-Zorra.
Levante una ceja.
-¿Que me has dicho, perra? -respondo.
-¡Lo que escucharon tus putos oídos!
Mamá me hace cariño en la espalda.
-Tranquila, Madison.
Abro los ojos como platos.
-¡Me acaba de decir zorra! -digo señalandola.
-¡Y tú me acabas de decir perra! -dice Margo.
Mamá me cruza con la mirada, tan intensa que retrocedo un paso.
-Travis la acaba de dejar -dice susurrandome-. Entiendela.
¡¿Que la entienda!? ¡¿Como mierda quiera que la entienda si mi ex novio no me recuerda!? ¡Ella no lo entiende! ¡Mi madre no lo entiende!
Pero solo me limito a asentir.
-Vale -digo apretando los puños-. Pero al menos corrigela en su vocabulario.
-¡Tú igual dice groserías! -dice Margo desde la cama.
Oh, Dios.
Dame paciencia. Mucha paciencia.
Mamá mira hacia otro lado, y en ese mínimo momento de distracción, le muestro el dedo del medio a Margo.
-¡MAMÁ! -dice señalandome-. ¡Me levantó el dedo del medio! -dice sacando una bola de helado.
-¡Mentira! -digo.
Mamá rodea los ojos.
-¡Madison! ¡Vete a tu cuarto! ¡Ahora!
-Pero mamá...
-¡AHORA!
Salí del cuarto de Margo y me encerré en mi habitación.
¿Por qué la vida es tan injusta?
Han pasado cinco frutos, muy frutos años y Travis no me recuerda. Margo es mi hermana, y mis padres tienen compañías multimillonarias. ¿Pocos problemas, eh?
Me acuesto en mi cama recién hecha y tapo mi cara con una almohada. Ahogo un grito.
La luz del sol me molesta, y me refrego los ojos. ¿Por qué la vida de Madison Green Roth es tan complicada? ¿Por qué fruto destino...? ¿Por qué?
-Hola -dice una voz conocida.
Giro la cabeza hacia la puerta, pero no hay nadie ahí.
-Estoy aquí -dice en la ventana.
A diferencia de la casa de Travis, mi casa no tenía balcón. Pero si un árbol que si tomas impulso, y la gigante ventana de mi cuarto estás abierta, puedes entrar sin ningún problema a mi habitación.
Hace unos años mi habitación estaba en el primer piso, la más grande de todas...¿Pero adivinen quién ganó mi puesto?
Por supuesto que Margo no, porque o si no ya se habría desatado otra guerra mundial.
Mi habitación, o mejor dicho lo que antes fue mi habitación, ahora es simplemente una sala de estudio.
-Vete -le respondo al odioso rostro que esta dentro de mi habitación-. A Margo no le agradas.
-¿Te agrado a ti?
-Es lo único que las dos tenemos en común -respondo secamente.
Él se cruza de brazo.
-Y también quelas dos están enamoradas de Travis.
Lo atravieso con la mirada.
-Pudrete.
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¡Eres Mío, Crush!
Teen Fiction[LEER PRIMERO NIÑERA DE MI CRUSH] [SEGUNDA TEMPORADA] ... Lo miro directamente a los ojos. -¡No puedes hacer eso! -digo. -¿Por que no? -responde. -Por que eres mío, ¡no de mi hermana! Él me mira fríamente, pero a la vez siente lástima por mí. -¡A el...