serlo mamona, por cierto yo también estoy conociendo a alguien.*- envió.

* ¡Ala! Que escondido que lo tenias, cuéntamelo todo*- le envié.

*Bueno esque lo que tú estabas pasando era más interesante pero si, mañana te contaré, ahora a dormir*- termino diciéndome

*Esta bien, Buenas noches.*-finalice y bloquee el móvil.

Esa maldita sonrisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora